La abstenci¨®n castiga a los dos grandes partidos italianos

Silvio Berlusconi no ha escondido su desilusi¨®n por los resultados de las elecciones europeas. Pese a obtener en las urnas casi 11 millones de votos (un 35,25% de los sufragios), su planteamiento personalista y plebiscitario ha sido frenado por los electores. Las urnas sit¨²an a Il Cavaliere muy lejos de sus dos sue?os anunciados en campa?a: lograr entre el 40% y el 45% de los votos y convertirse en el grupo m¨¢s nutrido del Parlamento Europeo. Berlusconi enviar¨¢ 29 diputados a la Euroc¨¢mara. Su adversario, el Partido Democr¨¢tico, tendr¨¢ 22, tras recibir el 26,14% de los votos.

La abstenci¨®n, que no por casualidad supera el 60% en Cerde?a (donde se encuentra Villa Certosa, finca de recreo de Berlusconi) es menor que en el resto de Europa, pero revela el hartazgo o el desinter¨¦s creciente de muchos italianos. La participaci¨®n, del 66,46%, cae 14 puntos respecto a las generales de 2008, y seis respecto a las anteriores europeas.

El castigo a los dos grandes partidos parece claro. Los vencedores son los extremos. Respecto a las generales de hace un a?o, el primer ministro se deja en la gatera tres millones y medio de sufragios. Parecen muchos para un pol¨ªtico que presume de tener una popularidad del 75%. La abstenci¨®n, en todo caso, no parece la ¨²nica raz¨®n del descenso de dos puntos del Pueblo de la Libertad respecto a 2008. En el sur, la participaci¨®n cae m¨¢s que en el resto del territorio y, sin embargo, el primer ministro suma en esa circunscripci¨®n el 42% de apoyos.

La cruzada de descr¨¦dito del dividido centro-izquierda emprendida por Berlusconi tampoco encuentra resonancia completa en las urnas. A pesar de su fractura interna, que paga con un descenso de siete puntos respecto a las generales, el Partido Democr¨¢tico limita su proceso de autodestrucci¨®n y se reconforta con ocho millones de votos, cuatro millones menos que en 2008.

Adem¨¢s de castigar la arrogancia bipartidista, los italianos parecen lanzar un mensaje de unidad y firmeza a la oposici¨®n para afrontar la deriva autoritaria de Berlusconi. La Italia de los Valores del ex juez Antonio di Pietro emerge como la vencedora moral. Con un resultado hist¨®rico de siete esca?os, duplica las cifras logradas hace un a?o y roza el 8%.

El otro gran triunfador se puede leer en clave europea: el discurso xen¨®fobo y antieurope¨ªsta de la Liga Norte seduce a m¨¢s del 10% a escala nacional y obtiene m¨¢s de tres millones de votos y nueve esca?os. Una cifra que reafirma su pol¨ªtica migratoria de propaganda del Gobierno.