C¨®moda en su piel
Los zapatos que lleva hoy Sandra Bullock dicen mucho de su personalidad: de tac¨®n muy alto, negros y elegantes, pero con un lazo berenjena a juego con su vestido. La dosis justa que define el estilo de esta actriz de 44 a?os que, como sus zapatos, se mueve entre la correcci¨®n y un punto gamberro. Es ese halo de estrella cercana el que siempre ha sido su secreto. Es bella, pero sin la altivez o la lejan¨ªa de una Julia Roberts o una Nicole Kidman. Y es gamberra, pero con estilo, como demuestra su pasi¨®n por Ferretti, Lavin o Dior, sus modistos preferidos a la hora de pasearse por la alfombra roja. Adem¨¢s, tiene esa energ¨ªa que en
Speed hizo de ella una hero¨ªna de acci¨®n sin necesidad del enigma de una Angelina Jolie o de sus imponentes curvas. "Si las tuviera, no sabr¨ªa qu¨¦ hacer con tanto pecho", se r¨ªe mezclando ese humor contagioso que tiene con su discurso de ametralladora. "Y lo bueno de este negocio es que tengas lo que tengas, te hacen quedar bien en pantalla".
"Mis metas ahora son m¨¢s personales que profesionales. Mi carrera art¨ªstica ha dejado de ser un reto"
"Nunca imagin¨¦ que llegar¨ªa hasta aqu¨ª, pero no me considero en la cumbre, porque desde ah¨ª s¨®lo se puede ir hacia abajo"
Una de las actrices m¨¢s taquilleras de los noventa, seis millones de d¨®lares de honorarios por pel¨ªcula ya en 1995, la reina de la comedia y, a su estilo, la novia de Am¨¦rica. Bullock es la primera en re¨ªrse de s¨ª misma. En persona, en la alfombra roja o en pantalla, donde su ¨²ltima pel¨ªcula -La proposici¨®n (Anne Fletcher)- hace de su escasez frontal motivo de mofa. El filme significa el regreso de Sandra Bullock a las pantallas despu¨¦s de dos a?os de ausencia, y su primera comedia rom¨¢ntica desde hace cuatro. "Me he dado cuenta de que hay otras cosas que me hacen m¨¢s feliz... Y tampoco he le¨ªdo nada que me hiciera decir eso de: ?Dios m¨ªo, no puedo dejar pasar esta oportunidad!", apostilla.
En su carrera ha habido de todo, ¨¦xitos y naufragios (Speed y Speed 2). Comedias rom¨¢nticas (Mientras dorm¨ªas o Miss agente especial) o dramones m¨¢s o menos logrados (Tiempo de matar o La casa del lago). "Nadie se propone nunca hacer una mala pel¨ªcula", se disculpa. Pero las intenciones de Bullock son buenas: emular a sus ¨ªdolos, un grupo peque?o que va de Carol Burnett a Claudette Colbert, pasando por Jerry Lewis y Charlie Chaplin. Maestros de la comedia f¨ªsica, de los que "te hacen re¨ªr y llorar al mismo tiempo", resume.
?se es su lema, darlo todo por una risa. En el instituto la catalogaron como "la que te alegrar¨¢ el d¨ªa". En casa era el payaso de la familia, encantada de hacer re¨ªr a su madre, la cantante de ¨®pera alemana Helga Bullock, o a su padre, John Bullock, contratista en el Pent¨¢gono y profesor de voz.
"Nunca imagin¨¦ que llegar¨ªa hasta aqu¨ª, pero tampoco me considero una mujer en la cumbre, porque desde ah¨ª s¨®lo se puede ir hacia abajo". Bullock se cri¨® en un hogar de artistas donde su marcha a Nueva York para hacer carrera como actriz no sorprendi¨® a nadie. "Lo que nunca me plante¨¦ fue la idea de que alg¨²n d¨ªa ser¨ªa una estrella. Mientras trabajaba como camarera (y era muy buena en esa profesi¨®n) esperaba ser una actriz capaz de mantenerme como tal. Pero nunca pens¨¦ que algo tan rid¨ªculo como esto pudiera ocurrirme a m¨ª", comenta mirando ese entorno de asistentes que la rodean para hacer realidad cada uno de sus deseos.
As¨ª es Hollywood, y quiz¨¢ por eso Bullock ha preferido mantener las distancias. Tiene casas en Nueva York y en Los ?ngeles, pero su lugar de residencia preferido es Austin, Tejas, localidad donde esta nacida en Arlington (Virginia) se siente "como en casa y libre". Lo que no a?ade es que all¨ª se est¨¢ haciendo due?a de media ciudad: un peque?o bistro que abri¨® hace dos a?os, el colmado de al lado o numerosos edificios emblem¨¢ticos de la ciudad que est¨¢ reconstruyendo con la ayuda de los suyos. Sandy tiene toda otra vida alejada de las c¨¢maras que incluye su labor a favor de los animales y donaciones millonarias sin publicidad como las que hizo para las v¨ªctimas del 11-S, del tsunami o para la reconstrucci¨®n de Nueva Orleans.
?stas son las metas de la Sandra Bullock de hoy. El cine est¨¢ ah¨ª, claro, pero no lo es todo. "Me encanta el negocio de restaurar edificios, encontrarlos, devolverles la vida. O el bistro. Tambi¨¦n me puse como meta cultivar un terreno o correr un marat¨®n como en el que particip¨¦ en Austin por la lucha contra el c¨¢ncer. Yo, que odio correr. Mis metas ahora son m¨¢s personales que profesionales. Mi carrera art¨ªstica ha dejado de ser un reto. Por eso prefiero dejar de poner todos mis huevos en un negocio donde dependes de otros para seguir trabajando, y apostar por objetivos m¨¢s personales", se explica con seriedad.
Entre esos otros objetivos est¨¢ Jesse James, con quien contrajo matrimonio en 2005. Despu¨¦s de haberse relacionado con discreci¨®n con actores como Tate Donovan, Matthew McConaughey o Ryan Gosling, Bullock eligi¨® como marido a Jesse James, quien, adem¨¢s de tener nombre de pistolero y ser cuatro a?os m¨¢s joven que la actriz, es famoso en la televisi¨®n estadounidense por su programa Monster Garage, dirigido a la Am¨¦rica profunda, y estuvo casado con anterioridad en dos ocasiones, la ¨²ltima con la actriz porno Janine Lindemulder, relaciones de las que tiene tres hijos que viven con ¨¦l. Bueno, ahora con ambos. "Son todo lo que necesito y nunca pens¨¦ que iba a tener. Lo que te digo, no estoy tanto aqu¨ª -de nuevo se?ala a su entorno de estrella- porque estoy haciendo algo mejor", afirma.
Es fiel a su deseo de mantener la boca cerrada en todo eso que pertenece a su entorno m¨¢s ¨ªntimo, pero no puede evitar que se le llene la boca de orgullo al hablar de su marido. "Somos un equipo. Cuenta con todo mi apoyo y que me ha demostrado una y otra vez que no me vende. Aunque nuestras carreras son muy diferentes, de alg¨²n modo extra?o y retorcido somos muy similares", se explaya. Comprende la sorpresa que cre¨® lo que sobre el papel parece una extra?a pareja. Ella misma tom¨® a James por un racista, chauvinista y hom¨®fobo la primera vez que le vio, cuando su ahijado le pidi¨® que le llevara a ver su programa. "Por desgracia, todos hacemos juicios de valor equivocados", se disculpa. ?l, un temerario tatuado de pies a cabeza. Ella, m¨¢s temerosa que temeraria. "Se dice cauta", aclara, "conozco mis l¨ªmites. Pero en la actualidad, aunque todav¨ªa dentro de mis topes, quiero probarlo todo. Supongo que a los 40 he descubierto que me gusta ser quien soy".
Est¨¢ claro que, por mucho que sus prioridades hayan cambiado, la actriz no abandonar¨¢ el cine, una industria en la que ahora participa como productora efectiva en su pr¨®ximo proyecto, All about Steve. "Eso s¨ª que es creativo. Y un se?or trabajo. No como ser actor, donde llegas a mesa puesta y tienes a todos pendientes de que est¨¦s contenta", afirma como ¨²ltima puntilla. Pero algo la retiene a esa gran pantalla a la que ahora regresa. "?C¨®mo explicar de otra forma que te levantes con ganas a las cuatro de la ma?ana para ir a un rodaje?", concluye con un gui?o.
'La proposici¨®n' se estrena el 9 de julio.
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