En el vientre del pez
Leo en la obra maestra de la literatura fant¨¢stica: "Pero Jehov¨¢ ten¨ªa preparado un gran pez que tragase a Jon¨¢s; y estuvo Jon¨¢s en el vientre del pez tres d¨ªas y tres noches". Suficiente para refrescarse, me digo, trastornado por la agobiante temperatura de las noches madrile?as, que nada tienen que envidiar en bochorno, animaci¨®n y libertinaje a las de N¨ªnive antes de que sus ciudadanos se cubrieran de ceniza y vistieran colectivamente el saco penitencial. Me preparo un tanque de gintonic (con Citadelle, una estimulante ginebra con aromas de coriandro, enebro y naranja) y me pongo a revisar bajo el ventilador las estrategias de los editores europeos ante una rentr¨¦e globalmente marcada por el lanzamiento (15 de septiembre) de The Lost Symbol, la ¨²ltima entrega del mago de las ventas Dan Brown. Las perspectivas son tan buenas que la novela (conspiraci¨®n mas¨®nica, Washington, la acci¨®n transcurre en 12 horas, el h¨¦roe es el profesor Robert Langdon: ?a que ya se la saben?) se ha encaramado en la lista de los top ten de Amazon dos meses antes de su publicaci¨®n. Con unas ventas que han descendido alrededor de un 7% en el primer cuatrimestre de 2009, los libreros brit¨¢nicos cruzan los dedos para que vuelva a fluir el r¨ªo de oro engendrado por El C¨®digo Da Vinci, del que se calculan ventas totales en torno a los 65 millones de ejemplares en la cuarentena de lenguas a las que ha sido traducido (casi tantas como la historia de Jon¨¢s). En esta ocasi¨®n los editores brit¨¢nicos cuentan, adem¨¢s, con la caja de sorpresas a rebosar de productos de lujo de una abundante cosecha literaria: para competir con el nuevo Brown (cuya tirada inicial en lengua inglesa es de 6,5 millones de ejemplares) se ha adelantado la publicaci¨®n de nuevas obras de autores como Nick Hornby, Fay Weldon, William Trevor, Sebastian Faulks, JM Coetzee, Iain Banks, William Boyd, Margaret Atwood o Nick Cave. Si con todos ellos no se iluminan en el sector del libro brit¨¢nico las sombr¨ªas previsiones econ¨®micas para el ¨²ltimo trimestre del a?o, apaga y v¨¢monos. O, para expresarlo con macarr¨®nica impropiedad: swicht the lights off and let's go, babe.
'Rentr¨¦e'
Bajo el lema mayoritariamente asumido de que "menos es mejor", los editores franceses recortan por segundo a?o consecutivo (a ver si tomamos ejemplo) el n¨²mero de t¨ªtulos de su esperada rentr¨¦e romanesque. En esta ocasi¨®n, con un descenso de la facturaci¨®n del sector editorial estimado en un 2,2 % para 2008 (del 2009 a¨²n no se dice nada), se impone la prudencia: entre mediados de agosto y finales de octubre "s¨®lo" se publicar¨¢n 659 novelas, de las que 229 ser¨¢n traducciones de otras lenguas. Entre las novedades extranjeras no figura el ¨²ltimo Dan Brown, que en Francia no aparecer¨¢ hasta finales del oto?o, cuando ya eche humo la campa?a navide?a, de manera que en la l¨ªnea de salida los pertenecientes al "club de los 50.000" (ejemplares de tirada) no tendr¨¢n que competir con el gigante americano. En la lista de las grandes esperanzas libreras figura en primer lugar Le jeu de l'ange (Laffont), de monsieur Ruiz Zaf¨®n, de cuya L'ombre du vent (Grasset) se vendieron en total 540.000 ejemplares. Y no es la ¨²nica novela espa?ola que se publicar¨¢ en oto?o en este pa¨ªs tan atento a lo que aqu¨ª se escribe (al rev¨¦s no ocurre lo mismo). Todav¨ªa resuenan los ecos del espectacular "descubrimiento" cr¨ªtico (primera del suplemento Livres de Le Monde) con treinta y tres a?os de retraso, de la estupenda La chienne de vie de Juanita Narboni, de ?ngel V¨¢zquez ("escritor marginal" que se expres¨® en una lengua "plural, polif¨®nica, muy diferente al castellano oficial"), cuando ya se anuncia una nueva oleada de novelas de autores espa?oles. Juan Carlos Somoza, Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n, Antonio Soler, Ignacio Aldecoa, Carmen Laforet, Rodolfo Mart¨ªnez, Jos¨¦ Manuel Fajardo y el catal¨¢n Carles Casajuana son algunos de los autores espa?oles que, a la vuelta del verano, convivir¨¢n en las mesas de novedades con franc¨®fonos de prestigio (no siempre merecido) como Am¨¦lie Nothomb, Eliette Ab¨¦cassis, Sylvie Germain, Fr¨¦d¨¦ric Beigbeder o Patrick Poivre. Que tengan suerte.
Pancho
Si alguno alguna vez me preguntara (tomo prestada a Cernuda la magn¨ªfica condicional) qui¨¦n es el personaje de la edici¨®n espa?ola m¨¢s importante que he conocido, no dir¨ªa un nombre formal, sino el apocor¨ªstico con que es conocido en el sector: Pancho. Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez, ahora tambi¨¦n doctor honoris causa por la UIMP, ha sido casi todo lo que se puede ser en este gremio. Empez¨® de librero para terminar (por ahora, ya nos enteraremos de lo que trama para m¨¢s adelante) de bibliotecario de lujo. En el entretanto, fund¨® Taurus, cofund¨® Santillana (con su "amigo, c¨®mplice y l¨ªder" Jes¨²s de Polanco), organiz¨® la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a, particip¨® activamente en la creaci¨®n, consolidaci¨®n y crecimiento del primer grupo de comunicaci¨®n espa?ola (Prisa), cre¨® los cursos de edici¨®n de la UIMP (que este a?o conmemoran su primer cuarto de siglo), anim¨® los primeros congresos de editores espa?oles, impuls¨® la creaci¨®n de Liber, ide¨® los cursos de formaci¨®n para editores iberoamericanos. ?Se me olvida algo? S¨ª, lo m¨¢s importante. Durante m¨¢s de sesenta a?os no ha parado de trabajar en lo que ha sido una de sus m¨¢s firmes convicciones: que el espacio del libro espa?ol y el iberoamericano son s¨®lo uno. Espa?a e Iberoam¨¦rica forman parte, editorialmente hablando (pero no s¨®lo), de un ¨²nico continente espiritual y cultural. La verdadera patria del editor vocacional de ambas orillas es, precisamente, ese espacio que no figura exactamente en la cartograf¨ªa. Y es precisamente a esa ¨ªnsula, no por imaginaria menos real, a la que Pancho ha dedicado lo mejor de su talento. El resumen de tanto esfuerzo, mediaci¨®n y b¨²squeda de consensos se materializa ahora en la estupenda Fundaci¨®n Barcenillas, un ¨¢mbito consagrado ¨ªntegramente a las letras iberoamericanas (y a quienes las crean, editan y difunden) en el pueblo c¨¢ntabro del que toma el nombre. All¨ª, en un incre¨ªble caser¨®n restaurado y redise?ado amorosamente por Rosa Bernal, se conserva y alimenta (y pronto se pondr¨¢ a disposici¨®n de los especialistas) una excepcional biblioteca especializada en temas americanos que organiza y clasifica Paz Delgado. Hace poco tuve ocasi¨®n de pasar una tarde curioseando fondos y magreando (as¨ª lo llama Pancho) primeras ediciones de algunos de esos autores legendarios que tanto han contribuido a homologar el "territorio de La Mancha". Les aseguro que hubo un momento en que pens¨¦ esconderme cuando todos se fueran y quedarme a vivir all¨ª. Como el ¨²nico poliz¨®n de la m¨¢s acogedora biblioteca trasatl¨¢ntica.
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