Para todos los gustos
Los j¨®venes arquitectos desarrollan una obra heterog¨¦nea
Pronto quedaron claras algunas cosas (luego vendr¨ªan otras) en las jornadas que se celebraron en el valle navarro de Ultzama el pasado fin de semana: la paridad entre los j¨®venes arquitectos es una afortunada realidad (proliferan las mujeres en una profesi¨®n hasta hace poco masculina). Entre las nuevas generaciones no hay un pensamiento ¨²nico, ni dos, sino pura heterogeneidad. Y una mayor¨ªa de los nuevos, a pesar de su excelencia, trabaja con honorarios exiguos. Es un momento que el soci¨®logo Jos¨¦ Miguel Iribas define como "la etapa de proletarizaci¨®n de los arquitectos".
Los tres d¨ªas de encierro en pleno coraz¨®n de la naturaleza sirvieron para conectar a 13 estudios de j¨®venes con colegas de generaciones anteriores (Carlos Ferrater, Patxi Mangado, Guillermo V¨¢zquez Consuegra, Javier Mozas o Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga). Con este I Campus Ultzama echa a andar la Fundaci¨®n Arquitectura y Sociedad (www.arquitecturaysociedad.com).
Los nuevos, a pesar de su excelencia, trabajan con honorarios exiguos
?stas son algunas l¨ªneas que muestran la arquitectura que viene y varios de sus protagonistas.
- Trabajo en equipo. El nuevo arquitecto ya no trabaja en soledad metido en su estudio. Ahora son equipos multidisciplinares, especies de cooperativas que se extienden por todo el mundo, como el colectivo Zuloark. Mangado lo denomina "la socializaci¨®n de la arquitectura": la figura reconocida se diluye en favor del equipo.
- Experimentaci¨®n y nuevos lenguajes. Las nuevas tecnolog¨ªas, b¨¢sicamente el trabajo en la red, protagonizan su actividad. Para algunos, el propio m¨¦todo de trabajo, de corte abstracto les fascina tanto que se convierte en un fin en s¨ª mismo obviando otras preocupaciones. Investigan lenguajes y formas de expresi¨®n que les permitan sacar la cabeza y distinguirse de sus predecesores y el foco principal est¨¢ en Madrid. Es el caso de Daniel Ib¨¢?ez y Rodrigo Rubio (estudio MaRGen).
- Arquitectura econ¨®mica y radical. Es una manera de funcionar a peque?a escala, casi de forma artesanal, con la vista puesta en lo cotidiano y muy cerca del usuario. Es una arquitectura espec¨ªfica, no global, y en general sus protagonistas est¨¢n en la periferia. La que practican, entre otros, Francisco Cifuentes, Emiliano L¨®pez, Santiago Carroquino, Mar¨ªa Hurtado de Mendoza (Entresitio) y Fernando Oiza (Koarquitectura).
- Capacidad para crear usos polivalentes. Algunos j¨®venes se sienten muy atra¨ªdos por intervenir en las realidades complejas, como Izaskun Chinchilla o Andr¨¦s Jaque. Poseen gran capacidad anal¨ªtica para detectar los problemas, pero frecuentemente su discurso se queda ah¨ª, porque no encuentran la oportunidad de ponerlo en pr¨¢ctica. Los j¨®venes lo compensan con un lado m¨¢s medi¨¢tico consiguiendo as¨ª hacer visibles sus propuestas.
- De corte social. Hay una arquitectura muy consciente del entorno, del tipo de cliente y del contexto donde se desarrolla. Utiliza las armas tradicionales como el conocimiento hist¨®rico y de los materiales para lograr un resultado atractivo. Eva Luque (LosdelDesierto) N¨¦stor Montenegro (dosmasuno) y Luciano G. Alfaya (Studio Mmasa), son algunos de sus exponentes.
- El valor de lo sensato. Los 10 principios que expuso Belinda Tato (ecosistema urbano) lo dicen todo: cuidar lo p¨²blico; desarrollar una cr¨ªtica constructiva; pensar en bajo coste; transformaciones inmediatas a trav¨¦s de acciones urbanas; implicar a los ciudadanos; crear sistemas abiertos; construir redes; reactivar lo existente; lo intangible tambi¨¦n es arquitectura, y s¨¦ optimista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.