Obama reactiva la guerra en Afganist¨¢n
El objetivo militar es tomar el control de las ciudades para aislar la insurgencia - La operaci¨®n es la m¨¢s importante de los 'marines' desde la toma de Faluya en 2004
Marines norteamericanos que conducen la mayor operaci¨®n militar de esta nueva fase de la guerra en Afganist¨¢n combat¨ªan ayer contra los primeros focos de resistencia encontrados en su intento de tomar control permanente de un territorio que sirve de base y fuente de recursos para los talibanes. Seg¨²n la describen los responsables militares, se trata de una ofensiva clave de cuyo resultado puede depender el curso de la guerra en los pr¨®ximos meses.
"Lo que hace la Operaci¨®n Khanjar (Espadazo) diferente a todo lo que ha ocurrido antes es la introducci¨®n masiva de fuerza (unos 4.000 soldados, junto a 650 afganos y con el apoyo de las fuerzas brit¨¢nicas en el ¨¢rea), la velocidad con la que nos hemos movilizado y el hecho de que nos vamos a quedar, vamos a mantener las posiciones, vamos a construir y a trabajar en la transici¨®n de todas las responsabilidades en materia de seguridad a las fuerzas afganas", ha manifestado en un comunicado el jefe de la ofensiva, el general de marines Lawrence Nicholson.
M¨¢s de 4.000 soldados han sido desplegados para la ofensiva
La provincia de Helmand es el mayor centro de producci¨®n de opio
"Nuestro objetivo es volver a poner el Gobierno en pie", dice un general
Los mandos de EE UU esperan una mayor resistencia en los pr¨®ximos d¨ªas
?ste es el debut de la estrategia ordenada por Barack Obama cuando anunci¨® el refuerzo de 21.000 soldados en Afganist¨¢n y la repetici¨®n del m¨¦todo que el general David Petraeus emple¨® en Irak, a partir de 2007, para asumir el control real de las ciudades, aproximarse a la poblaci¨®n y relegar a los insurgentes a la actividad terrorista aislada.
Si la ofensiva en el sur de Afganist¨¢n tiene ¨¦xito, los soldados norteamericanos montar¨¢n sus bases entre los ciudadanos de la regi¨®n, tratar¨¢n de atender sus necesidades inmediatas y ayudar¨¢n a crear las condiciones para que los gobernantes afganos recuperen prestigio y poder. Actualmente, los talibanes son la ¨²nica autoridad reconocible en la provincia de Helmand, foco de la operaci¨®n, donde controlan, adem¨¢s, la mayor producci¨®n mundial de amapola para elaborar opio. "Nuestro objetivo no son s¨®lo los talibanes", resalt¨® el general Nicholson, "nuestro objetivo es volver a poner el Gobierno en pie".
La operaci¨®n, que puede tardar alrededor de una semana en completarse, se desarrolla hasta ahora con llamativa facilidad. Los talibanes parecen haber decidido replegarse y esperar la oportunidad para golpear cuando los norteamericanos se hayan instalado, por sorpresa y en emboscadas. Los marines no han sufrido apenas bajas. Un soldado desaparecido el martes pasado ha sido, probablemente, hecho prisionero. Dos brit¨¢nicos murieron en un ataque talib¨¢n poco antes del comienzo de la ofensiva.
El ¨¦xito final de la operaci¨®n, seg¨²n sus responsables, depender¨¢ en parte de la rapidez con que se ejecute. Hasta ahora, los miles de marines, movilizados en veh¨ªculos terrestres y helic¨®pteros, parecen avanzar de acuerdo con los planes previstos. ?ste es el testimonio del corresponsal de Associated Press que entr¨® ayer con los soldados en la localidad de Nawa: "Al amanecer, los marines caminaron entre una hilera de ¨¢rboles. A las 6.15 recibieron el primer fuego enemigo, probablemente de alg¨²n AK-47 apostado entre la vegetaci¨®n. Durante las tres horas siguientes hubo repetidas descargas de fusiles y vuelos de granadas disparadas por cohetes, provocando un gran estruendo en toda la zona. Un helic¨®ptero Cobra que estuvo sobrevolando durante todo el d¨ªa, dispar¨® cohetes contra las filas de ¨¢rboles, mientras que algunos soldados penetraron en los sembrados de ma¨ªz y cruzaron entre las casas. S¨®lo un pu?ado de nativos se hab¨ªa aventurado a estar en la calle".
"Vamos a ir a sitios donde nadie ha estado antes", dijo a AP uno de los oficiales que participan en el despliegue.
Los jefes militares sospechan que algunas fuerzas talibanes est¨¦n intentado cruzar la frontera con Pakist¨¢n, donde habitualmente han encontrado refugio en otros tiempos. Actualmente, sin embargo, el Ej¨¦rcito paquistan¨ª conduce tambi¨¦n una ofensiva contra los grupos radicales en esa regi¨®n y ha prometido vigilar estrechamente la zona.
Esta operaci¨®n, la m¨¢s importante de los marines desde la toma de Faluya (Irak) en 2004, puede todav¨ªa ampliarse con la llegada de varios miles de soldados m¨¢s y est¨¢ llena de dificultades. Los responsables esperan un aumento de las bajas en las pr¨®ximas semanas y temen que, como ocurri¨® en Faluya, se vivan a¨²n episodios de fuerte resistencia.
Los talibanes cuentan en el valle del r¨ªo Helmand con recursos considerables. Las tropas brit¨¢nicas, que tienen 9.000 soldados en Afganist¨¢n y vigilan esa regi¨®n, nunca han podido conseguir tener control territorial en esa regi¨®n, donde los talibanes han creado un entramado de jefes locales y complicidades entre la poblaci¨®n que los hace casi invulnerables.
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