La fruta, un lujo en Cuba
La prensa cubana no regala noticias hueso, de esas que reflejan la ineficiencia econ¨®mica del sistema. Pero con las que se publican basta. A comienzos de este mes de julio, el diario oficial Granma daba un reporte helador sobre la escasez de frutas en la isla. "La cosecha de c¨ªtricos disminuy¨® desde el a?o 2004 un 51%, la de pl¨¢tano un 38% y la de otras frutas un 29%". Los rendimientos de estos cultivos en el mismo periodo "decrecieron entre 1,4 y 5 toneladas por hect¨¢rea". Y en los primeros cinco meses del ejercicio 2009 "las cifras" continuaron en "descenso".
En fin, que el para¨ªso del mango, la pi?a y la guan¨¢bana se acab¨®. Los frutales en Cuba "pr¨¢cticamente han desaparecido", reconoc¨ªa en tono autocr¨ªtico el ¨®rgano de expresi¨®n del Partido Comunista. Y si eso es con las frutas, hay que imaginarse otros cultivos.
S¨®lo la cosecha de c¨ªtricos ha disminuido un 51% desde 2004
Cuba tiene que importar el 80% de los alimentos que consume El a?o pasado, la mitad de las tierras cultivables estaba sin explotar
Las causas del desastre son de sobra conocidas. Un economista las resum¨ªa: "La falta de est¨ªmulo de los productores, en primer lugar"; a ello hay que sumar "la ineficiencia del sistema estatal de acopio, que por desidia puede dejar pudrirse en el campo las frutas recogidas por los campesinos". Eso "cuando el pa¨ªs ha de importar la materia prima necesaria para hacer compotas, jugos y mermeladas, que se reparten subvencionados por la libreta de racionamiento".
Por ah¨ª va el cogollo del asunto. Cuba, que es un pa¨ªs agr¨ªcola, importa el 80 % de los alimentos que consume. A ello hay que agregar que el a?o pasado aproximadamente el 50% de las tierras cultivables en manos del Estado permanec¨ªa sin explotar.
Hace justo dos a?os, el 26 de julio de 2007, el presidente cubano, Ra¨²l Castro, anunci¨® "cambios estructurales y de concepto" y reformas en el campo para incrementar la productividad. Las medidas principales consistieron en la descentralizaci¨®n, con el objetivo de trasladar la toma de decisiones agrarias a las estructuras municipales, y el reparto de tierras ociosas a los campesinos.
El semanario Trabajadores acaba de revelar c¨®mo marcha ese proceso: de 1.691.000 hect¨¢reas estatales sin cultivar, se han entregado a campesinos o cooperativistas 689.697 hect¨¢reas. De esta extensi¨®n, s¨®lo el 25,4% est¨¢ en explotaci¨®n o sembrada.
La prensa oficial cubana tambi¨¦n ha dado explicaciones de por qu¨¦ no ha sido posible aplicar otra importante reforma anunciada, la salarial, que estipula que el obrero que m¨¢s rinde m¨¢s cobra y que no hay techo para lo que un buen trabajador puede ganar -una novedad en Cuba-.
Ocurre que la burocracia y las "resistencias" de fuerzas internas oscuras han impedido echar a andar la reforma, que resulta vital para estimular el trabajo, pese a que ten¨ªa que haber entrado en vigor hace m¨¢s de un a?o.
Nada, que las frutas en Cuba seguir¨¢n siendo un lujo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.