Ana D¨ªez evoca el fantasma de las dictaduras militares en 'Paisito'

Las vejaciones infligidas por las dictaduras latinoamericanas en los a?os setenta, las desapariciones forzosas, las ejecuciones extrajudiciales, las torturas, y la necesidad de rescatar la memoria conforman la materia prima de Paisito, la nueva pel¨ªcula de la directora Ana D¨ªez (Tudela, 1957). La autora de Ander y Yul, Gal¨ªndez, Todo est¨¢ oscuro y Algunas chicas doblan las piernas cuando hablan vuelve con una historia situada en el Uruguay de los a?os setenta, revestida de mate y f¨²tbol, de Pe?arol y Nacional. Nada tiene que ver el Montevideo de la pel¨ªcula, ese remanso de paz y tranquilidad, con el pa¨ªs del golpe militar del a?o 73, un pa¨ªs azotado por los desmanes militares donde se cometieron atrocidades de la misma cala?a que las de sus vecinos australes, Argentina y Chile, aunque sin recibir la misma atenci¨®n medi¨¢tica.

Una historia de amor infantil truncada sirve de hilo conductor para una pel¨ªcula cuyos protagonistas trataron de no tomar partido, sin ning¨²n ¨¦xito. Siempre infructuosamente. "Un polic¨ªa que cree en la democracia, y sabe c¨®mo funcionan las cosas tras bastidores, pero que hace como si no supiese nada, se convierte tambi¨¦n en torturador, sabe las bestialidades que se cometen y omite hacer algo. La gente que decide no tomar partido en una dictadura siempre termina por servirle a alg¨²n bando", opina D¨ªez.

Tono melanc¨®lico

El gui¨®n de Paisito est¨¢ basado en un relato corto del escritor uruguayo Ricardo Fern¨¢ndez, antiguo alumno de Ana D¨ªez en un master de gui¨®n, quien le llev¨® un borrador de la historia, 10 a?os despu¨¦s del curso, en 2004. Entre los dos modificaron el texto y emprendieron un rodaje de siete meses, en Argentina, Uruguay y Espa?a, en pleno invierno uruguayo. "El invierno ayud¨® a darle el tono melanc¨®lico que busc¨¢bamos", explica la directora.

Los actores pertenecen a una generaci¨®n para la que la dictadura es un hecho a¨²n muy cercano. "Es el caso de Mar¨ªa Botto, que tiene una historia muy desgarradora, con su padre, argentino desaparecido por los militares, del que nunca se ha sabido de su paradero", a?ade D¨ªez. "El reto m¨¢s complicado para los actores fue ponerse en la situaci¨®n de los represores o torturadores cuando ellos mismo vivieron situaciones inversas".