Inmovilismo 'made in USA'
La gran actuaci¨®n de Estados Unidos en la Copa Confederaciones no supondr¨¢ un impulso especial para el f¨²tbol en el pa¨ªs
Ocurri¨® tras eliminar a Espa?a en las semifinales y sucedi¨® lo mismo tras tener contra las cuerdas a Brasil en la final. El ¨¦xito, el subcampeonato, en la Copa Confederaciones no cambia apenas nada. Estados Unidos juega al soccer, no al f¨²tbol. Y el soccer est¨¢ en el pa¨ªs del b¨¦isbol, del baloncesto, del rugby americano y del h¨®ckey sobre hielo. Las palabras de Bob Bradley, el entrenador g¨¦lido que s¨®lo esboz¨® una sonrisa despu¨¦s de cortar la racha triunfal espa?ola, son un ejemplo. "Sabemos que vamos mejorando, pero eso no significa que la derrota vaya a ser m¨¢s f¨¢cil de asimilar", dijo con su cara torturada; "nos damos cuenta de que somos capaces de jugar contra grandes equipos y pon¨¦rselo dif¨ªcil. Estamos decepcionados, pero hemos ganado confianza".
Es imposible que el 'soccer' llegue a competir con el b¨¦isbol, el baloncesto o el rugby
No se abrir¨¢ la veda para fichar a grandes jugadores en vez de a veteranos ya de vuelta
S¨®lo eso. M¨¢s importancia a una derrota en la cumbre que a haber dado la gran sorpresa. Como si llegar adonde lleg¨® un equipo del nivel del norteamericano, limitado pero asead¨ªsimo, trabajador incansable, con suerte incluso, pero despu¨¦s de tanto esfuerzo, fuese algo de todos los d¨ªas. No parece el an¨¢lisis del responsable de una selecci¨®n que ha rozado la gloria tras estar pr¨¢cticamente eliminada despu¨¦s de perder los dos primeros partidos del torneo. Como si pasar de lo casi normal a la haza?a no mereciera ninguna campana al vuelo. Pues... no. La misma decepci¨®n de LeBron James por no llegar a la final de la NBA o de Tyson Gay por salir mal aunque hiciera los 100 metros en 9,75 segundos.
Todo cuadriculado, salvando cualquier distancia. Nada se mueve. Los estamentos son s¨®lidos y el resultado obtenido en Sur¨¢frica es s¨®lo la prueba de que se est¨¢n haciendo las cosas bien. Pero no habr¨¢ boom de licencias de jugadores ni se abrir¨¢ la veda para los grandes fichajes en vez de permitir s¨®lo veteranos ya de vuelta. Es el equivalente a un todo en orden, mi capit¨¢n, y si se consiguen m¨¢s gestas con lo que hay tanto mejor, pero ya somos la primera potencia en muchas otras cosas.
Estados Unidos va segundo en el torneo hexagonal de la Concacaf para el Mundial de 2010 y, aunque se clasificar¨¢n los tres primeros y el cuarto jugar¨¢ una repesca contra el quinto del grupo suramericano, el billete no est¨¢ conseguido. Y en eso hay que aplicarse. Casi a la japonesa. Ni una celebraci¨®n.
?Llegar a la final de una gran competici¨®n, aunque sea tan particular como la Copa Confederaciones, es para tratarlo a beneficio de inventario? Casi. Apenas para la abrumadora estad¨ªstica del deporte norteamericano. S¨®lo se recuerda que Estados Unidos lleg¨® a las semifinales del primer Mundial, el de 1930, y a los cuartos del antepen¨²ltimo, el de 2002. Y la derrota ante Brasil s¨®lo se contabiliza como la 15? en 16 enfrentamientos. Al menos, en el libro dorado de las consideradas grandes victorias est¨¢ la ¨²nica lograda, en febrero de 1998, por 1-0 en la Copa de Oro. Como ha quedado la obtenida sobre Espa?a y otras del pasado. Sorpresas: 1-0 a Inglaterra en el Mundial de 1950 (como Espa?a); 2-1 a Colombia en el de 1994, y 3-2 a Portugal o 2-0 a M¨¦xico en el de 2002.
La ¨¦pica queda para otros. Tras valorar con mesura el m¨¦rito de ponerse con un 2-0 ante Brasil, pentacampe¨®n del mundo, los comentaristas no han dudado en criticar a la FIFA por su negativa a permitir aclarar jugadas importantes con el v¨ªdeo, como el cabezazo de Kak¨¢ que sac¨® Howard de dentro.
Eso s¨ª, los medios se han visto obligados a destacar la gran actuaci¨®n estadounidense en sus portadas. Pero fij¨¢ndose m¨¢s en el triunfo de Brasil que en el m¨¦rito de su equipo. Y sin tocar formatos tradicionales. M¨¢s informaci¨®n del soccer... en p¨¢ginas muy interiores. Inmovilismo made in USA. Tal vez, si se repite algo similar en el pr¨®ximo Mundial se mueva m¨¢s el gigante. S¨®lo tal vez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.