Michael Jackson, adi¨®s
Hay muertes que producen una extra?a pena, diferente al resto. Esa pena que nace, quiz¨¢s, de la incredulidad. Lo dificil que era creer que alguien como Michael Jackson, a pesar de dos d¨¦cadas de ca¨ªdas, excentricidades y esc¨¢ndalos dejara, en alg¨²n momento, de existir. Dif¨ªcil de creer que alguien que durante a?os nos lo hizo pasar tan bien desapareciera.
Entristece pensar que ha fallecido solo, cuando un d¨ªa el mundo fue suyo. Ese d¨ªa en el que derrochaba talento, magia y una silueta que forma parte del siglo XX como la de Hitchcock, Chaplin, Marilyn Monroe o Mickey Mouse. Ese d¨ªa que dur¨® lo que duraron los a?os ochenta. Ese d¨ªa que se llama Billy Jean, Beat it, Smooth Criminal. Ese d¨ªa que vuelve hoy, cuando se apaga su vida.
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