El fracaso socialista abre una nueva etapa en la construcci¨®n europea

El descalabro sufrido el domingo por los socialistas en las elecciones a la Euroc¨¢mara deja el destino de la Uni¨®n Europea en manos de los conservadores en plena crisis econ¨®mica e institucional. Las elecciones abren una nueva etapa en la construcci¨®n europea marcada por el alejamiento de los ciudadanos del proyecto de la UE. Los partidos conservadores, agrupados en el Partido Popular Europeo (PPE) y el nuevo grupo parlamentario de los tories brit¨¢nicos, sumar¨¢n m¨¢s de 320 esca?os en el Parlamento de Estrasburgo, situ¨¢ndose en una posici¨®n ¨®ptima para decidir los nombramientos de los futuros dirigentes de la UE. El primero, el de Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso para un nuevo mandato como presidente de la Comisi¨®n Europea. La izquierda ha sido incapaz de articular un discurso europeo frente a la crisis que movilizase a sus votantes. En Reino Unido ha sufrido una derrota hist¨®rica.

El resultado ha sido "decepcionante", reconoce el presidente del PSE

El avance de los conservadores se ve enmascarado por la huida de los 'tories'

La evoluci¨®n del voto socialista ha seguido la misma senda descendente que la participaci¨®n. En las cuatro primeras elecciones al Parlamento europeo, entre 1979 y 1994, los socialistas se alzaron con la victoria y la participaci¨®n estuvo siempre por encima del 55%. El giro se produjo hace 10 a?os, con la primera victoria del Partido Popular Europeo (PPE) y con una participaci¨®n debajo del 50%. Esta tendencia se ha ido profundizando hasta que el pasado domingo el hundimiento situ¨® la participaci¨®n al nivel m¨¢s bajo de su historia, 42,94%, arrastrando al PSE a la cat¨¢strofe con el 21,9% de los votos.

Los resultados han puesto de relieve que los socialistas han sido incapaces de formular una estrategia europea propia frente a la grave recesi¨®n econ¨®mica. Al no proponer soluciones propiamente europeas en los momentos m¨¢s dif¨ªciles de la crisis y ni siquiera un candidato para la presidencia de la Comisi¨®n para enfrentarse a Barroso, elegido por la derecha, el debate se ha desarrollado en los escenarios nacionales, donde los discursos con acento nacionalista han sintonizado m¨¢s con los ciudadanos.

Con s¨®lo un 21,9% de los votos, el PSE se encuentra m¨¢s cerca de los liberales (10,9%) que del PPE, (35,7%), que aventajan con 100 diputados a la segunda fuerza. El PSE se reunir¨¢ el pr¨®ximo viernes para analizar lo ocurrido y "reflexionar". Ayer su presidente, Poul Nyroup Rasmussen, reconoci¨® que el resultado "ha sido decepcionante", pero lo atribuy¨® a que "los votantes [socialistas] simplemente no vieron la relevancia de estas elecciones". A pesar de la debacle, Rasmussen, se opuso a los que "anuncian una profunda crisis del socialismo europeo". A su juicio, "los ciudadanos europeos todav¨ªa dependen de los valores democr¨¢ticos y del trabajo decente y este no es el momento de desmantelar nuestros Estados de bienestar".

En realidad, el avance de los conservadores se ve enmascarado, por la deserci¨®n de los tories. El partido de David Cameron aspira a formar un nuevo grupo propio en la Euroc¨¢mara que podr¨ªa contar con 60 diputados. A ¨¦l se unir¨ªan los checos del ex primer ministro Mirek Topolanek, los polacos de Ley y Justicia, de los hermanos Kacyznski, y otros cuatro peque?os partidos. Con ellos los conservadores pueden acumular hasta 320 diputados, pero todav¨ªa lejos de la mayor¨ªa absoluta de 369 diputados.

Desde una posici¨®n m¨¢s c¨®moda, el presidente del PPE, el belga Wilfried Martins, ofreci¨® ayer una "gran coalici¨®n", a los socialistas y a los liberales porque considera que "hace falta una mayor¨ªa en el Parlamento Europeo, porque a pesar de nuestro ¨¦xito, ning¨²n grupo pol¨ªtico tiene la mayor¨ªa absoluta y hace falta negociar". El PPE quiere negociar porque quiere acelerar el nombramiento de Barroso, como presidente de la Comisi¨®n Europea.

El Consejo Europeo, que se re¨²ne los pr¨®ximos 18 y 19 de junio, no est¨¢ por decidir todav¨ªa su nombramiento oficial hasta que no se despeje el futuro del Tratado de Lisboa en manos de los irlandeses. Los m¨¢s reticentes a acelerar estos tr¨¢mites son el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, los liberales y los Verdes. Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, que junto con Silvio Berlusconi, han sido los grandes triunfadores del pasado domingo, se reunir¨¢n hoy para preparar la pr¨®xima cumbre.

Graham Watson, presidente de los liberales, evoc¨® ayer la posibilidad de "una coalici¨®n de tres partidos", en la que participaran el PPE, los liberales y los socialistas. Pero en su opini¨®n se tratar¨ªa de "encontrar una alianza de centro-derecha para gestionar el Parlamento". "Lo que yo veo ser¨ªa una alianza ideol¨®gica y pol¨ªtica, m¨¢s que un acuerdo t¨¦cnico como se ha conocido en el pasado", advirti¨®. Liberales y conservadores juntar¨ªan m¨¢s de 340 diputados.

Lo liberales estar¨ªan dispuestos a compartir la presidencia de la Euroc¨¢mara con el PSE, de la misma manera que en la legislatura pasada lo hicieron el socialista Josep Borrell y el democristiano Hans Gert P?ttering. El acuerdo enfurecer¨ªa a los conservadores polacos de Donald Tusk, que han tenido un excelente resultado, y a los italianos de Berlusconi que tambi¨¦n aspiran a la plaza.

La oposici¨®n al nombramiento de Barroso m¨¢s firme proviene de los Verdes, encabezados por Daniel Cohn-Bendit, y cuyo grupo ha registrado el aumento de diputados m¨¢s notable hasta los 52 esca?os. El objetivo de Cohn-Bendit es "crear la mayor¨ªa suficiente en el seno del Parlamento europeo con el fin de impedir que Barroso desempe?e un segundo mandato", Para ello est¨¢n dispuestos a negociar con los socialistas, liberales y la izquierda unitaria, grupo que tambi¨¦n registr¨® un significativo descenso al pasar de 41 a 33 diputados.