Destape

Echo un vistazo a los medios de comunicaci¨®n estos d¨ªas y una serie de preguntas me asaltan: ?Asistimos a un segundo destape? ?Est¨¢ pr¨®ximo el advenimiento de unos nuevos Pajares y Esteso? ?Para cu¨¢ndo un remake de Lo verde empieza en los Pirineos? Yo cre¨ªa que est¨¢bamos en una sociedad bastante evolucionada en materia sexual, que ning¨²n contenido er¨®tico pod¨ªa escandalizarnos o ponernos en una posici¨®n de viejos verdes, pero parece que no s¨®lo somos los vascos los que estamos obsesionados con el sexo. En nuestro caso la revoluci¨®n sexual vasca todav¨ªa est¨¢ pendiente y nos est¨¢ faltando un Aberri Eguna al estilo Woodstock para liberarnos por fin. Pero parece que el resto del mundo tambi¨¦n tiene la libido desbocada si nos fiamos de lo que aparece en la prensa estas semanas.

Eso de que el sexo vende cre¨ªa que era un t¨®pico algo desfasado, pero alg¨²n estudio lo reivindica

Primer ejemplo de no haber rebasado la frontera del landismo: las fotos de la casa de Berlusconi con jovencitas en pa?os menores (se me contagia el lenguaje de la transici¨®n, como ven, y ya estoy al borde de emular a Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez clamando "se?oras estupendas") y hombres maduros bastante estimulados. Nunca hab¨ªa visto erecciones en la portada de un diario nacional. Eso tiene bastante m¨¦rito. Otro ejemplo: un reportaje en el suplemento dominical de este diario (EPS) dedicado a un tema tan chocante y estrafalario como "Sexo en tiempos de crisis". A¨²n no tengo claro c¨®mo afecta la crisis econ¨®mica a los h¨¢bitos sexuales, pero supongo que es una excusa perfecta para ilustrar un reportaje con torsos desnudos. Tercer caso: un inter¨¦s desmedido por la muerte de David Carradine y las s¨®rdidas circunstancias que la rodearon. Que el sexo vende es un t¨®pico que cre¨ªa algo desfasado, pero parece que alg¨²n estudio de marketing a¨²n reivindica la vigencia de que las hormonas son las que hacen la compra.

Hace una semana estaba en un festival de cine como miembro del jurado y lo cierto es que estuve aislado del mundanal ruido a lo largo de cuatro d¨ªas. Ve¨ªa cortometrajes, los comentaba con mis compa?eros del jurado, cen¨¢bamos y a la cama. No le¨ªa la prensa ni ve¨ªa telediarios ni nada. S¨®lo habl¨¢bamos de los cortos vistos. Bueno, de los cortos vistos y tambi¨¦n de la noticia de la muerte de David Carradine. Era el ¨²nico tema relacionado con la actualidad que sal¨ªa en las conversaciones. Ni elecciones europeas ni nada. David Carradine y el progresivo descubrimiento de las extra?as circunstancias de su fallecimiento. Un d¨ªa: "Llevaba un cintur¨®n atado al cuello por un lado y a los genitales por el otro". Otro d¨ªa: "Estaba metido en un armario". Pues s¨ª, el sexo vende, el sexo interesa.

Pel¨ªculas como Mentiras y gordas son exitazos de taquilla porque pueden mostrar en la pantalla de cine lo que s¨®lo se insin¨²a en series como F¨ªsica o Qu¨ªmica o El internado. Si en la tele, los calentones adolescentes se quedan en magreos por encima de la ropa, en el cine el sexo es mucho m¨¢s expl¨ªcito. Y si nuestros mayores se iban a Francia a ver El ¨²ltimo tango en Par¨ªs o Emmanuel, nosotros s¨®lo tenemos que ir al cine del centro comercial para ver un poco de carne fresca. ?Alguien ha visto en La Concha a alguna sueca imponente?