Yaafar al Nimeiri, el l¨ªder que islamiz¨® Sud¨¢n
El presidente implant¨® en 1983 la 'shar¨ªa' en el norte y el sur
Yaafar al Nimeiri, presidente de Sud¨¢n entre 1969 y 1985, muri¨® el 30 de mayo a los 75 a?os en un hospital militar de Jartum, por complicaciones cardiacas. "Estaba demasiado delicado para sacarlo fuera del pa¨ªs para que recibiera tratamiento", dijo a Reuters su secretario Makkawii Ahmed.
Nimeiri naci¨® el 1 de enero de 1930 en Omdurman, ciudad al este de la capital sudanesa. Hizo la carrera militar en su pa¨ªs, y all¨ª se ali¨® a compa?eros que compart¨ªan sus ideas panarabistas y socialistas inspiradas por Nasser. Despu¨¦s, en 1966, se gradu¨® en la academia del Ej¨¦rcito Estadounidense de Fort Leavenworth (Kansas).
Con algunos comandantes afines a sus ideas, dio un golpe de Estado en 1969 y se hizo con el poder, con lo que acab¨® con la guerra civil que asolaba el pa¨ªs desde su independencia de 1955. Comenz¨® una serie de reformas econ¨®micas, que incluyeron nacionalizaciones de bancos y empresas y reformas agrarias. En la oposici¨®n se encontraban los l¨ªderes islamistas, como Sadiq al Mahdi, que intent¨® en 1970 un golpe contra ¨¦l -en total, sufrir¨ªa cuatro intentos de derrocamiento, el ¨²ltimo con ¨¦xito-, pero fracas¨®.
Las ideas pol¨ªticas deb¨ªan de discurrir fluidas en la mente de Nimeiri, que en plena guerra fr¨ªa segu¨ªa en buena amistad con EE UU. Eso le vino bien cuando una facci¨®n comunista de su Gobierno intent¨® derrocarlo en julio de 1971, con el mismo ¨¦xito que Al Mahdi. Para protegerse las espaldas, Nimeiri convoc¨® un refer¨¦ndum en septiembre del que obtuvo el 98,6% de los votos a su favor.
Entonces comenz¨® a retroceder en sus medidas de izquierda, privatiz¨® bancos y favoreci¨® inversiones extranjeras de varios pa¨ªses, muchos de ellos interesados en el petr¨®leo que podr¨ªa haber en la costa del mar Rojo. Mientras se efectuaban estas prospecciones, en 1972 se firm¨® en la capital et¨ªope, Addis-Abeba, un tratado con las regiones del sur, de poblaci¨®n cristiana y animista, frente al norte musulm¨¢n. Por este acuerdo, las tres provincias del sur quedaban reunidas en una, que tendr¨ªa un gobierno aut¨®nomo.
Parec¨ªa que hab¨ªan terminado las tensiones internas del mayor pa¨ªs de ?frica, con una superficie de m¨¢s de 2.500.000 kil¨®metros cuadrados y una poblaci¨®n de alrededor de los dos millones de habitantes, seg¨²n el censo de 2005. Pero, como el petr¨®leo no aparec¨ªa, las prospecciones continuaron. Y la compa?¨ªa californiana Chevron comenz¨® a encontrar primeras vetas de gas en la zona sur y, m¨¢s tarde, el preciado oro negro. El inter¨¦s por el mar Rojo decay¨® y el resto de las compa?¨ªas renunciaron a sus concesiones.
Cambio de rumbo
En paralelo, Nimeiri se fue olvidando de sus ideas panarabistas y socialistas y se aproxim¨® al Partido de la Naci¨®n Isl¨¢mica (UMA), liderado por su presunto enemigo Al Sadhiq, y a los integristas isl¨¢micos con el cl¨¦rigo Hasan al Turabi a la cabeza. Con ambos firm¨® en 1977 un acuerdo de reconciliaci¨®n. Previamente, Al Mahdi hab¨ªa comandado un tercer golpe, apoyado por Libia, que se sald¨® con 3.000 muertos.
La autonom¨ªa del sur fue perdiendo peso. Primero, Nimeiri permiti¨® que continuasen las prospecciones de Chevron en la zona, lo que atentaba contra el tratado de Addis Abeba, como recuerda quien fue su vicepresidente, Abel Alier, en la web sudaneseupdate.com. En principio, el sur y el Gobierno central estaban de acuerdo. Pero la hiperinflaci¨®n del pa¨ªs tent¨® a Nimeiri para recortar la autonom¨ªa del sur, para que el Gobierno central controlase m¨¢s los recursos petrol¨ªferos del sur. El tema remata a la hora de decidir d¨®nde instalar una refiner¨ªa. Mientras el Gobierno apostaba por Port Sudan, en el mar Rojo, los l¨ªderes del sur prefer¨ªan un oleoducto hacia Mombassa, de forma que llegara al ?ndico desde Kenia, pa¨ªs que consideraban amigo.
Con Chevron de su parte, y el apoyo militar estadounidense tambi¨¦n, Nimeiri impuso en todo el pa¨ªs la shar¨ªa, la ley isl¨¢mica. El sur lo interpret¨® como una declaraci¨®n de guerra y comenz¨® una contienda que le cost¨® al pa¨ªs dos millones de muertos y cinco millones de desplazados hasta su final oficial en 2005. Nimeiri, mientras tanto, hab¨ªa sucumbido a un sangriento golpe militar en 1985, liderado por el general Suwar al Dab. Tras las elecciones, gobern¨® Sadiq al Mahdi.
Nimeiri busc¨® asilo en El Cairo, donde pas¨® 14 a?os. Regres¨® a Sud¨¢n en 2000 y form¨® el Partido de la Alianza de Fuerzas del Pueblo Trabajador, del que enseguida afirm¨® que apoyaba al actual gobernante Partido del Congreso Nacional. Tal vez intentaba reconciliarse con sus or¨ªgenes pol¨ªticos, pero para entonces ya estaba fuera de todo juego de poder. Mientras tanto, el conflicto de Darfur, olvidado por casi todos.
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