Cad¨¢veres en el equipaje
M¨¢laga acumula seis casos de cuerpos ocultos en maletas en los ¨²ltimos a?os
Un agricultor que pasea junto a un descampado, el empleado de la limpieza que advierte algo extra?o en un contenedor o dos motoristas que hacen un alto en el camino y descubren una maleta al fondo del barranco. El esquema se repite. La curiosidad da paso al horror de hallar un cuerpo en descomposici¨®n con el que los investigadores cargan hasta dar con los culpables. En los ¨²ltimos ocho a?os se han hallado en la Costa del Sol seis cad¨¢veres escondidos en maletas, algunos de ellos descuartizados. La mitad de los casos est¨¢n a¨²n abiertos.
Para resolver estas muertes, con frecuencia ligadas al crimen organizado, los agentes deben tener la paciencia de un orfebre, la perseverancia de un corredor de fondo y la agilidad mental de un campe¨®n de sudokus. Este medio para transportar y ocultar durante largo tiempo los cad¨¢veres se lo pone realmente dif¨ªcil. Si hay suerte, la soluci¨®n llega en 24 o 48 horas. Conforme avanza el tiempo la cosa se complica y la horquilla puede subir a 2 ¨® 3 a?os.
Una de las v¨ªctimas recibi¨® un tiro en la cabeza por un asunto de drogas
Tanto la Polic¨ªa como la Guardia Civil son muy reacias a hablar de todo tipo de homicidios, pero estos casos les vuelven mucho m¨¢s parcos. Insisten en que se trata de "muertes aisladas" y en que no se puede hablar de "asesinos en serie". "Tienen un componente especialmente agresivo y cuando hay un trasfondo pasional hay mucho m¨¢s ensa?amiento", conceden.
Tirando del hilo han llegado a relacionar uno de estos cr¨ªmenes de la maleta, descubierto en noviembre de 2008 en el paraje del Higuer¨®n (Mijas), con otro cad¨¢ver encontrado un a?o antes en el municipio de Benahav¨ªs. Las v¨ªctimas, de 45 y 60 a?os, eran dos hombres de nacionalidad colombiana que andaban metidos en asuntos de droga. Se estima que ambos murieron en 2007, con unos 10 d¨ªas de diferencia. El primero recibi¨® un golpe en la cabeza. El segundo, una bala.
El m¨¢ximo responsable fue Loreno Raiden A. T., un narco colombiano al que la Polic¨ªa Nacional detuvo poco despu¨¦s con m¨¢s de 1.700 kilos de hach¨ªs. El grupo de homicidios del Instituto Armado sospecha que otro de sus casos abiertos tiene que ver con la banda de Lorenzo, pero todav¨ªa est¨¢n pendientes de unas pruebas. "Los resultados biol¨®gicos son el 50% de la investigaci¨®n, el otro 50% del trabajo est¨¢ en la calle", explica un portavoz de la Benem¨¦rita.
Cada vez que hallan un cad¨¢ver, la Polic¨ªa Judicial se encarga de reconstruir las ¨²ltimas 24 horas de vida del fallecido. "La colaboraci¨®n ciudadana se echa de menos", se quejan. Los vecinos de la Costa del Sol son bastante herm¨¦ticos. "La parte interior es muy diferente. En los pueblos casi todo el mundo observa al forastero o recuerda un coche extra?o. En las zonas tur¨ªsticas prefieren no saber", a?aden. Los cuerpos ocultos en maletas han aparecido desperdigados por municipios como Torremolinos (2 casos), Mijas (1), Benalm¨¢dena (1), Oj¨¦n (1) y M¨¢laga (1).
Uno de estos casos, en el que la v¨ªctima hab¨ªa sido descuartizada, se recuerda como un verdadero marat¨®n. Un chatarrero que rebuscaba entre unos contenedores aleda?os al pasaje Sondalezas, en la capital malague?a, encontr¨® los primeros restos: una pierna humana. Despu¨¦s de esto, la Polic¨ªa recogi¨® todos los contenedores de la zona en un cami¨®n y los analizaron durante varios d¨ªas. Encontraron la otra pierna, y el tronco y la cabeza de un hombre metidos en una maleta. "Por duro que parezca, se trata de montar un puzzle humano", explica el responsable de la Polic¨ªa Cient¨ªfica de la comisar¨ªa malague?a.
Las pesquisas acabaron con la detenci¨®n de un hombre de 44 a?os y una mujer de 28, ya juzgados por el crimen. La v¨ªctima era un hombre con una minusval¨ªa en la pierna al que conocieron en la calle y que les invit¨® a su casa. All¨ª estuvieron consumiendo alg¨²n tipo de droga y despu¨¦s discutieron. El detenido, condenado a 17 a?os de prisi¨®n, le propin¨® hasta 30 pu?aladas y, al d¨ªa siguiente, le descuartiz¨® con un cuchillo de sierra. Despu¨¦s la pareja le rob¨® el dinero y se llevaron su coche. Los brazos nunca aparecieron.
Polic¨ªas de bata blanca y el principio de intercambio de Locard
Dicen no estar especialmente orgullosos de que su trabajo se haya popularizado gracias a series de televisi¨®n como CSI, que les gusta m¨¢s trabajar en segundo plano, pero que son conscientes de que no viven en una campana. El trabajo de los agentes de la Polic¨ªa Cient¨ªfica, tambi¨¦n llamados "polic¨ªas de bata blanca", es fundamental para esclarecer un crimen.
Su labor arranca en la escena del crimen, donde recogen todo tipo de muestras, y termina en el juicio en el que defienden c¨®mo han conseguido vincular una persona a la escena de un crimen o a un fallecido.
"El principio de intercambio de Locard es clave", resume el jefe de esta unidad en la comisar¨ªa malague?a. La norma, ideada por el criminalista franc¨¦s Edmond Locard, viene a decir que cualquier persona que pasa por un lugar, sin saberlo, deposita algo y tambi¨¦n se lleva algo. Aqu¨ª entran en juego las pisadas de barro del asesino, los restos de fibras entre las u?as de la v¨ªctima, el famoso cigarrillo con restos de saliva de los que extraer una muestra gen¨¦tica.
Los agentes de la polic¨ªa cient¨ªfica tambi¨¦n est¨¢n obligados a acudir a la autopsia y mantienen informados a los compa?eros que hacen el trabajo de calle. Los forenses estiman la causa de la muerte y colaboran para identificar a la v¨ªctima. Estudian cortes, golpes, heridas de bala o contusiones y estiman el momento del fallecimiento. A veces dan con el nombre del fallecido gracias a objetos personales, como un mechero o las ropas, aunque los tatuajes, estigmas profesionales o pr¨®tesis corporales, suelen dar la clave.
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