El Bar?a, mucho m¨¢s fresco que el Tau

A un paso del t¨ªtulo se encuentra ya el Bar?a. La sensaci¨®n de esta final, una vez cruzado su meridiano, es que apunta con claridad hacia el color azulgrana. El tercer partido no s¨®lo supuso su segunda victoria, sino que tambi¨¦n tuvo la contundencia de los encuentros que dejan marca. Hecha jirones la igualdad reinante a mitad del tercer cuarto, el resto fue pura exhibici¨®n barcelonista, encabezada por un espectacular Ilyasova y apuntalada por la punter¨ªa de Basile.

La palabra cansancio no entra en el diccionario de Ivanovic, el volc¨¢nico entrenador del Tau, pero, por mucho que lo niegue, su equipo ha llegado a este duelo muy mermado f¨ªsicamente, m¨¢s a¨²n si se compara con la exultante pujanza del Bar?a. Las lesiones que arrastran Splitter y Vidal lo explican en parte, pero tampoco sus compa?eros parecen estar con las pilas cargadas. La diferencia entre ambos equipos resulta l¨®gica consecuencia de la profundidad de sus plantillas, pues, mientras el banquillo blaugrana no tiene fin, la rotaci¨®n del Tau es m¨¢s bien limitada.

Hasta que Ilyasova se convirti¨® en el brazo ejecutor, el partido fue una interesante b¨²squeda de los desequilibrios, que se produc¨ªan dependiendo de los quintetos en la pista o las situaciones del juego. As¨ª, Prigioni sufr¨ªa por tener que defender en posiciones cercanas al aro y a Mickael le ocurr¨ªa lo mismo persiguiendo a siete metros de ¨¦l a un alero peque?o. Rakocevic y Navarro jugaban su encuentro particular y la pugna iba poco a poco poniendo a cada uno en su sitio. Los peor parados, los hombres altos del Tau. Sin fuerza reboteadora ni intimidatoria enfrente, el martillo azulgrana fue minando la resistencia rival hasta que el Tau se rompi¨® (59-47). A partir de ese momento, el Bar?a se dio un fest¨ªn. Triples por doquier, bombas de Navarro, fluidez en su ataque, inclemencia en su defensa...