El Lorca jondo vuelve a Granada

"Lorca deber¨ªa ser a Granada lo que Mozart a Salzburgo", dice el director de escena Jos¨¦ Carlos Plaza, uno de los empe?ados en que esta premisa se cumpla y que el poeta planee sobre todo lo que haga referencia a la ciudad. El estreno, el pasado martes, del espect¨¢culo Poema del cante jondo en el caf¨¦ de Chinitas, supone un paso m¨¢s para afianzar la alianza de Granada y Federico Garc¨ªa Lorca con el otro gran icono de la capital: La Alhambra. El montaje que present¨® el Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa con coreograf¨ªa de Cristina Hoyos y direcci¨®n musical de Pedro Sierra se ofrece, hasta el 29 de agosto, en el teatro al aire libre de los jardines del Generalife, un verdadero poema verde del que los espectadores pueden disfrutar antes de las representaciones.

Pedro Sierra pone la m¨²sica a 'Poema del cante jondo en el caf¨¦ de Chinitas'

El Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa mezcla fantas¨ªa y pureza en el montaje

El p¨²blico espera esta cita estival desde que, en 2001, la Consejer¨ªa de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa cre¨® el ciclo Lorca y Granada en los jardines del Generalife. La qu¨ªmica entre Plaza y Cristina Hoyos -que han colaborado por cuarta vez para poner en escena al autor de Bodas de sangre- ha vuelto a funcionar.

"?ste ha sido el montaje m¨¢s complicado porque se trata de mezclar el mundo de fantas¨ªa y algo superficial de El caf¨¦ de Chinitas con la pureza del flamenco que Lorca recoge en El poema del cante jondo. Para que esos dos mundos convivan hemos creado un tablao m¨®vil de madera, inspirado en los teatros coloniales, en el que se suceden los cuatro palos que son la esencia del flamenco: seguiriya, sole¨¢, saeta y petenera", explica Plaza poco antes del estreno en un d¨ªa en que los nervios -no los del director de escena, que parec¨ªa muy sereno- se acrecentaron ante la amenaza de tormenta.

"Cuando tienes unos textos como los de Lorca, las cosas salen solas", celebra Plaza, al frente de un equipo de 22 artistas con entradas y salidas de escena a ritmo de v¨¦rtigo y que lucen m¨¢s de un centenar de originales trajes dise?ados por Pedro Moreno.

"En esta obra hay muchos personajes, cada uno con su historia, con los que nos metemos de lleno en el mundo popular de Lorca que es El caf¨¦ de Chinitas. Son rameras, militares, ni?as bien, se?oritos... Yo estoy todo el tiempo en escena -la representaci¨®n dura 90 minutos- y soy la vieja que echa las cartas, pero simp¨¢tica. Pero como solista bailo ¨²nicamente el zorongo con los chicos y, con toda la compa?¨ªa, las sevillanas del siglo XVIII", aclara Cristina Hoyos, directora del Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa. Hoyos ha contado, en esta ocasi¨®n, con la colaboraci¨®n en la coreograf¨ªa de dos de los bailaores de la compa?¨ªa: Mariano Bernal y Jes¨²s Ortega.

La Parrala, con su pelo largo y su ansia de muerte; La Tarara, provocadora y vestida de verde, o los apuestos cuatro muleros desfilaron ante las 1.800 personas que llenaron el teatro del Generalife y que, seg¨²n las previsiones, lo van a seguir llenando. Antes del estreno ya se hab¨ªan vendido 23.000 entradas. Y es que para los que aman la poes¨ªa, Lorca nunca abandon¨® Granada. El poeta y la ciudad estrechan sus v¨ªnculos "cuando llega la cal¨®", como bien dec¨ªa un paisano durante el estreno, muy cerca del patio de los Aljibes de La Alhambra en el que, el verano de 1922, Garc¨ªa Lorca y su amigo Manuel de Falla organizaron el I Concurso de Cante Jondo.