Los pobres tienen en sus manos el futuro alimentario

La esperanza para la alimentaci¨®n de la humanidad en el futuro est¨¢ en los pa¨ªses en desarrollo, que mantienen una mayor biodiversidad en sus cultivos. Para ayudarles, 121 pa¨ªses han acordado esta semana en T¨²nez un adelanto de 80 millones de euros para financiar proyectos de desarrollo. La idea, como explica el espa?ol Jos¨¦ Esquinas Alc¨¢zar desde la capital africana, es que mantengan la biodiversidad que los m¨¢s ricos han despreciado en aras de una mayor rentabilidad.

Con esta premisa, la Agencia para la FAO consigui¨® que en 2001 se firmara un acuerdo, el Tratado Internacional de Recursos Fitogen¨¦ticos para la Agrocultura y la Alimentaci¨®n. El texto "tiene el mismo nivel legal que el de Kioto sobre cambio clim¨¢tico, pero a pesar de su importancia casi nadie le hace caso", comenta Esquinas, considerado el padre del convenio, que Espa?a ratific¨® en 2006. En T¨²nez ha habido representantes de 121 pa¨ªses que ya lo han ratificado.

Cuatro cultivos aportan el 60% de las calor¨ªas de la dieta humana

La raz¨®n del acuerdo es la pura supervivencia humana. Mientras cuatro cultivos (trigo, arroz, ma¨ªz y patata) suponen el 60% de la alimentaci¨®n cal¨®rica de los habitantes del mundo, en los pa¨ªses pobres se mantienen especies de nombres ex¨®ticos -quinua, kiwicha, tarwi, ca?ihua, por citar s¨®lo algunos cereales andinos- que pueden ser la reserva si en un futuro las plantas m¨¢s consumidas actualmente sufren una epidemia o resultan inviables por cambios en el entorno (por ejemplo, por el calentamiento), advierte Esquinas.

Claro que mantener estas especies no es gratis. Las modas y los h¨¢bitos -el "colonialismo alimentario", como dice el experto- han hecho que de las 8.500 especies vegetales que se han usado a lo largo de la historia como sustento de la humanidad, actualmente s¨®lo se exploten 150. "Hay una erosi¨®n gen¨¦tica", afirma Esquinas.

El problema es que convencer a los pobres para que mantengan sus variedades cuesta dinero. El acuerdo prev¨¦ que se les compensar¨¢ con una parte de los beneficios de las patentes obtenidas a partir de sus semillas. Pero eso lleva tiempo. Por eso en T¨²nez, despu¨¦s de una semana de discusi¨®n, se ha llegado al acuerdo de hacer una aportaci¨®n a cuenta. Son s¨®lo 121 millones de d¨®lares. Muy barato para asegurar la alimentaci¨®n mundial.