La coalici¨®n antisiria y prooccidental gana las elecciones en L¨ªbano
La sensaci¨®n de que los comicios eran decisivos propici¨® una gran participaci¨®n
Se volcaron ayer los libaneses en las urnas para despejar una inc¨®gnita crucial para al porvenir inmediato del pa¨ªs. En masa y vigilados por decenas de miles de soldados, los votantes, conscientes de que los comicios eran los m¨¢s importantes en d¨¦cadas, inundaron los colegios. Ciegos, mutilados y heridos en camilla fueron acompa?ados a votar. La participaci¨®n -el 45% en 2005- se elev¨® hasta el 54% de los 3,2 millones de electores en un pa¨ªs en el que buena parte de sus nacionales emigraron. L¨ªbano, hogar de 18 confesiones religiosas, optaba entre dos proyectos antag¨®nicos: reforzar los v¨ªnculos con Occidente o tejer lazos m¨¢s s¨®lidos con Siria e Ir¨¢n. La coalici¨®n del 14 de Marzo, que agrupa a sun¨ªes, drusos y parte de la dividida comunidad cristiana, respaldada por Estados Unidos, se alz¨® con el triunfo. Contar¨¢, a falta del escrutinio oficial, con unos 70 de los 128 esca?os.
Hezbol¨¢ y sus aliados cristianos aceptaron de forma impl¨ªcita la derrota
Simpatizantes de todos los partidos hicieron guardia a las puertas de los colegios para repartir papeletas e impedir argucias fraudulentas de sus contrincantes, aunque los expertos aseguran que la compra de votos ha sido norma, especialmente en los distritos con presencia cristiana, donde se disputaban los esca?os decisivos.
Hezbol¨¢ y sus aliados cristianos -la dividida secta que dict¨® sentencia en sus distritos- hab¨ªan desafiado al bloque prooccidental. A la espera de los resultados oficiales que se anunciar¨¢n hoy, los nervios se relajaron pasada la medianoche cuando la alianza respaldada por Damasco y Teher¨¢n aceptaba impl¨ªcitamente la derrota. "L¨ªbano est¨¢ gobernado por una coalici¨®n y cualquiera que sea al resultado, no podemos cambiar el delicado equilibrio y repetir experiencias del pasado que condujeron a L¨ªbano a la cat¨¢strofe. Quien desee estabilidad pol¨ªtica, preservar la unidad nacional y la resurrecci¨®n del pa¨ªs no tendr¨¢ otra opci¨®n que aceptar el principio del consenso", declar¨® Hassan Fadlala, dirigente de Hezbol¨¢.
Todo apunta a que la situaci¨®n pol¨ªtica se mantendr¨¢ inamovible. Los movimientos chi¨ªes Hezbol¨¢ y Amal y el Frente Patri¨®tico Libre del ex general maronita Michel Aoun (Coalici¨®n del 8 de Marzo) forzaron con una sentada de meses a las puertas de la sede del Gobierno y con la toma de Beirut por sus milicias en mayo de 2008 su inclusi¨®n en el Ejecutivo y lograron el derecho de veto en el Gabinete.
No obstante, la estabilidad nunca est¨¢ garantizada. Entre otros motivos porque Hezbol¨¢, que abandera la resistencia contra Israel, ha prometido continuar su rearme. Y porque, seg¨²n comenta un ir¨®nico observador, "L¨ªbano se mueve a golpe de misiva procedente del extranjero". Se env¨ªan desde Washington y Par¨ªs; desde Siria e Ir¨¢n. Ninguno de los dos bloques esconde sus lealtades. Cuatro a?os despu¨¦s de que las potencias occidentales forzaran a Siria a retirar sus tropas, Damasco no renuncia a ejercer su influencia, y el respaldo de Ir¨¢n a Hezbol¨¢ es bien conocido: gran parte de la reconstrucci¨®n de los suburbios chi¨ªes de Beirut, devastados por Israel en 2006, se ha llevado a cabo con fondos persas y buena parte de sus armas proceden de Teher¨¢n.
El futuro Ejecutivo tendr¨¢ que lidiar con un pa¨ªs ingobernable, un Parlamento que apenas es convocado, y en el que los problemas -corrupci¨®n, deuda p¨²blica, asesinatos pol¨ªticos sin resolver, y la construcci¨®n por Hezbol¨¢ de un Estado paralelo, incluida su milicia- se acumulan sin resolverse, al tiempo que brotan otros nuevos. Lo que sin duda propician los resultados es la continuidad de la ayuda financiera estadounidense y saud¨ª.
"Si la coalici¨®n del 14 de Marzo excluye a Hezbol¨¢ y sus aliados del Gobierno, s¨®lo inflamar¨¢ la tensi¨®n. No es realista", advert¨ªa la v¨ªspera de los comicios Elias Hanna, profesor de Ciencias Pol¨ªticas. Queda por ver si los partidos que rechazan la influencia siria en L¨ªbano mantienen el actual pacto pol¨ªtico, que otorga a la oposici¨®n un tercio de los asientos en el Gabinete y derecho de veto.
Una fuente pr¨®xima a la alianza vencedora apuntaba anoche las consecuencias del veredicto electoral: "Occidente va a estar m¨¢s tranquilo e Ir¨¢n pierde una baza negociadora con Estados Unidos". Y en el frente interno tampoco augura grandes cambios. "De alguna forma o de otra, se acordar¨¢ que Hezbol¨¢ y sus socios mantengan su poder de veto". Precisamente lo que exig¨ªa anoche el partido-milicia chi¨ª. La coyuntura internacional -el presidente Barack Obama plantea pol¨ªticas m¨¢s conciliatorias en Oriente Pr¨®ximo que su predecesor- tampoco alienta el caos. Los analistas apuestan por un Gobierno de unidad.
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