Un libro y un cuadro al rescate de Artemisia

Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 - N¨¢poles, 1652/53) pint¨® el ¨®leo Judith y Olofernes en 1612, casi a la vez que comenzaba el proceso contra su violador y maestro de perspectiva, Agostino Tassi. Puede que la violencia nunca haya sido representada con la genialidad con la que esta Judith clava su espada en la garganta de Olofernes. El colorido del barroco se reinventa en esta obra para hablar del dolor.

Marginada por la historia por el simple hecho de ser mujer, su nombre se recupera ahora por dos acontecimientos diferentes. Por un lado, el Museo Thyssen expone hasta el 2 de agosto esta obra maestra prestada por el Museo Capodimonte de N¨¢poles. Por otro, la vida de la pintora se rescata con la edici¨®n en espa?ol de Artemisia, (ediciones Alfabia) una biograf¨ªa novelada de la artista escrita por Anna Banti (1895-1985) y traducida y prologada por la eurodiputada socialista Carmen Romero. El libro cuenta con un ensayo introductorio de Susan Sontag.

Jorge Sempr¨²n, ministro de Cultura con Felipe Gonz¨¢lez, record¨® el martes durante la presentaci¨®n del libro, que descubri¨® el ¨®leo Judith y Olofernes en el oto?o de 1985, por insistencia de su mejor amigo, Javier Pradera. "Me dijo que de ninguna manera me pod¨ªa perder la exposici¨®n de pintura napolitana que se hac¨ªa aqu¨ª, en este mismo edificio, entonces dependiente del Prado, y que de ninguna manera me pod¨ªa perder esta obra de Artemisia. Qued¨¦ deslumbrado. Nunca agradecer¨¦ bastante la recomendaci¨®n". Sempr¨²n se concedi¨® un momento para la nostalgia recordando que con ¨¦l se cerr¨® la operaci¨®n iniciada por Javier Solana para desligar del Prado el palacio Villahermosa, futura sede la Fundaci¨®n Thyssen. "Aquellas ¨¢speras discusiones me hacen ahora feliz al contemplar este tri¨¢ngulo m¨¢gico que forman el Prado, El Reina Sof¨ªa y el Thyssen".

Romero glos¨® la figura de la pintora y la de la autora del libro, que ella ha traducido, con el asesoramiento del acad¨¦mico Francisco Rico. "Hasta que conocimos las investigaciones de Anna Banti, las noticias sobre Artemisia hablaban de una gran pintora, hija de un gran artista, Orazio Gentileschi, que fue violada por otro gran pintor. Banti trabaj¨® con actas?y?documentos, prosigue Romero, "pero,?adem¨¢s, aporta la verdad po¨¦tica. Es una obra literaria de gran calidad en la que, a trav¨¦s de un di¨¢logo a dos voces, se muestra la complejidad del personaje de Artemisia y su mundo de relaciones, una red de relaciones muy bien narrada".

La traductora record¨® que la primera versi¨®n de Artemisia desapareci¨® entre las cenizas de la Italia ocupada por los nazis. "La nueva obra surgida de aquellos rescoldos superpone as¨ª dos tragedias vividas por dos mujeres: la soledad de la artista marginada por haber sido violada y la de la escritora que contempl¨® con horror c¨®mo las llamas destru¨ªan Florencia".

La biograf¨ªa novelada reconstruye la historia de una mujer que quiso ser tan libre como un hombre, y c¨®mo consigue imponer su independencia a cambio de un permanente sufrimiento. Otra cosa es que la historia del arte le haya dado el lugar que merece. Aunque se sabe que su produci¨®n fue amplia, no son m¨¢s de cuarenta las obras que claramente se le atribuyen. Persiste la duda de que muchas de su padre, fueran, en realidad de la hija. Romero insiste en que la difusi¨®n mayoritaria de su obra es esencial para conseguir ese reconocimiento.?