El CNI es noticia

La comparecencia del director del CNI, Alberto Saiz, ante la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso sirvi¨® para ratificar que el organismo atraviesa dificultades internas. M¨¢s all¨¢ de que hayan aparecido en forma de denuncias sobre los gastos privados de Saiz, no puede perderse de vista el n¨²cleo del problema: el centro, bajo la gesti¨®n de Saiz, se ha convertido en noticia. El Gobierno, con todo, adopt¨® la decisi¨®n de confirmarlo por un nuevo mandato de cinco a?os para no ceder a la presi¨®n de las denuncias, y el resultado no ha sido una sorpresa: las denuncias se han redoblado.

No se deber¨ªa utilizar la situaci¨®n interna del CNI como ocasi¨®n propicia para cobrarse una pieza pol¨ªtica. Es mucho lo que est¨¢ en juego como para no abordar el asunto desde la responsabilidad institucional. Pero eso no significa que el Congreso deje de investigar las denuncias ni que, en el supuesto de que resultaran falsas, no se depurasen responsabilidades internas. Y en este segundo aspecto, el director del CNI no puede limitarse a expresar sospechas sobre sus colaboradores sin aclarar, al mismo tiempo, las decisiones adoptadas contra los agentes que pudieran estar implicados.

Saiz compareci¨® en el Congreso con facturas para acreditar que ha pagado de su bolsillo los gastos que, seg¨²n las denuncias, habr¨ªa cargado al presupuesto del CNI. Los diputados de la Comisi¨®n de Secretos Oficiales se enfrentan a una cuesti¨®n de hecho: comprobar que las facturas demuestran qui¨¦n cancel¨® esas cuentas. Y si, como se ha llegado a insinuar, las facturas fueran falsas, la carga de la prueba recaer¨ªa sobre quien defienda esta afirmaci¨®n; no corresponder¨ªa, pues, al director del centro demostrar que son verdaderas.

Las denuncias contra Saiz le acusan, adem¨¢s, de contratar familiares y amigos. El director aleg¨® ante la comisi¨®n que la identidad de los agentes est¨¢ protegida por ley y que los controles para ingresar en el centro son rigurosos y obligatorios para todo el personal. No dijo, sin embargo, que no los hubiera contratado, y ¨¦se fue el punto m¨¢s d¨¦bil para la mayor¨ªa de la comisi¨®n. Sobre el buen hacer de los diputados recae estimar, dentro de los l¨ªmites que establece la normativa por la que se rige el centro, si hubo trato de favor y, en ese caso, qu¨¦ responsabilidades cabr¨ªa exigir a Saiz. El CNI no puede convertirse en el nuevo campo de batalla para la lucha entre partidos.