Flores detiene unas obras que ampara Garc¨ªa Ant¨®n

Mario Flores, consejero de Infraestructuras, orden¨® parar las obras que ejecuta el constructor Bautista Soler en la franja m¨¢s pr¨®xima al mar en la playa de la Patacona, los primeros mil metros del t¨¦rmino municipal de Alboraia a partir del linde con Valencia, a partir de un requerimiento de la Demarcaci¨®n de Costas de Valencia, que depende del Ministerio de Medio Ambiente. Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Ant¨®n, consejero de Medio Ambiente, sin embargo, mantiene que el suelo que promueve Bautista Soler ya era urbano cuando se aprob¨® la Ley de Costas en 1988 y, por lo tanto, no estar¨ªa sujeto a servidumbres.

Flores, en una respuesta por escrito a preguntas formuladas por Mireia Moll¨¤, diputada de Comprom¨ªs, asegura haber pedido a los promotores y al Ayuntamiento de Alboraia la "suspensi¨®n de las obras" hasta aclarar si se desarrollan o no sobre suelo de la franja mar¨ªtimo terrestre y sujeto a servidumbre.

Moll¨¤ aprecia una "cadena de errores" que beneficia a Bautista Soler

El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Alboraia se aprob¨® en 1991, tres a?os despu¨¦s de la Ley de Costas, y la consideraci¨®n del suelo cuando se aprob¨® la Ley de Costas depend¨ªa de un plan de 1966 que no clasificaba parcelas, sino usos por zonas.

El consejero de Infraestructuras dice haber mantenido "diversos contactos" con la Demarcaci¨®n de Costas de Valencia para aclarar el asunto en una respuesta fechada en febrero pasado. "Se ha solicitado el replanteamiento actualizado de todas y cada una de las construcciones en la zona de servidumbre", explica Flores, "a la vista del resultado se actuar¨¢ en consecuencia". Tambi¨¦n apunta que "la obligaci¨®n de restituir la legalidad en caso de infracci¨®n no est¨¢ sujeta a t¨¦rmino de prescripci¨®n".

Garc¨ªa Ant¨®n, sin embargo, no tiene dudas. "La clasificaci¨®n del suelo lim¨ªtrofe con el mar cuando entr¨® en vigor la Ley de Costas era de suelo urbano", explica en otra respuesta por escrito a preguntas de Moll¨¤, firmada tambi¨¦n en febrero pasado.

El consejero de Medio Ambiente alega que la ley del suelo de 1956 establec¨ªa que "los terrenos consolidados por la edificaci¨®n o dotados de una serie de servicios" deb¨ªan calificarse como urbanos.

Moll¨¤, por su parte, alerta sobre una sorprendente "cadena de errores" administrativos que beneficia en ¨²ltima instancia a Bautista Soler.