Una m¨¢quina de sacar

La Habana, Cuba. Estadio Ciudad Deportiva. Un ni?o pisa la cancha de voleibol y 12.000 entusiastas aficionados vociferan desatados. El chaval, de 14 a?os, se limita a sonre¨ªr. Y juega de maravilla, hasta el punto de finalizar el duelo ante Rusia con seis puntos. Hoy, un a?o despu¨¦s, Wilfredo Le¨®n (Santiago de Cuba; 1993) lidera la lista de los mejores sacadores de la Liga Mundial y es el octavo en las estad¨ªsticas de remate. Con 2,03 metros, 88 kilos y quincea?ero, Le¨®n es la nueva estrella cubana. "Pero necesito mejorar en la defensa y en el bloqueo", se reprocha, tan exigente como demoledor.

Para Wilfredo, el voleibol fue casi una imposici¨®n; su madre, Alina del Rosario, jugaba en Santiago de Cuba y siempre se lo llevaba a los partidos de la mano. Su progreso no ten¨ªa l¨ªmites. A los 13 ya estaba en M¨¦xico defendiendo a la selecci¨®n cubana cadete y a los 14, sin parar en los juveniles, destacaba en la absoluta. "Es un fen¨®meno, una esperanza para el pa¨ªs", le define Ra¨²l Diago, presidente de la federaci¨®n cubana de voley. "Es un extraclase. Es bueno en el recibo y excepcional en el servicio. Tiene todo para ser un grande", ampl¨ªa Orlando Samuels, t¨¦cnico de la selecci¨®n. "Mi mam¨¢ siempre me dijo que el saque era uno de los puntos fuertes del juego", argumenta Le¨®n. Le hizo caso; suma 11 puntos directos, m¨¢s que ning¨²n otro durante esta temporada de la Liga Mundial, y con un partido menos disputado.

"No le tiemblan las piernas y las manos", explica Rafa Pascual

El jugador es considerado "una esperanza" para su pa¨ªs

"Nos medimos en el preol¨ªmpico el a?o pasado y es una m¨¢quina de sacar. Se le ve¨ªa un potencial tremendo, incre¨ªble", analiza Guillermo Falasca, jugador de la selecci¨®n espa?ola. "Pero no s¨®lo se limita a eso", interviene Rafa Pascual, jugador del Volley d'Orange, franc¨¦s, y estandarte de la selecci¨®n en la d¨¦cada anterior; "sino que finaliza las jugadas de maravilla". Le¨®n, que estudia para profesor de educaci¨®n f¨ªsica, tiene su propia l¨®gica: "Me encantan las matem¨¢ticas. Y nuestro juego es de posiciones, zonas y c¨¢lculos. Debemos conocer el per¨ªmetro de la cancha y la altura por donde debe pasar el bal¨®n. ?C¨®mo lo haces si eres malo con las cuentas y los n¨²meros?". De Cuba siempre han salido buenos jugadores de voleibol. "Se trabaja mucho", incide Diago, que es considerado el mejor pasador de la historia cubana. "M¨¢s que eso", apunta Maurizia Cacciatori, ex jugadora italiana con tres Copas de Europa; "ensayan como locos, como animales. Y sobre todo con los j¨®venes". Ah¨ª aparece Le¨®n. "Siempre me dan consejos, pero al principio me molesto porque creo que me rega?an. Mejorar¨¦", se fustiga; "pero no hay d¨ªa que no acabe cansado. De lo contrario, no estar¨ªa dando lo m¨¢ximo". No le va mal a Le¨®n, que se entrena cada tarde con los Capitalinos, equipo cabecero de la Liga cubana, y que cuando acaba los entrenamientos siempre pide a los compa?eros que le tiren unas pelotas para machacar.

"Me sorprende mucho que no le tiemblen las piernas ni las manos", apunta Pascual. "Es extraordinario que un ni?o juegue a ese nivel", remarca Falasca. "Pero eso es porque Cuba apuesta siempre por el cambio generacional y no se queda con los que tienen nombre o han dado mucho al equipo", abunda Cacciatori. "Me gustar¨ªa entrenarlo", interviene Pascual. "A m¨ª medirme con ¨¦l porque as¨ª estar¨ªamos en la Liga Mundial [Espa?a est¨¢ en la Liga Europea]", bromea Falasca. "Lo que est¨¢ claro", zanja Cacciatori, "es que ya podr¨ªa jugar en una Liga tan dura como la italiana". Le¨®n sigue entren¨¢ndose, sacando y ganando puntos. "Me divierte atacar", resume.