Ultim¨¢tum de la OEA a los golpistas

El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, pas¨® ayer brevemente por Washington y consigui¨® el ultim¨¢tum enviado a Tegucigalpa por la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) para que sea readmitido en su cargo en el plazo de 72 horas. No consigui¨®, sin embargo, ser recibido por representantes de alto nivel de la Administraci¨®n de Barack Obama, que, aunque trabaja para conseguir su retorno, prefiere manejar esta crisis con discreci¨®n y distancia. El ultim¨¢tum fue rechazado de plano por el nuevo presidente, Roberto Micheletti.

Despu¨¦s de varias horas de negociaciones que empezaron en la noche del martes, la OEA aprob¨® ayer una resoluci¨®n en la que advierte a los actuales gobernantes de Honduras que si Zelaya no es restituido en tres d¨ªas, ese pa¨ªs ser¨¢ expulsado de la organizaci¨®n.

EE UU trata de resolver la crisis con urgencia para evitar que gane Ch¨¢vez

La resoluci¨®n, aprobada por una sesi¨®n extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, con participaci¨®n de EE UU, afirma tambi¨¦n que no ser¨¢ reconocido "ning¨²n Gobierno que surja de esta ruptura constitucional" y que Zelaya sigue siendo "el presidente constitucional".

"Necesitamos demostrar claramente que los golpes militares no ser¨¢n aceptados. Cre¨ªamos que viv¨ªamos una ¨¦poca en la que los golpes ya no eran posibles en nuestro hemisferio", declar¨® tras la reuni¨®n el secretario general de la OEA, Jos¨¦ Miguel Insulza.

Esta resoluci¨®n corrige, en cierta medida, los planes que Zelaya y la OEA ten¨ªan hasta el momento, que eran los de que el presidente viajase hoy a Tegucigalpa, acompa?ado por Insulza, para convertir su presencia all¨ª en una recuperaci¨®n de hecho del poder.

Ni los nuevos dirigentes hondure?os deben de estar tan d¨¦biles ni los que apoyan a Zelaya deben de estar tan seguros, cuando se ha preferido evitar ese gesto de fuerza y recurrir a v¨ªas m¨¢s diplom¨¢ticas. En lugar de a Tegucigalpa, Zelaya sali¨® ayer para Panam¨¢. Seg¨²n dijo, para participar en la toma de posesi¨®n del nuevo presidente. Despu¨¦s, su destino es una inc¨®gnita.

El Gobierno norteamericano est¨¢, por el momento, canalizando su acci¨®n p¨²blica a trav¨¦s de la OEA. Pero se le hace urgente encontrar una salida en el plazo marcado por esa organizaci¨®n para evitar que el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, llene el vac¨ªo que pueda quedar despu¨¦s. Si la OEA, con el apoyo norteamericano, no consigue reponer a Zelaya, el camino quedar¨¢ expedito para la soluci¨®n insurgente que sugiere Ch¨¢vez.

Estados Unidos parece consciente de que est¨¢ corriendo aqu¨ª m¨¢s riesgos de los que jam¨¢s hubiera pensado en un pa¨ªs como Honduras, y trata de cuidar sus movimientos para que gane Zelaya sin que gane lo que Zelaya significa. En otras palabras, sin que gane Ch¨¢vez ni el populismo.

Ni Obama ni Hillary Clinton recibieron a Zelaya a su paso por Washington. El presidente depuesto convers¨® con el diplom¨¢tico de mayor rango del Departamento de Estado para asuntos latinoamericanos, Thomas Shannon, aunque no hubo fotos ni declaraciones a la prensa.

La Administraci¨®n norteamericana est¨¢ dando, no obstante, pasos para forzar la reposici¨®n de Zelaya. El Pent¨¢gono anunci¨® ayer la suspensi¨®n de las actividades militares conjuntas con las fuerzas hondure?as, y el Departamento de Estado advirti¨® que est¨¢ considerando la posibilidad de suspender la ayuda (43 millones de d¨®lares este a?o) que presta a esa peque?a republica centroamericana. Tambi¨¦n el Banco Mundial ha congelado provisionalmente sus proyectos en ese pa¨ªs.

"Hemos pospuesto todas nuestras actividades en Honduras a la espera de tener una clarificaci¨®n de la situaci¨®n", dijo un portavoz del Departamento de Defensa.

Honduras no tiene ya para el Pent¨¢gono la importancia que tuvo en los a?os ochenta, cuando era la base de la Contra nicarag¨¹ense y un pilar fundamental en la estrategia anticomunista en Centroam¨¦rica. EE UU sigue teniendo una base a¨¦rea en ese pa¨ªs, pero cuenta con 500 soldados y est¨¢ dedicada a cuestiones log¨ªsticas, el control del narcotr¨¢fico y el pron¨®stico meteorol¨®gico.

El contacto entre las Fuerzas Armadas hondure?as y norteamericanas es, por tanto, meramente t¨¦cnico. La Escuela de las Am¨¦ricas no existe desde hace a?os ni el Pent¨¢gono tiene hoy inter¨¦s ni medios para controlar pol¨ªticamente Centroam¨¦rica.

No es eso lo que ayer preocupaba a la Administraci¨®n. La preocupaci¨®n es la de ver si EE UU tiene la influencia suficiente para conseguir por la v¨ªa diplom¨¢tica restaurar la democracia en Honduras, tal como ha exigido Obama. De momento, no existen en absoluto garant¨ªas. Algunas de las precauciones que Washington est¨¢ tomando respecto a la crisis est¨¢n justificadas, precisamente, por la incertidumbre sobre el resultado final.

Una de esas precauciones es, por ahora, la de no llamar a consultas a su embajador en Tegucigalpa, con la explicaci¨®n de que la ruptura de la comunicaci¨®n con una de las partes s¨®lo conseguir¨ªa complicar la situaci¨®n.