El sue?o del cin¨¦filo
A los gijoneses les gusta decir que el autocine de su ciudad es el ¨²nico que queda en Espa?a. Pero existen otros abanderados, sobre todo en Levante, de esta peculiar manera de ver cine, sobre ruedas, que permite al espectador imaginarse protagonista de aquellas pel¨ªculas de Hollywood donde los adolescentes se manoseaban en un coche, mientras sobre sus cabezas se mov¨ªan los mitos del celuloide a tama?o exponencial.
La diferencia del autocine de Gij¨®n es que s¨®lo el camino se convierte ya en una experiencia de ensue?o. Todav¨ªa es de d¨ªa, en este mes de julio, a la hora de la pel¨ªcula -de lunes a jueves a las diez y media y los fines de semana una doble sesi¨®n que comienza a las nueve y media-. Por eso, a medida que el coche recorre los siete kil¨®metros que separan la ciudad de su autocine, el sol va perdi¨¦ndose en el horizonte, dejando un rastro brillante que se confunde con las primeras luces de la noche. La carretera de la Providencia al Infanz¨®n, que es la que hay que tomar, serpentea por la colina y a la vuelta de las curvas los colores del atardecer ofrecen una inusual vista de la ciudad. Al final de una de esas vueltas aparece el autocine, a la izquierda. Tras dejar la taquilla -ocho euros por veh¨ªculo y cuatro para las motocicletas-, un camino de arena conduce directamente a la explanada encabezada por la gigantesca pantalla de 340 metros cuadrados, que pesa 11 toneladas y tiene una l¨¢mpara de 8.000 vatios. El sue?o del cin¨¦filo.
Desde hace 15 a?os, los Fern¨¢ndez ofrecen cine bajo las estrellas
Media hora antes del comienzo de la pel¨ªcula el lugar ya est¨¢ abarrotado. Familias enteras, parejas y grupos de adolescentes de ambos sexos hormiguean entre los coches y los puestos de comida. Los precios son populares (la hamburguesa se cobra a 2,55 euros y lo m¨¢s caro es la pizza, siete euros) y las pel¨ªculas tambi¨¦n. Nada de versi¨®n original. Pausa de cinco minutos a mitad de la pel¨ªcula y estrenos que llegan tres semanas despu¨¦s que al resto de los cines.
Aunque la mitad de la gracia est¨¢ en poder moverse por el recinto sin preocuparse de molestar al vecino. Las pel¨ªculas se escuchan directamente en el coche a trav¨¦s del 100.70 de la FM y, si a uno le da claustrofobia, siempre puede sentarse en una de las terrazas de los chiringuitos. "Es como ver una pel¨ªcula en un cine cerrado s¨®lo para ti. Tiene un encanto especial, es diferente", explica Nathalie Fern¨¢ndez, que vive en Puebla de la Sierra y viene con frecuencia. Tambi¨¦n en invierno.
Porque, como en Asturias llueve tanto, este cine est¨¢ preparado para las inclemencias. Unas viseras de aluminio, que se sujetan al cap¨® con ventosas, impiden que el agua llegue al parabrisas. Y, para los que suben en moto, otro invento: cuatro autobuses, que tienen los asientos girados, permiten seguir la pel¨ªcula a cubierto, como si se tratara de un minicine. All¨ª los m¨¢s j¨®venes se pelean por un sitio para comer sus palomitas.
"El autocine abre todos los d¨ªas del a?o, menos el 14 de agosto, Nochebuena y Nochevieja", informa Chema Fern¨¢ndez, cabeza de la familia que regenta el establecimiento. Y quien tuvo la visi¨®n de abrir el autocine hace 15 a?os. "Fue una casualidad", explica. Hab¨ªa llevado a su hijo a un aparcamiento de un supermercado para ense?arle a conducir. El coche se estrope¨® y se quedaron parados, esperando la gr¨²a, frente a una pared blanca. Hab¨ªa huelga general en Asturias y la cosa se alarg¨® durante horas. As¨ª que Fern¨¢ndez y su hijo empezaron a preguntarse c¨®mo habr¨ªa ido la cosa si hubieran tenido un proyector. Abrieron el primer verano, con la idea de cerrar el 15 de octubre.
"Pero lleg¨® ese d¨ªa y los chavales ya no nos dejaron", cuenta. Fueron pasando los a?os y los Fern¨¢ndez han ido adaptando el negocio. Desde hace tiempo, los domingos conectan, antes de la pel¨ªcula, con el partido del Sporting y tambi¨¦n se han convertido en el lugar de cita cuando corre Alonso. Se les llena el autocine. En septiembre pondr¨¢n en marcha el ¨²ltimo proyecto: han montado una cabina con dos asientos de coche y los mandos de la Play Station frente a la pantalla. Las partidas, a partir de las nueve y media, ser¨¢n tama?o gigante.
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