Las luces de Sebasti¨¢n
No es lo mismo. Esas bombillas no lucen como las incandescentes que siempre iluminaron nuestras vidas. La luz que proyectan es fr¨ªa y si me apuran hasta un poco s¨®rdida. Me recuerda a los fluorescentes que alumbran los burdeles de carretera. En los ¨²ltimos a?os algo han ido mejorando para darles un punto de calidez y evitar que se coman los colores, pero a¨²n est¨¢n muy lejos de conseguir los brillos y matices que tanto agradece la retina. Habr¨¢ que confiar en nuevos avances t¨¦cnicos y mientras tanto habituarse porque, dentro de tres a?os, todas las bombillas ser¨¢n de bajo consumo y las incandescentes constituir¨¢n una reliquia que guardar¨¢n como oro en pa?o quienes a?oren la vieja luz. En Madrid, m¨¢s de dos millones y medio de hogares est¨¢n recibiendo vales para canjearlos por esas nuevas bombillas que consumiendo 20 vatios te alumbra como 100. Es un plan con el que el Ministerio de Industria pretende estimular el uso de esas l¨¢mparas de gasto reducido, aunque de coste elevado. Una bombilla corriente puede costar un euro, y si compras las de marca blanca que venden en los h¨ªper te salen a perra gorda. En cambio, las de bajo consumo cuestan cinco o seis veces m¨¢s, y si las quieres redondas, que son un poco m¨¢s est¨¦ticas que las horrendas de tubitos, te salen por un huevo. As¨ª que todav¨ªa no tengo ni medio claro que para el uso dom¨¦stico estas l¨¢mparas, por mucho que duren, sean tan rentables como proclaman. Cualquier bombilla puede romperse o averiarse antes de tiempo, y si eso acontece te comes la inversi¨®n, no amortizas ni un c¨¦ntimo y te vas a reclamar al maestro armero. Creo que ser¨ªa m¨¢s honesto y preciso explicarle a la ciudadan¨ªa para qu¨¦ uso salen rentables estas bombillas. Si te gastas seis euros en la l¨¢mpara del cuarto trastero, que la enciendes dos minutos y de tarde en tarde, tardar¨¢s en amortizarla m¨¢s que la hipoteca del piso. Tampoco interesan, a no ser que sean electr¨®nicas, para un pasillo o escalera donde las enciendan y apaguen a menudo. En cambio, all¨ª donde requieran luz artificial durante muchas horas la inversi¨®n se compensa en unos meses. El Ministerio de Industria debe informar bien y preocuparse un poco de la econom¨ªa familiar. Es verdad que Espa?a en los ¨²ltimos a?os ha cuadruplicado su gasto energ¨¦tico con respecto a la media de la Uni¨®n Europea y que hay que meterse en la cabeza que somos un pa¨ªs deficitario en energ¨ªa. El Plan de Ahorro y Deficiencia Energ¨¦tica del Ministerio pretende recortar un 10% en la factura del petr¨®leo, lo que sin duda es una pasta. Sin embargo, esto de las l¨¢mparas de bajo consumo s¨®lo ahorrar¨¢ un 0,7%, y lo que no debe ocurrir es que a los consumidores nos salga m¨¢s caro el collar que el perro. Soy el primero que he comprado ya unas cuantas bombillas de luz tenebrosa para ser solidario con los grandes objetivos nacionales, pero hay que mantenerse vigilante y temeroso de las posibles milongas de Miguel Sebasti¨¢n. Se dan motivos sobrados para desconfiar de sus luces despu¨¦s de la moto que les vendi¨® a los pobres incautos de la tarifa nocturna. La desaparici¨®n de dicha tarifa, hace ahora un a?o, constituy¨® un aut¨¦ntico timo para quienes un buen d¨ªa, seducidos por las campa?as de informaci¨®n de las el¨¦ctricas auspiciadas desde el Gobierno, invirtieron un mont¨®n de dinero en la instalaci¨®n de radiadores de acumulaci¨®n. Por aquel entonces presentaron la elecci¨®n de estos sistemas de calefacci¨®n como una opci¨®n no s¨®lo rentable, sino solidaria con los intereses nacionales. Gastar energ¨ªa en esas horas valle permitir¨ªa, dijeron, una gesti¨®n m¨¢s eficiente de la demanda del pa¨ªs. En julio del 2008, y con el rollo de que las nuevas tarifas de discriminaci¨®n horaria beneficiar¨ªan a un mayor n¨²mero de clientes (beneficio que personalmente no he visto por ninguna parte), dieron el golpe. Obligaron a la gente que tiene acumuladores a contratar la m¨¢xima potencia disponible de su instalaci¨®n en lugar de la potencia usada en hora punta. Era verano y casi no se enteraron de lo que les ven¨ªa encima. Cuando lleg¨® el invierno m¨¢s de un mill¨®n de familias espa?olas vieron incrementada su factura de la luz hasta un 40%. Ni al se?or Sebasti¨¢n se le call¨® la cara de verg¨¹enza ni las compa?¨ªas el¨¦ctricas se cortaron metiendo a los usuarios semejante palo. Y ahora encima nos suben la luz otro 2% con el ¨¢nimo de seguir elevando tarifas sin anestesia. Con estos precedentes, el se?or ministro ha logrado que lo del vale regalo por una bombilla suene a co?a. Alguno, cuando vea el recibo de la luz, igual se la tira a la cara.
Ser¨ªa m¨¢s honesto explicar para qu¨¦ uso salen rentables las bombillas de bajo consumo
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