?Por qu¨¦ nadie quiere ser director de colegio?
El 70% de los centros p¨²blicos tiene una direcci¨®n nombrada obligatoriamente
A lo largo de la primavera pasada, la totalidad de los colegios p¨²blicos de Euskadi han ido renovando sus equipos directivos. Y como viene siendo habitual, el proceso ha chocado con la falta de candidatos. Hasta el punto de que el 70% de las escuelas contar¨¢n con responsable nombrado de forma obligatoria por la administraci¨®n. El cargo de director carece del prestigio y el reconocimiento social y econ¨®mico que el puesto merece. ?sa es la principal causa por la que nadie, o casi nadie, quiera asumir la responsabilidad de forma voluntaria.
La falta de voluntarios se ha convertido en un fen¨®meno preocupante que el Departamento de Educaci¨®n no acierta a conjurar. A pesar de que este a?o el proceso de elecci¨®n seguido ha sido diferente al de otros a?os, ajust¨¢ndose a lo que marca la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE). Es decir, no ha sido electivo por parte del consejo escolar de cada centro, como ven¨ªa siendo habitual, sino que se ha hecho mediante una selecci¨®n de m¨¦ritos que ha evaluado una comisi¨®n delegada de cuatro miembros, entre ellos uno del servicio de Inspecci¨®n. En conjunto, se han tenido en cuenta criterios objetivos a la hora de la selecci¨®n.
Estar al frente de un centro requiere la m¨¢xima dedicaci¨®n, dicen los directores
La falta de candidatos ha vuelto a ser la norma en el nuevo proceso
Sin embargo, un factor que ha contribuido nuevamente a la falta de candidatos ha sido que la convocatoria no ha ido acompa?ada de otra norma regulando las condiciones de trabajo del puesto y estableciendo est¨ªmulos econ¨®micos y de otro tipo asociados a su desempe?o. As¨ª lo ha puesto de relieve el Consejo Escolar de Euskadi en su Nuevo estudio sobre la direcci¨®n en los centros p¨²blicos vascos, donde ha contado con la colaboraci¨®n de las asociaciones de directores de Primaria (Sarean) y Secundaria (BIHE). El Consejo ya hizo un estudio parecido en el 2000 y una d¨¦cada despu¨¦s la situaci¨®n que se diagnostic¨® entonces se mantiene en t¨¦rminos muy parecidos, con las mismas carencias.
La estabilidad e ilusi¨®n de un equipo directivo guarda estrecha relaci¨®n con el ¨¦xito o el fracaso del centro, seg¨²n opinan los propios profesionales. Donde es m¨¢s acusada la sensaci¨®n de inestabilidad es en la etapa de Secundaria, en la que la mayor¨ªa de los directores est¨¢ por un a?o. A su t¨¦rmino suelen dejar el cargo a otra persona o renovar, pero s¨®lo por otro a?o. Esta etapa es la m¨¢s compleja y la que m¨¢s desgaste supone para los profesores, ya que re¨²ne a alumnos de 12 a 16 a?os.
Con el paso del tiempo, la complejidad del puesto ha ido en aumento, al igual que las responsabilidades del titular. La liberaci¨®n horaria -reducci¨®n de las horas de clase a alumnos- es una de las reivindicaciones de los directores, que entienden que dirigir el proyecto educativo de un centro precisa la m¨¢xima dedicci¨®n posible. Al mismo tiempo, tambi¨¦n demandan cursos de formaci¨®n espec¨ªfica y un incentivo econ¨®mico que vaya acorde con sus nuevas tareas.
Dirigir el proyecto educativo de un centro requiere de la m¨¢xima atenci¨®n, argumentan los profesionales, que asumen la direcci¨®n m¨¢s por obligaci¨®n que por vocaci¨®n.
Los docentes que se encargan de la direcci¨®n de los colegios de la red p¨²blica cobran pluses mensuales que pueden rondar de los 200 a los 400 euros, dependiendo del n¨²mero de aulas y alumnos de cada centro. Demasiado poco, seg¨²n coinciden, todas las partes implicadas, para compensar el incremento de trabajo y responsabilidad que se asume.
Para Juan Carlos Adot, presidente de la Asociaci¨®n de Directores de Primaria-Sarean, hay que tener en cuenta el cambio radical que se ha dado en los ¨²ltimos a?os en los colegios, que han pasado de ser centros educativos donde solo trabajaban profesores y estudiaban los alumnos a ser casi empresas donde trabajan cocineros, personal subcontratado de autobuses, de comedores, etc.
De coordinar a 30 profesores se ha pasado a gestionar el trabajo de 60 o 70 personas. "La complejidad de la gesti¨®n del centro aumenta mucho y eso complica la b¨²squeda de candidatos para la direcci¨®n". Y mientras esa complejidad crece, el prestigio del cargo de director no se ha mantenido. "Carece de prestigio a nivel social y tampoco existe una formaci¨®n espec¨ªfica para el puesto", se?ala Adot.
A partir de su experiencia de m¨¢s de una d¨¦cada como director, Andoni Lizeaga plantea varios aspectos quedeben ser abordados para hacer m¨¢s atractivo ese puesto. Entre ellos, el reconocimiento de competencias y el apoyo suficiente por parte de la administraci¨®n para poder desarrollar los proyectos educativos de centro, y el incremento de los incentivos econ¨®micos, que son "m¨¢s que insuficientes". "Hay una gran desproporci¨®n entre el grado de responsabilidad que se le exige al cargo y el reconocimiento traducido en complementos de sueldo", agrega.
Precisamente, la responsabilidad que conlleva el cargo es uno de los factores que tiene mayor repercusi¨®n en la resistencia de los profesores a asumirlo y, en su caso, a continuar en ellos. "El acceso se hace muy duro y la finalizaci¨®n del compromiso adquirido suele saber a liberaci¨®n. Hay que conseguir que la asunci¨®n del cargo sea m¨¢s asequible y que d¨¦ pena abandonarlo", razona Andoni Lizeaga.
Desde la Asociaci¨®n de Directores de Secundaria-BIHE, su presidente Josu Agirre, resume as¨ª la situaci¨®n: "Las cuestiones que inciden en la falta de candidatos son la falta de preparaci¨®n para hacer frente a la creciente complejidad del gobierno de un centro escolar, la escasez de incentivos profesionales que atraigan al personal docente a asumir una mayor responsabilidad, la insuficiente corresponsabilidad de la Administraci¨®n Educativa respecto al desarrollo de proyectos de mejora educativa del centro y la poca valoraci¨®n social y profesional de los directivos".
La consejera de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, ya ha mostrado su preocupaci¨®n por lo que est¨¢ ocurriendo con los directores. Durante su comparecencia ante la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Parlamento para presentar su programa de legislatura avanz¨® que potenciar¨¢ la formaci¨®n y la consolidaci¨®n de un porcentaje de complemento retributivo para incentivar la estabilidad de los directores y jefes de estudio. "Los equipos directivos son uno de los ejes del sistema educativo, en la medida en que son el canal de comunicaci¨®n m¨¢s directo entre la realidad de los centros y la administraci¨®n educativa", resalt¨® Cela¨¢.
![Una clase de educaci¨®n primaria en un colegio de Vitoria.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EGAUTJTAUGD232MB4HUYY7RPOQ.jpg?auth=388a487d9fa59298fdd0e31ff817d21119fd1f1a129cafbd935f1b4da7b35b6c&width=414)
"Hay que hacer la tarea atractiva"
Andoni Lizeaga ha sido director de la
ikastola
IBAI de San Sebasti¨¢n durante 11 a?os y en la actualidad trabaja como profesor en Secundaria. En su opini¨®n, el primer problema es que a nadie de los que actualmente son susceptibles de ocupar alg¨²n cargo se le plante¨® durante su formaci¨®n inicial "la posibilidad de que alg¨²n d¨ªa nos encontrar¨ªamos ante esta responsabilidad". "Actualmente", se?ala, "parece ser que en las escuelas de magisterio se empieza a tratar este tema. Porque, como punto de partida, somos docentes y, principalmente, es la tarea pedag¨®gica la que m¨¢s nos atrae". No obstante, admite que los temas de gesti¨®n y organizaci¨®n tienen tambi¨¦n unos componentes muy interesantes de cara al desarrollo profesional de uno mismo, donde se puede dar cauce a capacidades personales que en el d¨ªa a d¨ªa del aula no son tan f¨¢ciles de llevar adelante. "Quiero decir con esto que la tarea directiva puede llegar a ser atractiva", explica Lizeaga.
Por eso, a?ade, no s¨®lo habr¨ªa que favorecer el acceso al cargo, sino tambi¨¦n la permanencia en ¨¦l. "Habr¨ªa que cuidar una serie de aspectos, como tener suficiente tiempo para ocuparse del trabajo. Es muy normal que la jornada laboral del director sea bastante m¨¢s amplia que la exigible por convenio y que a lo largo de su jornada hayan tenido que dar clases, porque no hay suficientes horas de liberaci¨®n para el equipo directivo".
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