Productor de pel¨ªculas desde dos euros
Estudiantes de la UPM utilizan la Red para financiar y distribuir gratis 'El cosmonauta', su primer largometraje - En dos meses han recaudado 6.000 euros mediante 'crowdfunding' - Los ingresos deber¨ªan llegar por el lado de la publicidad y el 'merchandising'
Sue?an con algo tan antiguo como el celuloide: inventar historias y darles vida. Rodar, hacer cine. Cine espa?ol. Sin embargo, su estrategia para conseguirlo apunta a los nuevos tiempos. En lugar de esperar subvenciones y recibir el no de las productoras, apuestan por la desintermediaci¨®n total: financiar, publicitar y distribuir en la Red su primer largometraje.
Tres estudiantes de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM) est¨¢n convencidos de que ¨¦se es el futuro del cine. El gui¨®n, titulado El cosmonauta, est¨¢ pr¨¢cticamente listo. La productora para agitar la idea, Riot Cinema, funcionando. El equipo de rodaje, 60 personas, cerrado. Las localizaciones, fechas y dem¨¢s detalles, perfilados. Falta lo importante, el presupuesto.
"Necesitamos 158.000 euros para rodar la pel¨ªcula e ingresar luego 292.000 m¨¢s para cubrir costes y pagar al personal", explica Nicol¨¢s Alcal¨¢, de 22 a?os, director del proyecto junto con Carola Rodr¨ªguez (22) y Bruno Teixidor (23).
Para lograrlo, han lanzado un proceso de crowdfunding en Internet. Cualquier que lo desee, a partir de dos euros, puede ser productor y financiar la iniciativa. Quien aporta 1.000 euros o m¨¢s se convierte en inversor, es decir, accionista con derecho a un porcentaje proporcional de los ingresos posteriores.
De momento, funciona. "En dos meses hemos recaudado 6.000 euros de 447 personas y un inversor. Si todo marcha como hasta ahora, estaremos rodando en abril o mayo", dice Carola Rodr¨ªguez.
El crowdfunding no es nada nuevo en la Red ni en el cine. En 2006, el director americano Robert Greenwald reuni¨® 367.000 d¨®lares de m¨¢s de 3.000 internautas para realizar el documental Iraq for sale. La novedad de El cosmonauta es que circular¨¢ en alta definici¨®n completamente gratis en Internet, bajo licencia Creative Commons.
Aqu¨ª reside lo verdaderamente complejo: generar ingresos con la distribuci¨®n online. "Incluiremos publicidad no invasiva y venta asociada de productos. Es como la m¨²sica, la gente no paga por canciones, pero s¨ª por conciertos, camisetas o p¨®sters firmados de sus artistas", dice Teixidor. "La clave es combinar estos nuevos canales con los tradicionales".
Aun as¨ª, de poco sirve el c¨®ctel de distribuci¨®n independiente y publicidad viral si el contenido no es de calidad. El p¨²blico decidir¨¢. El gui¨®n cuenta la historia de un astronauta enviado a la Luna cuyo rastro se pierde en plena misi¨®n. Meses despu¨¦s se restablece la conexi¨®n y la nave consigue regresar. Cuando la abren, est¨¢ vac¨ªa. ?l sigue comunic¨¢ndose por radio y asegura haber aterrizado en la Tierra. Dice haberla encontrado desierta.
"Jugamos con el misterio de saber qu¨¦ ocurre en realidad. Siempre nos atrajeron las historias de cosmonautas, esos personajes misteriosos anteriores a Yuri Gagarin. Vimos la exposici¨®n Sputnik, de Joan Fontcuberta, y decidimos lanzarnos con la historia", comenta Teixidor.
El de Fontcuberta, premio Nacional de Fotograf¨ªa, es uno de los m¨¢s de 20 apoyos que han recibido. Richard Stallman, fundador del movimiento de software libre, y el Centro Espacial Gagarin, en Rusia, tambi¨¦n les han ofrecido soporte.
Los tres conf¨ªan en la combinaci¨®n de creatividad, Internet y v¨ªas tradicionales para generar ingresos. Alcal¨¢ cree que la distribuci¨®n gratis online no les perjudicar¨¢, todo lo contrario, les traer¨¢ m¨¢s visibilidad. "La licencia obliga a poner nuestros nombres en cualquier uso que se haga del material. Si alguien lo utiliza para lucrarse y realmente le interesa la pel¨ªcula, compartir¨¢ los beneficios".
Tal vez sea la ¨²nica salida para j¨®venes talentos. Seg¨²n el Ministerio de Cultura, de los 173 largometrajes espa?oles rodados el a?o pasado, el 25% no han llegado a una sala de cine. Y de los estrenados, menos de la mitad, el 43%, superaron los 100.000 euros de recaudaci¨®n. "Es un asunto escabroso", dice Rodr¨ªguez.
Hacia el fin del celuloide
C¨¢maras digitales, casting por Internet y distribuci¨®n por Internet, sistemas de mercadotecnia y recogida de fondos tambi¨¦n por Internet..., pero la cadena se rompe si al final falta el eslab¨®n de las salas de cine con proyectores digitales, si al final hay que hacer copias en celuloide para la proyecci¨®n de la pel¨ªcula en el cine.
En el ¨²ltimo a?o la adaptaci¨®n de las salas al mundo digital creci¨® un 70% en Europa. Ya hay 1.529 pantallas digitales, frente a las 897 del a?o 2007, seg¨²n el Observatorio Europeo Audiovisual.
La Motion Picture American Association (MPAA) informa de que en todo el mundo existen 8.614 pantallas digitales y m¨¢s de la mitad (el 64%) se encuentran en Estados Unidos, donde adem¨¢s el sector vive un buen a?o gracias a la crisis.
Hist¨®ricamente, en ¨¦pocas de dificultades econ¨®micas, los norteamericanos se refugian en sus theater, un espect¨¢culo mucho m¨¢s barato que ir a un partido de cualquier deporte. En 2004 s¨®lo exist¨ªan en el mundo 334 salas digitales y en cuatro a?os se han multiplicado casi por 28.
En Europa el mayor cambio lo ha experimentado Polonia, que en un a?o ha pasado de ocho pantallas a 53 gracias al apoyo de su asociaci¨®n cinematogr¨¢fica. El Reino Unido es el pa¨ªs europeo con m¨¢s pantallas (303), aunque en el ¨²ltimo a?o s¨®lo se estrenaron 19 salas. En Espa?a se ha pasado de 33 a 53 pantallas en el ¨²ltimo a?o, y es el noveno pa¨ªs de Europa.
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