El 'ring' del Astana

Contador no transmit¨ªa ayer felicidad, precisamente, de vuelta al cuadril¨¢tero de las versiones y las interpretaciones de sus actos, del que quiz¨¢s no ha salido nunca, como crey¨® cuando logr¨® el amarillo en Verbier. El ataque de La Colombi¨¨re, que no distanci¨® a los hermanos Schleck sino a su compa?ero Kl?den, le pululaba por la cabeza cuando accedi¨® a la sala de prensa. La pol¨¦mica, su inseparable e indeseable enemiga, volvi¨® a visitarle en el momento m¨¢s inoportuno. Otra vez la contradicci¨®n director-corredor, otra vez la doble versi¨®n, la de uno y la de otro, como si respondieran a patrones y equipos distintos.

Primera versi¨®n. "Era la t¨¢ctica que hab¨ªamos preparado previamente para intentar distanciar a los hermanos Schleck, y durante el col de Romme habl¨¦ con Bruyneel para preguntarle si atacaba en La Colombi¨¨re", explic¨® Contador. "?l me dijo que lo hablara con Kl?den. Se lo pregunt¨¦ a Andreas, llegado el momento, y ¨¦l me dijo: si t¨² quieres, ataca", concluy¨®. Y lo hizo, sacrificando a su compa?ero, "que sufri¨® un baj¨®n muy fuerte" seg¨²n Contador, "y ya no pudo enlazar".

Segunda versi¨®n, la del m¨¢nager del Astana, Johan Bruyneel. "Contador me pregunt¨® si atacaba a los Schleck y yo le dije que no le hac¨ªa ninguna falta. Pero lo hizo. De no haberlo hecho, hoy ser¨ªamos primero, segundo y tercero en la clasificaci¨®n general". Un cap¨ªtulo m¨¢s en el desencuentro entre ambos, ya al parecer irresoluble, que ya se produjo en el ataque de Contador en la etapa que concluy¨® en Arcal¨ªs. Cada ataque del espa?ol ha tenido una lectura contradictoria en su equipo. Contador cre¨ªa que pod¨ªa irse s¨®lo "o dejar la etapa en un mano a mano con Andy". "Por eso ataqu¨¦, pero cuando vi a Kl?den que se quedaba, pregunt¨¦ cu¨¢nto perd¨ªa y me dijeron que unos pocos segundos. Por eso par¨¦, intentando enlazar otra vez con ¨¦l. Pero no pudo ser".

La interpretaci¨®n de Andy Schleck, desde dentro de la carrera, pero fuera del conflicto, no era la misma. ?l cre¨ªa que esta vez, por el terreno donde se produjo el ataque o porque las piernas no le iban igual "no pudo distanciarse" de los hermanos de Luxemburgo. El peque?o de los Schleck tambi¨¦n se mostr¨® sorprendido por el ataque de Contador: "Nos correspond¨ªa a nosotros, pero la verdad es que est¨¢bamos muy castigados". Dobles versiones, dobles interpretaciones en el doble Tour (dentro y fuera de la carretera) de un Contador, serio como nunca porque lo que le ocurri¨® a Kl?den fue "una aut¨¦ntica pena".

El clan de Armstrong se moviliz¨® en su twitter. El tejano dec¨ªa que todos le preguntaban por qu¨¦ Contador solt¨® a Kl?den. "Prefiero morderme la lengua", escrib¨ªa. M¨¢s duro se mostraba el ausente Leipheimer: "Si Kl?den pierde el podio por menos de dos minutos, ya sabemos donde lo perdi¨®", afirmaba el amigo del tejano.

El intercambio de golpes, con guante blanco, fue la constante de una jornada que dej¨® a Contador a dos cuadras del triunfo en Par¨ªs. "Un d¨ªa importante", dec¨ªa diplom¨¢ticamente Bruyneel, buscando un papel arbitral en el cuadril¨¢tero. Tambi¨¦n Contador confiaba en que "tanto Lance como Andreas, que son grandes especialistas en la contrarreloj, puedan recuperar ma?ana [por hoy] el tiempo perdido". La ruptura, en cualquier caso, se cobr¨® ayer el pen¨²ltimo jir¨®n.