Leo Nucci, primer bis en el Teatro Real

No le hizo falta ensayar. Lleg¨®, se enfund¨® su traje de Rigoletto, se enfrent¨® al p¨²blico que la noche del lunes abarrotaba el Teatro Real... y arras¨®. El bar¨ªtono italiano Leo Nucci interpretaba el d¨²o S¨ª, vendetta, tremenda vendetta junto a la soprano Patrizia Ciofi cuando el p¨²blico irrumpi¨® en aplausos. La ovaci¨®n contagi¨® a los integrantes del coro que estaban sobre el escenario, y oblig¨® a Nucci a cantar un bis durante la ¨®pera Rigoletto. El bar¨ªtono italiano hizo historia. Nunca hab¨ªa sucedido algo as¨ª en el coliseo madrile?o.

Nucci lleva 42 a?os representando Rigoletto y en 433 ocasiones ha asumido ese papel. Demasiadas noches sobre su espalda para aceptar imposiciones de la directora de escena. ?sta le pidi¨® que se quitase la joroba y no arrastrase la pierna para la representaci¨®n. No se pleg¨® a las exigencias, y triunf¨®. Ayer, la adrenalina segu¨ªa en su cuerpo. Nucci no pudo dormir. En su mente se agolpaban los rostros que han conformado el paisaje de sus 67 a?os de vida. Sus or¨ªgenes, hijo de minero muerto de silicosis; su trabajo de adolescente en la herrer¨ªa familiar; sus estudios de canto pagados con esfuerzo y sacrificio, y los a?os viajando de teatro en teatro. Mientras hablaba, sus ojos grises humedecidos revelaban que la emoci¨®n segu¨ªa a flor de piel. "Esta profesi¨®n tiene muchas cosas maravillosas, entre otras que cada noche es diferente. Te ofrece la oportunidad de conocer a compa?eros estupendos y enfrentarte a un p¨²blico que es capaz de transmitir algo especial". El lunes sinti¨® que en el ambiente del Real hab¨ªa una atm¨®sfera distinta. "Nunca me suele ocurrir, pero justo antes de salir al escenario ped¨ª las partituras. Hab¨ªa algo que me provocaba cierta zozobra y no sab¨ªa qu¨¦ era. Sal¨ª a escena y me sent¨ª reconfortado. Cant¨¦ con una tranquilidad absoluta. Fue apote¨®sico". ?Qu¨¦ pens¨®? "Todav¨ªa ahora me cuesta digerirlo. No soy un divo, nunca lo he sido. Por eso ese tipo de cosas me siguen emocionando. Pens¨¦ en mi vida".

Defensor a ultranza de los compositores frente a los directores de escena, con los que ha mantenido m¨¢s de una confrontaci¨®n por su desconocimiento de la obra, Nucci sostiene que en la ¨®pera "la dramaturgia est¨¢ en la partitura, y cuando uno canta lo que debe hacer es leer lo que escribi¨® el autor". No contento con explicar lo que quiere decir, realiza en prosa diferentes entonaciones para una misma frase. Ante la sorpresa de quien le escucha comienza a cantar un fragmento del d¨²o S¨ª, vendetta, tremenda vendetta. "Esto lo puedo hacer porque Verdi lo escribi¨®. La ¨®pera es un espect¨¢culo loco, loco pero maravilloso. El m¨¢s completo, pero el m¨¢s loco. Si no est¨¢ bien hecho y no se respeta la intenci¨®n de su autor al final se crea otra cosa que tambi¨¦n es espect¨¢culo, aunque no ¨®pera". Le ha gustado la puesta en escena de Michael Levine. "Es elegante y no me ha molestado para desempe?ar mi trabajo". Leo Nucci, que hasta el lunes no hab¨ªa pisado la plataforma hidr¨¢ulica por la que caminan los int¨¦rpretes de Rigoletto, se movi¨® por el escenario sin problemas y con un dominio de la escena aplastante. "A lo largo de mi carrera me he encontrado con demasiados directores de escena que eran unos ignorantes de la obra que ten¨ªan intenci¨®n de dirigir, y eso me parece insoportable". Confiesa que es meticuloso en su vida diaria, que tiene archivados documentos sobre las ¨®peras que ha interpretado, programas de mano, notas de admiradores. Leo Nucci volver¨¢ a la arena de Verona este verano y despu¨¦s descansar¨¢. "En mi primer Rigoletto mi esposa estaba embarazada. En mi ¨²ltimo soy abuelo de dos nietas. ?sa es la fuerza de mi personaje, la experiencia".Ha representado durante 42 a?os en 433 ocasiones el papel de Rigoletto

Un bis hist¨®rico en el Teatro Real