Descubierta una causa infecciosa para la enfermedad de alzh¨¦imer
El mecanismo de propagaci¨®n se parece al de los priones de las 'vacas locas'
El alzh¨¦imer es la primera causa de deterioro neurodegenerativo asociado a la edad. Se calcula que unas 800.000 personas lo padecen en Espa?a. Un equipo europeo acaba de descubrir una de sus posibles causas. La conclusi¨®n es que podr¨ªa ser infeccioso, pero no causado por un pat¨®geno cualquiera.
Hace tiempo que las t¨¦cnicas de neuroimagen permiten ver los estragos del alzh¨¦imer en el cerebro. Se sabe que se manifiesta de dos maneras: unas prote¨ªnas (las beta-amiloides) forman unas placas en el cerebro y otras, las tau, crean ovillos que no se degradan y lesionan las conexiones neuronales.
Estas manifestaciones recuerdan a las de otra enfermedad neurodegenerativa: la nueva variante de Creutzfeldt-Jakob (la versi¨®n en humanos del mal de las vacas locas). Lo que faltaba era encontrar una relaci¨®n entre ambas, y un equipo de las universidades de Basilea (Suiza), Cambridge (Reino Unido) y T¨¹bingen (Alemania) lo ha conseguido en ratones, seg¨²n publican en Nature Cell.
El ensayo no quiere decir que la dolencia sea contagiosa
El ensayo es, aparentemente, sencillo: se coge un rat¨®n con la variante murina del alzh¨¦imer, se le extraen los ovillos de c¨¦lulas tau del cerebro y se inyectan a animales sanos. El resultado es que ¨¦stos enferman.
El mecanismo es parecido al de los priones (un tipo de prote¨ªnas) que causan la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. S¨®lo que en la naturaleza no hace falta inyectar nada. Basta que un animal (personas incluidas) coman carne o v¨ªsceras con priones. Estas mol¨¦culas se trasladan al cerebro del ejemplar infectado, y, ah¨ª, consiguen -por un mecanismo que todav¨ªa no se conoce- que prote¨ªnas que hasta el momento se comportaban con normalidad adquieran propiedades letales: cambian su configuraci¨®n (la manera de estar plegadas), lo que las hace inmunes a los sistemas de limpieza del cerebro. Al final, los priones se acumulan y causan la muerte.
En el caso del alzh¨¦imer, el proceso es similar. Basta cambiar los priones por prote¨ªnas tau. Y, para hacer el ensayo, usar ratones gen¨¦ticamente modificados para que tengan la versi¨®n filamentosa (estirada) de esta prote¨ªna. Pero el resto, seg¨²n explican los autores del trabajo, es similar: al inyectar las tau obtenidas de un animal enfermo, cambia la estructura de las prote¨ªnas del animal hasta entonces sano.
La relaci¨®n entre priones y prote¨ªnas del alzh¨¦imer abre una puerta para la experimentaci¨®n. Como dice Michel Goedert, uno de los investigadores de Cambridge, "ello no quiere decir que el alzh¨¦imer sea contagioso" (para infectar a los ratones hubo que manipularlos e inyectarles una prote¨ªna, lo que no sucede en la naturaleza), pero permitir¨¢ saber m¨¢s de la enfermedad.
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