Ismail Kadar¨¦, Quijote en los Balcanes

Para Ismail Kadar¨¦, el escritor alban¨¦s galardonado ayer con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras, la cabalgata de Don Quijote lleg¨®, gracias a traductores y lectores, hasta las convulsas tierras de los Balcanes. En su opini¨®n, "las pen¨ªnsulas Ib¨¦rica y Balc¨¢nica tienen en com¨²n el haber sido escenario de los dos mayores intentos de imponer en Europa poderes y culturas que ven¨ªan del Oriente pr¨®ximo". Kadar¨¦, que vive entre Par¨ªs y Tirana, convers¨® ayer con este diario desde su casa de la capital de Albania.

La l¨ªnea divisoria entre islam y cristiandad pas¨® durante trescientos a?os por los Balcanes, y ese conflicto est¨¢ presente en algunas de sus novelas hist¨®ricas, como Los tambores de la lluvia, feroz narraci¨®n del cerco de las tropas turcas a una ciudadela albanesa. Pero el v¨ªnculo entre Espa?a y Albania no pasa s¨®lo, seg¨²n ¨¦l, por los paralelismos hist¨®ricos. "En los Balcanes hay mucho de Don Quijote", afirma, y uno siente que hay verdadera simpat¨ªa hacia todo lo espa?ol en este hombre, que tiene fama de parco en palabras y al que se puede ver por la ma?ana tomando un caf¨¦ en la terraza del parisiense caf¨¦ Le Rostand, frente a los jardines del Luxemburgo.

"El pensamiento de la gente es muy codiciado, en los sue?os es libre"

"Nuestro car¨¢cter es quijotesco, en el buen sentido del t¨¦rmino, porque yo como escritor aprecio en Don Quijote no s¨®lo la locura, sino la fantasmagor¨ªa, ese hermoso delirio que tiene que ver con la libertad". De ese amor naci¨® su texto Don Quijote en los Balcanes, en el que explica c¨®mo se ve al hidalgo en Albania. "All¨ª es muy popular", comenta, "se le considera como un personaje nacional, y son muchos los escritores albaneses que han se?alado el paralelismo entre las andanzas de Don Quijote y las de los aventureros balc¨¢nicos que se adentraban en el Imperio otomano en la ¨¦poca de la dominaci¨®n turca".

Ante esos s¨®lidos v¨ªnculos culturales, la discrepancia sobre la independencia de Kosovo (no reconocida por Espa?a) le parece anecd¨®tica: "Tiene que ver con la pol¨ªtica interna de Espa?a, pero es cuesti¨®n de tiempo. En Kosovo s¨®lo se normaliz¨® una situaci¨®n anormal".

Figura prominente de la disidencia contra el r¨¦gimen comunista totalitario de Enver Hoxa durante los a?os 80, Kadar¨¦ ha diseccionado con precisi¨®n cirujana los mecanismos del totalitarismo, a trav¨¦s de relatos que tienen mucho de on¨ªricos. La novela El palacio de los sue?os es quiz¨¢ su mejor ejemplo: en ella, un enjambre de bur¨®cratas se dedicaba a reunir, clasificar y estudiar los sue?os de todos los habitantes del pa¨ªs. "La escrib¨ª en el momento m¨¢s duro del comunismo alban¨¦s", recuerda Kadar¨¦, y a?ade ir¨®nico: "Creo que fue un libro muy bien le¨ªdo en su momento por todo el mundo, incluida la dictadura, que supo ver la cr¨ªtica del totalitarismo que conten¨ªa y lo prohibi¨®. Pero como la prohibici¨®n fue despu¨¦s de que se publicara y estuviera ya casi vendida toda la edici¨®n, produjo el efecto parad¨®jico de hacer que la gente lo releyera de manera m¨¢s atenta y m¨¢s profunda".

Bajo el totalitarismo, a?ade, "el pensamiento de la gente est¨¢ muy codificado, aunque en los sue?os es libre. Por eso los Gobiernos totalitarios est¨¢n obsesionados por controlar tambi¨¦n la intimidad, el lado emocional de las personas. Porque ¨¦se es el territorio en el que se refugia la libertad cuando se vive bajo la opresi¨®n. No bastan las c¨¢rceles, se trata de penetrar en la conciencia y controlarla".

Veinte a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la mirada de Kadar¨¦ sigue siendo cr¨ªtica ("Es innegable que Albania ha progresado, pero ese progreso no ha sido tanto ni tan bueno como so?¨¢bamos"), pero en su pensamiento late un optimismo al que quiz¨¢ habr¨ªa que calificar de escarmentado. "Europa ha presentado en algunos momentos de la historia un rostro duro, oscuro, basta pensar en la Inquisici¨®n o en el comunismo", explica. "Sin embargo, lo maravilloso es que ha sido capaz de luchar contra sus propios demonios. Ha sabido autocriticarse, asumir sus faltas".