P¨¢nico en la estrella

"El martes, plata con Otis Redding. El mi¨¦rcoles, oro con Robert Plant. ?Hoy qu¨¦? Ser¨¢ plata o ser¨¢ oro. Lo que es seguro es que ser¨¢ con Ray Charles, que cantar¨¢ Yesterday con voz quebrada para que Gemma Mengual lo interprete en el agua expresando con el cuerpo todos los matices de una historia dif¨ªcil. Algo ¨²nico. Inalcanzable para cualquier equipo que no sea Espa?a. Yesterday es una canci¨®n demasiado grande para una ni?a", explica Bet Fern¨¢ndez, la segunda entrenadora. "Corres el riesgo de hacer un bodrio".

Gemma, que ya cumpli¨® los 32, es una mujer hecha y derecha. Ayer, adem¨¢s de nadar con la gracia de un hipocampo y el sentimiento de una Lola Flores, debi¨® mantenerse bien recta para evitar una cat¨¢strofe durante la final de la prueba combinada. La crisis dur¨® un par de segundos y la l¨ªder del equipo espa?ol la resolvi¨® con un coraje heroico. Si cuatro minutos despu¨¦s las chicas celebraron el primer oro de la historia de la nataci¨®n sincronizada espa?ola en esta competici¨®n, en gran medida, fue gracias a que salieron indemnes del accidente.

"Gemma casi se cae. ?Dios! Hemos estado al l¨ªmite", resopl¨® Thais Henr¨ªquez

Sucedi¨® cuando los primeros acordes de Stairway to heaven se escapaban de la guitarra de Jimmy Page en la primera figura de la coreograf¨ªa. Las chicas se sumergieron y, formando una estrella, levantaron a Gemma Mengual, que emergi¨® del centro de la esfera, como una diosa cabeza abajo, con los hombros apoyados en un c¨ªrculo de pu?os y mu?ecas. De pronto, su hombro se escurri¨® y la estructura flotante empez¨® a oscilar a pocos metros de los diez jueces. Raquel Corral lo cont¨® despu¨¦s: "Hemos visto que se ca¨ªa y le hemos tenido que poner dos manos para sostenerla entre Irina Rodr¨ªguez y yo". Fue un peque?o incidente, y los jueces no lo detectaron. "?Baja la mano que nos ven!", le dijo Raquel a Irina. Al final, Gemma aguant¨® como un palo, con los empeines bien curvos y las piernas r¨ªgidas. Sab¨ªa que de la elegancia de su figura depender¨ªa el sue?o que ella y sus amigas hab¨ªan acariciado durante 20 a?os. Quer¨ªa el oro y, a falta de plan, se agarr¨® con el alma.

"Mantener el equilibrio es dif¨ªcil", record¨® Thais Henr¨ªquez, la m¨¢s alta de las diez finalistas. "De hecho hubo un accidente. Gemma casi se cae. Hemos hecho lo posible por salvarlo. Hemos estado al l¨ªmite. Nada m¨¢s empezar... ?Dios! Habr¨ªamos perdido el primer puesto. Las subidas juegan un papel fundamental, sobre todo en estas coreograf¨ªas muy art¨ªsticas. Y en esta subida de Gemma casi perdemos el oro".

Al salir del agua, tras escuchar la valoraci¨®n que las consagraba como las primeras campeonas de la historia de la sincronizada espa?ola, con 98.333 puntos, muchas de las espa?olas rompieron a llorar. Una de ellas fue Irina Rodr¨ªguez, la nadadora m¨¢s veterana del Mundial, con 33 a?os. Su mano hab¨ªa salvado el oro. Mientras, Gemma celebraba la buena suerte que hab¨ªan tenido: "Estaba apoyada con un hombro. Me he resbalado y me he tenido que poner muy dura para no caerme. Me he dicho: '?No me caigo ni pa Dios!".

El empleo de voces potentes del rock en las coreograf¨ªas revela el car¨¢cter aventurero del equipo espa?ol. Muchas de las chicas nadan juntas desde 1991. Son el equipo m¨¢s veterano del campeonato. Despu¨¦s de tanto tiempo, ya no son un grupo de adolescentes. Necesitan est¨ªmulos nuevos y los encuentran en ese punto desafiante que las lleva a mantener una relaci¨®n tensa con los jueces. Eso, en un clima de cambio constante imposible de asumir para el resto de las potencias, todas basadas en equipos de chicas menores de 25.

"Ahora es cuando m¨¢s se disfruta", dice Raquel Corral, que tiene 30. "Despu¨¦s de tantos a?os de trabajo, cuando te haces mucho m¨¢s mayor y consigues los objetivos, lo disfrutas todo con mucha m¨¢s intensidad. La gente nos repite la misma pregunta: '?Lo vais a dejar ya?'. ?No! Nos iremos de vacaciones y ya veremos. Somos un bloque tan unido y trabajamos tan bien que somos capaces de montar esta coreograf¨ªa en el ¨²ltimo momento. Lleg¨® Ana [Tarr¨¦s, la seleccionadora] y nos dijo: 'El tango no. Haremos Led Zeppelin. ?S¨ª? ?S¨ª! Hemos estado cambiando cosas hasta esta semana".

La improvisaci¨®n tiene sus riesgos, pero el riesgo es el combustible de Espa?a. Las rusas renunciaron a esta prueba porque no se atrevieron a prepararla con poco tiempo. Las chicas espa?olas no entienden la sincronizada de otra manera. Como dice la segunda entrenadora, Bet Fern¨¢ndez: "Disfrutamos yendo al l¨ªmite con todo lo que hacemos, tocando un poco las narices. Siendo un poco rebeldes y pas¨¢ndolo bien. Esto es lo que nos divierte. Ese es otro de los motivos por los cuales las mayores siguen. Si tuvieran un plan establecido y siempre se hiciese lo mismo, no habr¨ªan seguido".

Por eso, porque ayer en el agua hab¨ªa mujeres y no ni?as, el p¨¢nico de la estrella no acab¨® en naufragio y las nadadoras acabaron la jornada brindando con cava sentadas en el c¨¦sped del aristocr¨¢tico jard¨ªn del Antico Club de Tiro al Volo, sobre una de las colinas que dominan el T¨ªber. En un punto de la noche, Raquel Corral mir¨® la pantalla de su m¨®vil y exclam¨®: "?Dos guitarristas est¨¢n tocando la canci¨®n del oro en Piazza Navona!".

Waterpolo (hombres): Espa?a, 13; Australia, 10. Saltos. Semifinales de trampol¨ªn 3m: 1. A. Despatie (Can.), 485,05 puntos. 7. J. Illana, 454,80.