"El mundo de 2006 ha desaparecido"

"En las crisis hay demanda de economistas, igual que en las epidemias hay demanda de m¨¦dicos". Xavier Sala i Martin lleva 25 de sus 47 a?os en EE UU (Yale, Harvard, ahora Columbia), pero cada dos semanas se da una vuelta por Espa?a, preferentemente por Catalu?a. Entre las peticiones para hablar de la situaci¨®n econ¨®mica y su pasi¨®n cul¨¦ (es presidente de la Comisi¨®n Econ¨®mica del Bar?a), vive entre las orillas del Atl¨¢ntico. ?Qu¨¦ cambia, qu¨¦ no cambia entre Espa?a y EE UU? "El estilo de vida cada vez se parece m¨¢s, pero detecto a¨²n mucho antiamericanismo, una cierta esquizofrenia: les imitamos y les odiamos".

Tras el p¨¢nico del oto?o de 2008, el que se reflej¨® en aquellas primeras p¨¢ginas, ?qu¨¦ es lo que le preocupa ahora a Sala? "Pues que cuando coinciden crisis y p¨¢nico, tendemos a olvidar lo aprendido antes. Por ejemplo, lo malos que son los d¨¦ficit. Y en la UE y en EE UU estamos ya en unos d¨¦ficit insostenibles. Pasamos del problema de la crisis al de la deuda, y lo malo de las deudas es que se tienen que pagar".

"Decir la verdad y hacer lo que es necesario, ¨¦sa es la esencia del liderazgo"

Sala i Martin acaba de intervenir en el Encuentro Financiero Internacional de Caja Madrid y EL PA?S: crisis, crisis, crisis. Ahora, ante un espectacular plato de huevos fritos con chistorra, habla de la importancia de la psicolog¨ªa en la econom¨ªa y de la ausencia de liderazgo en la crisis.

"La mayor¨ªa de los espa?oles no va a sufrir la crisis de manera directa. El paro es una cat¨¢strofe para el 18%, para el 20% de la poblaci¨®n. Pero eso quiere decir que cuatro de cada cinco van a seguir trabajando. Las crisis son asim¨¦tricas: unos lo pierden todo, otros casi ni se enteran. Y sin embargo, la gente tiene miedo: no va al cine, a los restaurantes, bebe un vino m¨¢s barato, no se compra ropa... Cunden el pesimismo y el malestar, pero por razones psicol¨®gicas m¨¢s que econ¨®micas. Por eso es importante el liderazgo, para que la gente no funcione guiada por el miedo".

Y ah¨ª es donde fallan los responsables: "Entiendo que el Gobierno tiene que dar ¨¢nimo, que no es bueno que cunda el pesimismo, pero la gente no debe ver que el l¨ªder est¨¢ en las nubes. El l¨ªder tiene que ser cre¨ªble. Y Rodr¨ªguez Zapatero no ha encontrado la f¨®rmula para serlo y a la vez dar ¨¢nimos". ?Qu¨¦ es lo que falta entonces? "Un plan. Se han aprobado medidas sin coherencia intelectual entre ellas, y eso es un error. Zapatero tendr¨ªa que haber presentado un plan integral que diera la impresi¨®n de que sab¨ªa lo que hac¨ªa".

Y vuelve a los s¨ªmiles m¨¦dicos: "Al fin y al cabo, somos los m¨¦dicos de la econom¨ªa. El m¨¦dico, si tienes un c¨¢ncer, no te dice que tienes un dolor de muelas, que no pasa nada. Te dice lo que tienes y te propone un plan para curarte. Decir la verdad y hacer lo que es necesario hacer: ¨¦sa es la esencia del liderazgo".

Lo que tiene que hacer el Gobierno es buscar la forma de ayudar al 20% que est¨¢ en paro a volver al sistema productivo. "Yo ligar¨ªa el subsidio a que el parado se reciclara. Dejar¨ªa de llamarlo subsidio y lo llamar¨ªa, no s¨¦, 18 meses de clases, no de paro. Un a?o y medio aprendiendo lo que sea: Excel, trabajo bancario, a ser camarero, lo que sea...; todo menos pensar que se va a volver a la construcci¨®n. El mundo de 2006 ha desaparecido. Todo ha cambiado. Hay que ir hacia la flexiseguridad, a proteger al trabajador, no al puesto de trabajo. Ah¨ª est¨¢ Dinamarca: en plena crisis, un 4% de desempleo".

Sala lleva en la solapa la insignia de la Copa de Champions que el Bar?a conquist¨® en Roma a finales de mayo. Hoy toca americana color naranja. Tiene 350, entre Nueva York, Barcelona y Cabrera de Mar. "Mis estudiantes de la Columbia hacen apuestas sobre el color de la del d¨ªa siguiente y he tenido intentos de soborno". ?C¨®mo empez¨® todo? "La primera vez que volv¨ª de EE UU tra¨ªa mis jers¨¦is de color pastel que estaban de moda cuando me fui; y encontr¨¦ a mis amigos de color verde oliva. Vi que la gente se pone algo no porque le gusta, sino porque lo dice alguien en Par¨ªs o en Mil¨¢n, y entend¨ª que la moda es una dictadura militar. Yo soy amante de la libertad y de hacer lo que me da la gana, y dije: 'A partir de ahora, me vestir¨¦ como me d¨¦ la gana, digan lo que digan los dictadores de Mil¨¢n y de Par¨ªs'. Me cost¨® mucho, porque la gente se r¨ªe, se meten conmigo, pero me da igual".