Y ahora, toca volar de pie

El presidente de la compa?¨ªa a¨¦rea de bajo coste irlandesa Ryanair, pol¨¦mico donde los haya, parece ser que no deja de pensar durante cada segundo del d¨ªa. Ahora le da por manifestar a los cuatro vientos que est¨¢ estudiando muy seriamente la posibilidad de permitir a una buena parte del pasaje viajar de pie en sus aviones, al objeto de que puedan volar mayor n¨²mero de viajeros en los vuelos y -naturalmente- los costes de la compa?¨ªa a¨¦rea sean sensiblemente inferiores.

Tras los anuncios anteriores del recargo a los pasajeros por tener sobrepeso, del impuesto por ir al ba?o y de la eliminaci¨®n de la facturaci¨®n, tal vez las siguientes brillantes ideas puedan ser viajar a corderetas sobre los hombros de los pilotos, apilados encima de las azafatas o atados firmemente con cuerdas a las alas del aparato.

Me da la ligera impresi¨®n -no sabr¨ªa decir exactamente por qu¨¦- de que existe una pizca de cachondeo en tan importante tema como es el viaje a¨¦reo, pues en lugar de preocuparse de una mayor comodidad y, sobre todo, seguridad del viajero, se centra machaconamente este audaz empresario en que el ser humano pueda ir cual sardina en lata.

Se le agradece mucho su continuo e ¨ªmprobo trabajo mental, pero, en lo que se refiere a m¨ª, como que no cuente.