Venezuela revisar¨¢ las expropiaciones a espa?oles

Espa?a y Venezuela acordaron ayer poner en marcha un mecanismo para resolver el problema de los casi 200 hispano-venezolanos cuyas fincas han sido ocupadas o expropiadas por el r¨¦gimen bolivariano. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, anunci¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n mixta que se constituir¨¢ el pr¨®ximo 13 de agosto y se reunir¨¢ cada 15 d¨ªas para examinar y agilizar los expedientes. El canciller venezolano, Nicol¨¢s Maduro, asegur¨® que "el marco legal y constitucional est¨¢ muy claro", pero reconoci¨® demoras burocr¨¢ticas y mostr¨® su inter¨¦s en despejar un asunto "con el que se especulaba para hacer da?o a las relaciones hispano-venezolanas".

Los dos ministros hicieron este anuncio pocas horas antes de que Moratinos se reuniera, en el Consulado espa?ol en Caracas, con representantes de los afectados por las expropiaciones y ocupaciones de tierras. El jefe del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, remiti¨® la semana pasada una carta al presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, en la que le recordaba que durante su ¨²ltima visita a Espa?a, en julio pasado, se hab¨ªa comprometido a resolver el contencioso, sin que nada se haya hecho desde entonces.

Los seguidores de Ch¨¢vez no s¨®lo han ocupado fincas, sino incluso talleres

El Gobierno espa?ol, alegan fuentes diplom¨¢ticas, reconoce el derecho de Venezuela a llevar adelante la reforma agraria y poner en explotaci¨®n tierras ociosas. El problema, seg¨²n esas fuentes, radica en que muchas fincas son ocupadas por seguidores de Ch¨¢vez sin respaldo legal alguno y, en otros, los tr¨¢mites administrativos se alargan indefinidamente, provocando la indefensi¨®n de los propietarios. "Lo que pedimos", a?aden, "es que resuelvan, en un sentido o en otro. Si hay expropiaci¨®n, que paguen; y si no, que devuelvan las tierras a sus due?os".

El Ministerio de Asuntos Exteriores estima en 88 los expedientes de fincas r¨²sticas pendientes de soluci¨®n y en 23 las urbanas, pues no s¨®lo se han ocupado latifundios, sino tambi¨¦n solares e incluso talleres. Se trata de un asunto delicado, ya que Venezuela no reconoce la nacionalidad espa?ola a los expropiados, y enturbia todas las relaciones, ya que crea inseguridad jur¨ªdica y disuade la inversi¨®n.