El Or¨¢culo de Breog¨¢n
En un mundo ideal, todos los hombres (de ambos sexos, non vaia a ser...) ser¨ªan hermanos, no habr¨ªa ning¨²n tipo de gobierno ni ej¨¦rcitos y s¨®lo ser¨ªa subsecretario temporalmente aquel que estuviera castigado por poner faltas de ortograf¨ªa. Esto plantear¨ªa un problema: ?en qu¨¦ ocupar¨ªamos nuestro tiempo? Si fu¨¦semos todos -como cabe suponer- poetas, pintores, m¨²sicos o artistas multimedia, vivir¨ªamos en ciudades de la cultura, aldeas de la cultura, pa¨ªses de la cultura o campos de refugiados de la cultura. (Hay que tener en cuenta que la utop¨ªa no incluye el buen tiempo y un tsunami cualquiera nos manda a todos a vivir en tiendas de campa?a). No habr¨ªa agentes, ni managers, ni galeristas, ni representantes porque para qu¨¦. En los teatros no habr¨ªa patio de butacas porque todos estar¨ªamos recitando mon¨®logos de Shakespeare a la vez... En fin, un l¨ªo de padre y muy se?or m¨ªo. Como es as¨ª que no vivimos en ese mundo de fantas¨ªa (?o s¨ª?), nos las hemos apa?ado para vivir en una jerarqu¨ªa de gobiernos infinita. Tenemos cabeza de familia, presidente de la comunidad de vecinos, alcalde, presidente de la Diputaci¨®n, presidente de la comunidad, aut¨®noma, presidente del Gobierno central, Rey, presidente de la uni¨®n de pa¨ªses del entorno (los Estados Unidos, la Uni¨®n Europea), secretario general de la ONU y... Bueno, y alguien que gobierna el mundo en la sombra, que eso fijo que lo hay. Cada una de las estructuras de gobierno tiene sus propias fuerzas de seguridad: en la familia hay un perro, en la comunidad est¨¢ la vecina del 5? izquierda que es una lurpia, el alcalde tiene a sus munipas, la Comunidad Aut¨®noma a sus cipayos, el Gobierno central a las polic¨ªas nacionales y al Ej¨¦rcito, el Rey su guardia real, la uni¨®n de pa¨ªses su OTAN, la ONU sus cascos azules y el gobierno en la sombra a sus... Bueno, a alguien que anda enredando por ah¨ª.
Con Berlusconi a un lado (?qu¨¦ vidorra se pega, t¨²!), ?es Feij¨®o un cruce entre Angela Merkel y Sarkozy?
Creo que era Paul Eluard el que dec¨ªa que s¨®lo hay un mundo, as¨ª que es perfecto. Como s¨®lo hay una Galicia (esa otra de la Europa del este no cuenta) tendremos que deducir que es perfecta. Las elecciones auton¨®micas gallegas han anticipado el resultado de las europeas con una asombrosa precisi¨®n matem¨¢tica. Dejando de lado a Berlusconi (?qu¨¦ vidorra se pega, t¨²!), ?es Feij¨®o un cruce entre Angela Merkel y Sarkozy? ?Es acaso Galicia (valga la redundancia) la Nueva New Hampshire que sirve de or¨¢culo para saber qu¨¦ es lo que va a pasar por ah¨ª fuera? (Este discurso le ha faltado a Rajoy y su tropa a la hora de anunciar una nueva era en el gobierno de Espa?a.) Hasta el tradicional abstencionismo gallego ha servido para poner las cosas en su sitio. Mucho nos quejamos de que en Estados Unidos la gente no vota y as¨ª pasa que llega al gobierno un tipo como Bush y despu¨¦s la gente llora de emoci¨®n con Obama. Pero lo que pasa all¨ª no es tan distinto de lo que pasa en este lado del charco. A un ciudadano de Paris, Texas, ?qu¨¦ se la ha perdido en Washington? Pues lo mismo que a un ciudadano de Cans, Porri?o, en Bruselas, me temo. Mucho vemos la paja en el ojo americano y nos dejamos en el tintero la viga en el europeo.
La utop¨ªa en Galicia no es posible porque de cada gallego depender¨ªa un helecho, una azalea y un camarero (por poner tres cosas imprescindibles en la vida de un ser humano) y eso empezar¨ªa a crear tensiones por los lindes, los l¨ªmites, los espacios, las fincas, las herencias y/o, en definitiva, por la propiedad privada, que es m¨¢s sagrada que el coraz¨®n de Jes¨²s. Y ya se sabe que en Galicia eso es motivo suficiente y necesario para que corra la sangre, a diferencia de lo que ocurre con el desapego p¨²blico: lo que es de todos, no es de nadie; lo que no es de nadie, es m¨ªo; y yo, con lo m¨ªo, hago lo que me da la gana. Lo que si existe, visto lo visto, es el Or¨¢culo de Breog¨¢n. Esta capacidad gallega de anticipaci¨®n es -como para Adrian Monk su capacidad de memoria y deducci¨®n- un don y una maldici¨®n a la vez. As¨ª como en el escudo de Chile hay un lema que dice "o por la raz¨®n o por la fuerza", en el de Galicia deber¨ªa haber otro que dijera "se xa volo dic¨ªa eu...!".
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