Ralf Dahrendorf, fil¨®sofo y polit¨®logo de la libertad

Ralf Dahrendorf, fil¨®sofo y polit¨®logo que muri¨® el 17 de junio en su casa de la ciudad alemana de Colonia a los 80 a?os, ha sido una s¨ªntesis en s¨ª mismo. Una de las pocas personas capaz de ser a la vez alem¨¢n e ingl¨¦s y definirse como londinense, conjug¨® siempre el liberalismo pol¨ªtico con una visi¨®n social de la econom¨ªa, abraz¨® el europe¨ªsmo sin renunciar por ello a ser abiertamente proamericano y fue pol¨ªtico sin dejar de ser acad¨¦mico. Adem¨¢s, aunque se apunt¨® a la disciplina de los liberales-dem¨®cratas al aceptar su ingreso en la C¨¢mara de los Lores en 1993, prefiri¨® quedarse sin adscripci¨®n pol¨ªtica cuando su partido le pidi¨® que se abstuviera, en lugar de votar en contra, cuando no estaba de acuerdo con la l¨ªnea oficial en alg¨²n tema. Por encima de todo, lord Dahrendorf de Clare Market siempre apreci¨® la libertad.

Sostuvo que la UE "debe comprender que Estados Unidos es su socio natural"

La libertad real, no la libertad formal. Lo que ¨¦l llamaba el "orden liberal". "No puede haber un orden liberal sin democracia pol¨ªtica, pero la democracia pol¨ªtica por s¨ª sola no garantiza un orden liberal", dec¨ªa. A su juicio, para alcanzar ese orden liberal se deben dar tres condiciones: la democracia no debe tolerar a quienes se proponen destruirla, es decir, ha de prohibir los partidos extremistas; tiene que haber un Estado de derecho porque hay democracias sin ley y Estados de ley no democr¨¢ticos; tiene que haber una sociedad civil fuerte, una pluralidad de asociaciones y actividades c¨ªvicas regulada -pero no controlada- por el Estado.

A golpes de realidad

Ralf Dahrendorf se hizo liberal a golpes de realidad. Naci¨® en 1929 en Hamburgo, hijo de un pol¨ªtico del Partido Social Dem¨®crata que en 1933 fue detenido por los nazis, se pas¨® a la resistencia y fue arrestado de nuevo en 1944. ?l mismo fue detenido tambi¨¦n en 1944 y enviado a un campo al este del r¨ªo Oder, en lo que ahora es Polonia. Tuvo la suerte de que un soldado de las SS le echara a patadas cuando las tropas rusas estaban a punto de llegar. Los nazis ejecutaron a quienes quedaron dentro antes de que entraran los rusos.

Su familia se qued¨® en Berl¨ªn y su padre tuvo la intuici¨®n de buscar ayuda de amigos brit¨¢nicos y estadounidenses cuando los rusos le convocaron tras oponerse a la fusi¨®n de socialdem¨®cratas y comunistas en el Partido Socialista Unificado. A?os despu¨¦s, el oficial brit¨¢nico que en 1946 escolt¨® a los Dahrendorf fuera de Berl¨ªn, convertido con el tiempo en lord Annan, escolt¨® a Ralf en su introducci¨®n en la C¨¢mara de los Lores.

Combin¨® vida pol¨ªtica y acad¨¦mica. Brill¨® como estudiante primero en Alemania y luego en la London School of Economics, que dirigi¨® entre 1974 y 1984. Profesor en Oxford, escribi¨® una treintena de libros y destac¨® sobre todo en sus trabajos sobre la teor¨ªa del conflicto social.

Como pol¨ªtico se apunt¨® al Partido Liberal alem¨¢n y sirvi¨® como viceministro de Exteriores de Alemania antes de convertirse en comisario europeo en Bruselas. Fue siempre un ardiente defensor de la integraci¨®n europea, pero eso no le impidi¨® ser cr¨ªtico con la tendencia a la burocracia de los organismos comunitarios y oponerse tambi¨¦n a quienes conceb¨ªan Europa como un polo de oposici¨®n al poder¨ªo de Estados Unidos.

"La Uni¨®n Europea puede representar un modelo de cooperaci¨®n entre pa¨ªses caracterizados por la existencia del Estado de derecho y de la econom¨ªa de mercado: ¨¦sta es una definici¨®n b¨¢sica. Para m¨ª, el mayor peligro es el de que esa Europa termine por definirse siempre, o con frecuencia, como un polo opuesto a Estados Unidos; es decir, aquella que se dotar¨ªa de una identidad negativa, infausta. Europa debe comprender que EE UU es su socio natural, su aliado, la hermana junto a la cual integra el mundo libre. Y que, sin EE UU, Europa ser¨ªa menos libre", declar¨® en 2004 a este diario en una entrevista conjunta con Le Monde y La Repubblica en v¨ªsperas de la gran ampliaci¨®n de la UE a los pa¨ªses del Este.

Eran tiempos turbulentos por la guerra de Irak. Dahrendorf apoy¨® la invasi¨®n, pero eso no le impidi¨® firmar junto a Valery Giscard d'Estaing y Giuliano Amato una franca carta abierta a George W. Bush exigi¨¦ndole un compromiso de colaboraci¨®n con Europa y di¨¢logo con Rusia, China y los palestinos. En 2007, recibi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales.