El m¨¢s honorable
Seg¨²n Mariano Rajoy, es ya una necesidad imperiosa, una necesidad acuciante, "recuperar los valores arraigados en la sociedad espa?ola". Esto dijo en su discurso pronunciado en Valencia el pasado s¨¢bado a donde vino para celebrar el primer aniversario de su elecci¨®n como presidente del PP. Y nada mejor que elegir Valencia para pronunciar estas palabras. Porque es en Valencia donde m¨¢s arraigados est¨¢n esos valores que Rajoy considera de una necesidad imperiosa y acuciante recuperar.
Veamos. La alcaldesa Rita Barber¨¤ y sus concejales del PP han rechazado, por tercera vez, retirar los s¨ªmbolos franquistas en edificios municipales y espacios p¨²blicos de la ciudad. Sin duda deben considerar estos s¨ªmbolos como "valores fuertemente arraigados". Sin embargo, en Madrid, con ser Madrid, su Ayuntamiento acaba de aprobar, por unanimidad del PP, PSOE e IU, retirar todos los honores que durante la dictadura concedieron a Franco y su familia, como alcalde honorario de la capital, hijo adoptivo y medallas de oro y honor. Pero aqu¨ª estamos en Valencia. El presidente del PP de la provincia de Valencia, de la Diputaci¨®n y alcalde de X¨¤tiva, Alfonso Rus, al presentar en su Ayuntamiento el Grupo Socialista una petici¨®n para que se retiren los honores concedidos al dictador Franco como alcalde perpetuo de la ciudad setabense, se levant¨® ante el pleno para oponerse gritando un "?Arriba Espa?a!" que estremeci¨® a la concurrencia. ?Son estos los valores arraigados que Mariano Rajoy quiere recuperar? En Valencia puede ser que s¨ª. Esta derecha valenciana es mucha suya y con valores muy arraigados. En Madrid parece ser que no est¨¢n por la labor. Al menos eso se deduce con su alcalde Ruiz Gallard¨®n al frente acompa?ado de los ediles del PSOE y de IU. Pero Valencia es Valencia.
Tenemos un presidente de la Generalitat, el molt honorable president Francisco Camps, que es admirado y querido por todo el mundo. El eurodiputado del PP Mayor Oreja, en el acto celebrado en la plaza de toros de Valencia durante las pasadas elecciones, proclam¨® urbi et orbi que "Camps es el m¨¢s honorable de todos los espa?oles". ?Tambi¨¦n m¨¢s honorable que el Rey? ?Ah¨ª queda eso!
Sucede, sin embargo, que el "m¨¢s honorable de todos los espa?oles" que nos viene gobernando a los valencianos desde hace tiempo con mayor¨ªa absoluta es una calamidad como gobernante. Y lo siento. No cumple sus promesas. En su primera campa?a electoral prometi¨® que inaugurar¨ªa un colegio cada semana para acabar con los barracones. Han pasado ocho a?os y a¨²n son miles y miles los estudiantes que tienen que recibir las clases en los inc¨®modos barracones. Anunci¨® que construir¨ªa 21.949 viviendas de protecci¨®n oficial entre 2002 y 2005. Estamos en 2009 y solo se han construido 432.
En 2003 y desde Aras del Maestre, el presidente Camps y Gonz¨¢lez Pons -otro que tal baila- hicieron p¨²blica la llamada Declaraci¨®n de Ares en la que presentaron al PP de Valencia como el partido m¨¢s valencianista que pensarse pueda y que la defensa del valenciano era algo primordial a la que dedicar¨ªa gran esfuerzo. Y ah¨ª est¨¢n los resultados: la Consejer¨ªa de Educaci¨®n marginando la ense?anza del valenciano. Y no hablemos ya de lo poco que a nuestro presidente le preocupan la agricultura, la econom¨ªa productiva, o la peque?a y mediana empresa. Los empresarios reniegan con raz¨®n del modelo de la especulaci¨®n y de la elevada deuda de la Generalitat.
Y es que no hay dinero. La Generalitat, financieramente est¨¢ en quiebra. Gran parte del erario p¨²blico se ha despilfarrado en terras m¨ªticas, f¨®rmulas 1, copas del Am¨¦rica, visita del Papa y otros caprichos de nuevos ricos. Y as¨ª nos va.
fburguera@inves.es
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