El m¨²sculo cambia para afrontar el Tour

Los seres humanos tenemos en nuestros m¨²sculos fibras lentas y r¨¢pidas. En realidad las lentas no lo son tanto, puesto que se contraen en tan solo 0,2 segundos. La mayor¨ªa de nosotros tenemos la mitad de nuestros m¨²sculos formados por fibras lentas y la mitad por fibras r¨¢pidas. Si al m¨²sculo le sometemos a las demandas del pedaleo durante horas, d¨ªas, meses y a?os, ¨¦ste se adapta a esa tarea. Como en el pedaleo el tiempo en el que el pie empuja el pedal es relativamente largo (0,75 segundos si se pedalea a 90 revoluciones por minuto), el tipo de fibra id¨®neo para esta tarea es el de tipo lento.

No hay estudios que lo confirmen, pero es probable que el tipo de fibras en el cu¨¢driceps de un ciclista mute hacia las lentas con los a?os de entrenamiento. El ciclista o el entrenador no pueden ver estos cambios, puesto que suceden dentro del m¨²sculo. Sin embargo, podemos medir la eficiencia de la pedalada. La eficiencia de pedaleo es la energ¨ªa gastada por kil¨®metro avanzado y ¨¦sta tiene una estrecha relaci¨®n con la cantidad de fibras lentas en las piernas del ciclista. Las fibras lentas son energ¨¦ticamente m¨¢s eficientes que las r¨¢pidas. Solamente alrededor de un 20% de la energ¨ªa gastada por el ciclista termina moviendo las piernas del corredor; el 80% restante de la energ¨ªa va a otros m¨²sculos, o se disipa como calor.

As¨ª, se vio que Armstrong aument¨® su eficiencia del 21% al 23% en siete a?os (1993-2000). Un estudio reciente confirma que Armstrong no es especial, sino que 12 ciclistas de la ONCE tambi¨¦n aumentaron del 24 al 27% su eficiencia a lo largo de cinco a?os de participaci¨®n en grandes vueltas. Es solamente un 3% de ganancia, pero si lo multiplicamos por las casi 6.000 kilocalor¨ªas que gastan en las etapas fuertes, nos sale un importante ahorro energ¨¦tico.

Ricardo Mora es fisi¨®logo del Ejercicio de la Universidad Castilla-La Mancha.