Un hombre mata a su cu?ado de un tiro en una reyerta familiar

El chico mira una y otra vez al suelo. No para de repetir que su barrio es el Bronx. Lo dice apoyado en un coche con la ventana abierta y la radio reventada, sobre la acera en la que apenas unas horas antes, en la madrugada del s¨¢bado, un hombre muri¨® desangrado despu¨¦s de que su cu?ado le pegara presuntamente un tiro en la rodilla para defender a su hermana. Ambas familias son de etnia gitana.

Jos¨¦ Antonio Caldera, de 39 a?os, dispar¨® con una escopeta de caza a Ram¨®n Serrano, de 53 y casado con su hermana Pilar, delante de su casa, a unos metros de donde un grupo de vecinos lo cuentan todo sin dar nombre, dicen, por miedo a represalias. La familia del que dispar¨® abandon¨® de madrugada el piso de la esquina de la avenida de Buenos Aires con la calle de T¨¢nger (Puente de Vallecas). Se marcharon poco despu¨¦s de que la Polic¨ªa Municipal detuviera a Jos¨¦ Antonio. Los agentes llegaron r¨¢pido porque recibieron una llamada de la zona que alertaba de que un hombre iba a ver a su ex mujer con la intenci¨®n de matarla.

Los allegados del presunto asesino han huido por miedo a represalias

El herido muri¨® desangrado por un disparo de escopeta en la rodilla

Todos (los padres y los hijos del agresor, que viv¨ªan en dos pisos del mismo bloque) se fueron de all¨ª despu¨¦s de que el Samur intentara salvar sin suerte a Ram¨®n, tirado en la calle con una herida que le entr¨® por detr¨¢s en la rodilla izquierda y le alcanz¨® de lleno la femoral. Dejaron la ventana entreabierta. Dicen los vecinos que han huido para evitar un ajuste de cuentas. Porque tienen miedo. Otra ventana, la que da al patio, est¨¢ quemada. El chico apoyado en el coche asegura que la familia del muerto intent¨® prender la casa poco despu¨¦s del suceso. A la polic¨ªa no le consta. Y los del otro lado lo niegan.

Tampoco hay ni rastro en el bloque de los familiares del muerto. Algunos viven en el mismo edificio, pero todos se marcharon por la ma?ana al Tanatorio Sur a velar a su pariente.

Ram¨®n Serrano y Pilar Caldera ten¨ªan cinco hijos de entre 31 y 9 a?os. ?l se dedicaba a la venta ambulante, igual que el cu?ado, pero hac¨ªa tiempo que le hab¨ªa dejado el negocio a los ni?os. El matrimonio llevaba un par de a?os peleado. La familia de ella le cont¨® a la polic¨ªa que ¨¦l maltrataba y pegaba a la mujer por celos, seg¨²n una portavoz de la Jefatura Superior de la Polic¨ªa, que indic¨® que no consta ninguna denuncia por maltrato. Ram¨®n ten¨ªa antecedentes penales por lesiones y estafa pero no por agredir a su mujer. Es lo que repite, vestido de negro de arriba abajo, el sobrino de la v¨ªctima, Eduardo Serrano, de 40 a?os. Parado en los alrededores de la sala del tanatorio, atestada de familiares, defiende al fallecido: "Ten¨ªa un pronto, pero no era agresivo", asegura con los ojos rojos.

?l lleg¨® cuando el hombre ya estaba tirado en el suelo. Cuenta que su t¨ªo llam¨® a casa de los parientes de Pilar para decirles que pasar¨ªa a hablar con ella. "Se juntaban y se separaban, llevaban as¨ª m¨¢s de dos a?os, pero no le pegaba". Otro primo le interrumpe: "Eso ser¨ªa imposible con las leyes gitanas. Nadie permitir¨ªa que se pegara a una mujer". Eduardo sigue. Cuenta que ten¨ªan sus peleas porque ella no le respetaba, aunque no sabe explicar c¨®mo es esa falta de respeto de la que habla.

Ram¨®n se present¨® en la casa. Forceje¨® con el suegro, seg¨²n los vecinos. Y el cu?ado apareci¨® con una escopeta. Forcejearon tambi¨¦n. Y hubo un disparo de un arma en la que quedaban cinco cartuchos m¨¢s.

Despu¨¦s llegaron los gritos, las l¨¢grimas, las amenazas. "Claro que les dije que se fueran de all¨ª o se iban a enterar, uno suelta muchas cosas en caliente porque no hay derecho a que maten a un hombre as¨ª", admite el sobrino del fallecido. Junto al piso vac¨ªo, en la acera en la que a¨²n quedan restos de sangre, los chicos aseguran que no esperan ver en mucho tiempo a los familiares de Jos¨¦ Antonio, que ayer segu¨ªa detenido. Dicen que no volver¨¢n por la cuenta que les trae.