Excepcionales raritos

Pasi¨®n sin pu?ales bebe en las mejores aguas de la revista, el cabar¨¦, el circo, la revista musical y, sobre todo, las variedades. Al tiempo camina por la imaginaria l¨ªnea que separa el clasicismo de estos g¨¦neros de los nuevos lenguajes que eclosionan en la escena contempor¨¢nea tomando como inspiraci¨®n el trabajo de tantos locales de la Europa de entreguerras y sobre todo del Berl¨ªn de los a?os veinte.

Aqu¨ª, el director Xavier Albert¨ª, siempre sorprendiendo con una sensibilidad especial al mirar hacia mundos que ya hace tiempo que se les ha dado la espalda, ha reunido sobre la pista del Circo Price a un grupo de freakies, no como los de la inquietante pel¨ªcula de Tod Browning, sino m¨¢s cerca de los raritos de mundos noct¨ªvagos, provocadores y bohemios de cualquier gran ciudad viva. Un mundo que recoge muy bien la pintora Ana Juan, autora del cartel del espect¨¢culo. Todos juntos, incluida la orquesta, devienen en un c¨®ctel ¨²nico para todo tipo de espectadores. Bueno, los ni?os quiz¨¢ no. Aunque los dos supuestos strip-teases que aparecen, uno femenino y otro masculino (dos cuerpazos), est¨¢n m¨¢s cerca del humor blanco que de fantas¨ªas sexuales.

Como maestro de ceremonias, un divertido y efectista Javivi, al que muchos conocen por series televisivas, el grupo Animalario y escenarios marginales de la ciudad. Y tras ¨¦l, excepcionales artistas. La cantante canadiense de cuerpo de gomaespuma Mercedes Chenard (s¨®lo hasta el d¨ªa 26). La cabaretera mexicana Astrid Hadad con sus inteligentes parlamentos, sus deliciosas canciones y su exagerada est¨¦tica barroco-pop inconfundible. El australiano Mozes, artista a¨¦reo y burlesque de oscuro sentido del humor. La francesa Aurelia Cats, de imposibles contorsiones sobre el trapecio. La estadounidense Catherine D'Lish, con su ins¨®lito ba?o en una copa de champ¨¢n. La pareja holandesa Scott & Muriel, ¨²nicos en la magia y el humor. Los acr¨®batas espa?oles Zahir Circo. Y un ?ngel Pavlovsky, quiz¨¢ argentino, quiz¨¢ no, invitando a pasear por su ir¨®nico universo.