Fallido '3 y medio'

Transcurrido el primer tercio de V. O. S. -nuevo acercamiento del catal¨¢n Cesc Gay a las crisis afectivas, basado en una obra teatral de Carol L¨®pez- uno de los personajes sale de su rol de ficci¨®n para introducirse en un segundo plano (tambi¨¦n de ficci¨®n pero supuestamente real) e inquiere con la siguiente frase a otro de los personajes, un guionista que parece un trasunto del propio autor: "?Perdona, pero no se entiende nada! ?No s¨¦ por qu¨¦ utilizas estas estructuras tan raras para contar las cosas...!". En ese momento, despu¨¦s de media hora de resquemores en la butaca, de incomprensi¨®n hacia un juego de espejos en el que realidad y ficci¨®n, el cine dentro del cine, pretenden interactuar con la mayor naturalidad, el cr¨ªtico piensa que por fin acaba de o¨ªr la primera frase con sentido de la pel¨ªcula. ?Qu¨¦ es lo que ha llevado a Cesc Gay a introducir semejante confesi¨®n? ?Iron¨ªa metaling¨¹¨ªstica o detalle de inseguridad y autojustificaci¨®n?

Fallido ejercicio de amor al arte de crear que, en su esencia, resulta inservible, y que en su desarrollo adolece de una sorprendente ingenuidad, la pel¨ªcula s¨®lo contiene algunas pinceladas de la demostrada capacidad del autor de las excelentes Kr¨¢mpack, En la ciudad y Ficci¨® para acercarse al mal de amores y a la rutina de la pareja.

Tras tres pel¨ªculas y media (si le a?adimos la codirecci¨®n de Hotel Room, junto a Daniel Gimelberg), Gay se plantea ahora su oficio a trav¨¦s de su obra, como ya hiciese Fellini en Ocho y medio (su octavo trabajo y medio). Sin embargo, a Gay se le podr¨ªa aplicar uno de los pensamientos del italiano durante el rodaje de su m¨ªtica pel¨ªcula: "Me siento como un empleado de estaci¨®n que, vendidos los billetes, acomodados los viajeros y colocadas las maletas, se preguntara: ?y d¨®nde est¨¢n las v¨ªas?".