El tesoro escondido de Agnelli

Nuevo golpe de escena en el procedimiento judicial que dilucida si la herencia del patr¨®n de la Fiat Gianni Agnelli, el Avvocato, fallecido el 24 de enero de 2003, ha sido repartida en su totalidad. Su hija, Margherita Agnelli de Pahlen, ¨²nica heredera junto a su madre Marella Caracciolo, pugna desde hace dos a?os por descubrir si existe un patrimonio oculto en para¨ªsos fiscales, administrado por Gianluigi Gabetti, Franco Grande Stevens y Siegfried Maron en connivencia con la viuda del Avvocato.

Despu¨¦s de muchos meses de investigaci¨®n, en los que se han multiplicado las especulaciones sobre el tesoro escondido de Agnelli y se han recrudecido las batallas familiares, la hija de Gianni ha conseguido cuantificar esa cifra. Son 1.463 millones de euros, seg¨²n indica en sus alegaciones finales al Tribunal Civil de Tur¨ªn que instruye la causa, y que ha fijado la audiencia decisiva para el pr¨®ximo 30 de junio.

Margherita emplaza a los que ella considera administradores del patrimonio de su padre a revelar d¨®nde se encuentra ese dinero y aclara que no lo quiere. El 2 de marzo de 2004, Margherita recibi¨® 125 millones de euros en efectivo, obras de arte por valor de 500 millones, un cheque de 100 millones de euros y varios inmuebles en Roma y Tur¨ªn, adem¨¢s de Villa Perosa. Desde entonces pelea para que salga a la luz el misterio nunca aclarado, una actitud que le ha costado el aislamiento m¨¢s completo de su familia, incluidos sus tres hijos mayores, fruto de su matrimonio con Alain Elkann.

La tesis de la heredera se apoya en una serie de documentos que relatan sofisticadas operaciones financieras realizadas a caballo entre Luxemburgo, Liechtenstein, Suiza, Estados Unidos y algunos para¨ªsos fiscales caribe?os. La mayor parte de ese dinero provendr¨ªa de la opa "fingida" sobre Exor, una operaci¨®n realizada en 1998, calificada entonces como una de las m¨¢s importantes de la historia y llevada a cabo gracias a un pr¨¦stamo de 1.300 millones de d¨®lares del Chase Manatthan, dirigido en aquella ¨¦poca por el gran amigo de Agnelli, David Rockefeller.

El cap¨ªtulo que cierra el culebr¨®n de los Agnelli puede estar a punto de conocerse. Margherita ya ha ense?ado sus cartas. Sus oponentes todav¨ªa no lo han hecho y, de momento, se limitan a reiterar que nunca fueron administradores del dinero del Avvocato.