El c¨¢ncer de mama pierde cada d¨ªa m¨¢s batallas con la vida
El 80% de las mujeres conservan el pecho tras la extirpaci¨®n de un tumor
Hoy el c¨¢ncer de mama se cura en m¨¢s de un 90% de los casos si se coge a tiempo. Pero, en cualquier caso, "despu¨¦s del c¨¢ncer hay vida... Vida a partir de la enfermedad", dice Jos¨¦ Manuel de Le¨®n Carrillo, presidente del XXVIII congreso de la Sociedad Espa?ola de Senolog¨ªa y Patolog¨ªa Mamaria, celebrado el pasado junio en Sevilla. Este es su mensaje. Y esto es, tambi¨¦n, lo que quiere trasmitirle a esas 332.000 mujeres que, tan s¨®lo en Andaluc¨ªa, contraer¨¢n a lo largo de su vida esta enfermedad; aproximadamente, una de cada 12; el 10% de ellas, por causas gen¨¦ticas. Es decir, unas 33.200 mujeres andaluzas viven expuestas al c¨¢ncer hereditario. "Con ellas es con quienes, principalmente, tenemos que hacer prevenci¨®n", pide este cirujano, coordinador de la Unidad de Patolog¨ªa Mamaria del hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla.
Muchas mujeres recurren antes a Internet que a un segundo m¨¦dico
El 75% de las operadas llevan una vida normal tras 10 a?os del diagn¨®stico
Entre los temas tratados en el citado congreso -en el que se han dado cita m¨¢s de medio millar de especialistas-, destacan el tratamiento individualizado del c¨¢ncer de mama, ya casi "a la carta" como suele decirse, a partir, sobre todo, de la ¨²ltima generaci¨®n de f¨¢rmacos descubiertos, m¨¢s precisos y espec¨ªficos, y de los ¨²ltimos hallazgos gen¨¦ticos con la selecci¨®n posterior de embriones. Tambi¨¦n se ha abordado el avance espectacular de las t¨¦cnicas diagn¨®sticas y las reconstructivas de la mama. A este respecto existe una t¨¦cnica, a¨²n en estudio, que preserva, congelada, para una posterior implantaci¨®n, la areola y pez¨®n de la paciente, con el consiguiente beneficio posterior.
Las nuevas t¨¦cnicas anest¨¦sicas, menos agresivas y m¨¢s eficaces, o c¨®mo se puede tener hoy un normal embarazo despu¨¦s de haber sufrido un c¨¢ncer, fueron, tambi¨¦n, argumentos de discusi¨®n. La realidad es que los avances en materia de c¨¢ncer de mama permiten que, hoy, m¨¢s de un 75% de las mujeres operadas de esta patolog¨ªa lleven una vida normal despu¨¦s de diez a?os de haber sido diagnosticadas.
De cada diez mujeres que se operan, s¨®lo a dos se les elimina el pecho en el curso de la intervenci¨®n, aunque a una de ¨¦stas se le reconstruye en esa misma intervenci¨®n. "Y a la otra, a la ¨²nica que, digamos, pierde la mama, se le ofrece la posibilidad de una reconstrucci¨®n posterior, si ella lo desea", explica Le¨®n Carrillo.
Tales porcentajes de ¨¦xito eran impensables hace tan s¨®lo cinco a?os. Entonces, de cada diez mujeres que llegaban al quir¨®fano para una intervenci¨®n de este tipo, s¨®lo cinco conservaban la mama; a las otras cinco se le eliminaba. "Y era muy dif¨ªcil que luego alguna de ellas optase por una reconstrucci¨®n".
Las campa?as de detecci¨®n precoz -"claves", seg¨²n todos los especialistas-, y la atenci¨®n coordinada y multidisciplinar que hoy se est¨¢ imponiendo por encima de la "cirug¨ªa de autor" posibilitan estos buenos resultados. Cada paciente recibe la atenci¨®n de m¨¢s de una docena de profesionales de otras tantas especialidades, que van desde la del ginec¨®logo, genetistas, o del cirujano pl¨¢stico, hasta la del fisioterapeuta, o la de la enfermer¨ªa especializada. Esto permite un abordaje casi personalizado con f¨¢rmacos biol¨®gicos que act¨²an selectivamente, adem¨¢s de una cirug¨ªa m¨ªnimamente invasiva, y en un tiempo r¨¦cord de tres semanas desde que se diagnostica el tumor, explica el especialista del Virgen del Roc¨ªo. Otros avances c¨®mo la radiograf¨ªa digital, la resonancia magn¨¦tica o la ecograf¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n contribuyen, tambi¨¦n, a incrementar estos ¨¦xitos.
Hoy, pr¨¢cticamente, ya no hay intervenciones diagn¨®sticas para el c¨¢ncer de mama; los diagn¨®sticos se hacen previamente sin necesidad de colocar en la mesa de operaciones a la paciente. Ahora la informaci¨®n es sumamente completa y precisa. Como la que tienen ya las mujeres diagnosticadas que acuden a Internet en busca de esa literatura sobre la enfermedad que a cada uno le afecta. "Con frecuencia, cuando vuelven a vernos despu¨¦s del diagn¨®stico, nos examinan...", comenta Le¨®n Carrillo. "Saben ya tanto o m¨¢s que nosotros sobre el tema. Y entonces preguntan y preguntan... La verdad es que muchas mujeres recurren antes a Internet que a una segunda opini¨®n m¨¦dica. Esto no es malo ni bueno; lo importante es como abordamos todos, la paciente tambi¨¦n, este tipo de c¨¢ncer", resume el especialista.
Aumento entre varones
Entre los aproximadamente 8.300.000 habitantes que hoy tiene Andaluc¨ªa, hay 11.600 hombres que padecer¨¢n un c¨¢ncer de mama a lo largo de su vida. En porcentaje, el dato no significa gran cosa (apenas un 0,28% de la poblaci¨®n masculina va a verse afectada por esta enfermedad), pero el aumento est¨¢ siendo tan espectacular en los ¨²ltimos a?os que los especialistas est¨¢n preocupados; como se suele decir vulgarmente, andan "mosqueados".
"Hace unos d¨ªas, por ejemplo, ten¨ªamos ingresados aqu¨ª, en la Unidad, a tres hombres con c¨¢ncer de mama; algo inimaginable no hace tanto tiempo", comenta Jos¨¦ Manuel de Le¨®n Carrillo. Al servicio que ¨¦l coordina llegaban hace muy poco uno o dos hombres por a?o; ahora, raro es el mes que no llegan uno dos al mes con c¨¢ncer de mama, recuerda.
El a?o pasado, de las 480 intervenciones de patolog¨ªa mamaria que realiz¨® el equipo de Le¨®n Carrillo, 17 fueron practicadas a hombres. ?Las causas?
El cirujano sevillano sospecha que pueden ser de tipo ambiental. "Pero nada sabemos todav¨ªa al respecto. Algo estamos comiendo o respirando que lleva a los hombres a desarrollar, cada d¨ªa m¨¢s frecuentemente, un c¨¢ncer de mama", concluye.
Tambi¨¦n, posiblemente, el aumento de peso en la poblaci¨®n, y la consiguiente concentraci¨®n de grasa en las mamas pudieran tener algo que ver.
Los primeros s¨ªntomas, como en el caso de las mujeres, suelen ser un bulto en la mama o la supuraci¨®n por la zona del pez¨®n. Y los protocolos quir¨²rgico-terap¨¦uticos tambi¨¦n son los mismos, aunque con unos resultados mucho menos traum¨¢ticos, se supone, cuando, por ejemplo, hay que proceder a una extirpaci¨®n.
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