Rita y el Plan E
Hace ya algunas d¨¦cadas que ca¨ª en la cuenta de que todo aquello que sucede para bien y para mal en una ciudad tiende a imput¨¢rsele al alcalde o alcaldesa vigente sin que el ciudadano se pare en mientes (tampoco ser¨ªa l¨®gico) y "discrimine" al autor del beneficio o fracaso que tiene ante sus narices. A este principio de la f¨ªsica se le puede denominar "el abrazo del oso" o como ustedes prefieran y admite, eso s¨ª, mayores o menores habilidades -dentro de un orden- en aquello de arrimar el ascua a la sardina de cada cual.
Viene toda esta diatriba no a cuenta del apote¨®sico triunfo del PP en las europeas del domingo (?se?or, qu¨¦ gozo de granero!) ni a la obvia absoluci¨®n de los pecados de nuestro presidente gracias al poder taumat¨²rgico de los votos, sino a ra¨ªz de algo mucho m¨¢s prosaico llamado mosquito.
S¨ª, efectivamente, fue un malvado mosquito quien hizo que me despertara la noche electoral (me hab¨ªa acostado pronto y no ten¨ªa ni idea del resultado) y que la comez¨®n de la picadura (soy al¨¦rgico) me pusiera de los nervios y me provocara insomnio. No me lo pens¨¦ demasiado. Me levant¨¦ de golpe, me vest¨ª, baj¨¦ al aparcamiento, cog¨ª el voiture y me dispuse a gozar de una agradable inspecci¨®n nocturna de la parte norte de la ciudad, en primera segunda, parando, anotando.... La preciosa luna llena y la m¨²sica de la radio ("hoy viajo como el viento, voy a ninguna parte...") completaban una pl¨¢cida velada.
Anduve en estos menesteres unas tres horas largas (hasta que amaneci¨®) y, a fuer de sincero, fue provechosa. Volv¨ª a localizar no pocas joyas que alg¨²n d¨ªa glosar¨¦ pero tambi¨¦n vi no pocos carteles con la E, alguno de ellos (el jard¨ªn en Santiago Rusi?ol, el campo del f¨²tbol en el Camino de Moncada, el jard¨ªn colindante con la alquer¨ªa ?en venta! del siglo XVII al final de R¨ªo Bidasoa, etc....). Solares que llevaban a?os, d¨¦cadas, requiriendo la actuaci¨®n p¨²blica que el man¨¢ de Zapatero ha hecho posible. Bienvenido sea el Se?or.
Que Rita descalificara al plan de los 8.000 millones de euros, racaneara e hiciera mofa de los "carteles", recibiera con alborozo el no estrenado Plan Confianza de Camps y tachara de "improvisada" la anunciada ampliaci¨®n del Plan E son cosas de la pol¨ªtica, de la baja pol¨ªtica, que es la ¨²nica de la que nos es permitido gozar.
Rita no destacar¨¢ en la historia por su acervo te¨®rico ni por su calidad de gestora pero lista es un rato largo. Por arte de birlibirloque los escasos 75 millones de euros de los que dispon¨ªa la menguada hacienda municipal para invertir en 2009 van a convertirse a este paso en m¨¢s de 200 para mayor honor y gloria de... Rita, claro est¨¢. Y no se preocupen ustedes: no tendremos el gusto de que antes de las elecciones de 2011 nuestra alcaldesa nos presente un cuadro y un plano donde figuren las inversiones, la localizaci¨®n y el pagano. ?Nos jugamos una paella?
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