Verdasco para todo
Espa?a, sin Nadal y con el madrile?o de l¨ªder, afronta los cuartos de la Davis con Alemania
Antes de que Espa?a abra hoy ante Alemania los cuartos de final de la Copa Davis; antes de que Fernando Verdasco cargue con toda la responsabilidad jugando tres partidos en tres d¨ªas, el primero hoy (13.00, TVE-1) contra Andreas Beck; y antes de que Philipp Kohlschreiber, peligros¨ªsimo tenista alem¨¢n, se sonr¨ªa hablando de un "librito negro", el recetario de su sabio capit¨¢n para ganar a los espa?oles, una escena adelanta el problema que viene: Nicol¨¢s Almagro abandon¨® el mi¨¦rcoles la concentraci¨®n de la selecci¨®n, sin acudir a la cena oficial entre los dos equipos, cuando Albert Costa, el capit¨¢n, le comunic¨® que se hab¨ªa quedado fuera del conjunto pese a que las reglas no escritas de su deporte indicaban que sustituir¨ªa entre los titulares a David Ferrer, lesionado. El elegido fue Juan Carlos Ferrero, que se incorpor¨® tard¨ªamente ante la baja del alicantino, en principio s¨®lo como sparring. Espa?a, que defiende el t¨ªtulo y lleva 10 a?os invicta como local, juega la eliminatoria en dif¨ªciles circunstancias: falta Rafael Nadal, lesionado; Almagro se ha ido "emocionalmente desgastado"; Alemania es un hueso duro; y a Verdasco, que debuta como l¨ªder con mando en la plaza, le espera una tarea herc¨²lea. De ah¨ª la escena de Londres. Hablan Hewitt y Ferrero.
Almagro abandon¨® la concentraci¨®n cuando supo que Ferrero ser¨ªa el sustituto de Ferrer
"Nicol¨¢s se fue porque ten¨ªa que hacer ver que no se sent¨ªa c¨®modo"
-"?Vas a ir a la Copa Davis?", pregunta el australiano.
-"No", dice Ferrero, cuartofinalista en Wimbledon; "pero me han dicho que si sigo jugando as¨ª tendr¨¦ posibilidades en el futuro".
-"Claro", interrumpe con una sonrisa maliciosa el preparador f¨ªsico de Hewitt mientras junta los dedos ¨ªndice y pulgar; "seguro que te han dicho que te has quedado a esto de entrar en el equipo".
La conversaci¨®n se acaba y cobra vida de nuevo ayer, en Puerto Ban¨²s, frente a yates como casas mecidos por las aguas de Marbella. Ferrero, espl¨¦ndido de forma y juego, ha renunciado a sus vacaciones y est¨¢ en la Davis por primera vez desde 2005. Almagro, en la concentraci¨®n desde el primer d¨ªa, no. "En el momento en el que se lo dijeron, se fue, porque ten¨ªa que hacer ver que no se sent¨ªa c¨®modo", cuentan desde su entorno. "Nicol¨¢s tuvo la sensaci¨®n de que se iba a cumplir lo dicho cuando Ferrer se lesion¨®. Que se convocara a Ferrero le sorprendi¨® y le tuvo entre dudas durante tres d¨ªas. Siempre quiere ir a la Davis. Est¨¢ suponiendo un desgaste emocional".
"Ha sido una decisi¨®n muy dura", confirm¨® el seleccionador, que ha dado galones a Verdasco en una eliminatoria de a¨²pa. "Y Fernando se siente reforzado en su confianza por tener el peso del equipo, motivado e ilusionado. Es un l¨ªder", cuenta Vicente Calvo, el hombre que construye la mejor¨ªa del madrile?o desde hace a?os. "Hay que estar preparado para lo peor y ¨¦l lo est¨¢ f¨ªsica y mentalmente. Est¨¢ perfecto", a?ade Calvo, que desde Wimbledon a la Copa Davis ha dise?ado un plan de descanso y reincorporaci¨®n progresiva al entrenamiento para que el madrile?o llegue "a tope", in crescendo.
Alemania, derrotada por 1-4 en Bremen el curso pasado, es un grupo sin grandes nombres pero lleno de aristas. "Jugamos contra el campe¨®n vigente", dijo Patrik Kuhnen, capit¨¢n alem¨¢n, que todav¨ªa puede ver enfrente a Ferrero, porque los seleccionadores pueden cambiar sus nominaciones hasta una hora antes del partido. "Es una motivaci¨®n, una inspiraci¨®n. Vamos a estar muy presentes en la pista". Kuhnen es el que escribe el librito negro de Kohlschreiber: gan¨® tres Davis en un equipo en el que mandaban Boris Becker y Michael Stich. Sus ¨®rdenes est¨¢n claras: "Har¨¢ mucho calor. Por eso tenemos que jugar con rapidez, muy ofensivos".
El Ej¨¦rcito alem¨¢n conquist¨® media Europa con una t¨¢ctica el¨¦ctrica: la blitzkrieg o guerra rel¨¢mpago. As¨ª quiere jugar Alemania en Marbella. Evitando los peloteos y el juego ag¨®nico, la especialidad de los espa?oles. A toda mecha.
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