Una gran injusticia intergeneracional
Muchos de ustedes se habr¨¢n visto en la situaci¨®n de tener un piso vac¨ªo en propiedad y plantearse la opci¨®n de alquilarlo. ?Cu¨¢l es la reacci¨®n m¨¢s com¨²n es esos casos? No lo alquilo, porque luego no hay manera de deshacerse de los inquilinos. As¨ª que muchas veces en el mercado inmobiliario se decide no recibir una renta de alquiler, manteniendo el piso vac¨ªo, ya que la incertidumbre y, por tanto, el costo, respecto a la terminaci¨®n del contrato es muy alta. La ineficiencia econ¨®mica del alto costo del "despido de los inquilinos" est¨¢ muy clara. Sustituyan ahora el mercado de alquiler de vivienda por el mercado laboral y entender¨¢n perfectamente por qu¨¦ el consenso de la profesi¨®n econ¨®mica -no s¨®lo los 100 firmantes del manifiesto en Espa?a, sino el FMI, el OCDE, la Comisi¨®n Europea, el Banco Central Europeo, el Banco de Espa?a, y tambi¨¦n esta columna- ha repetido hasta la saciedad que la rigidez de las condiciones de despido es una variable fundamental para explicar la creaci¨®n de empleo. Espa?a es un ejemplo bien claro: el empleo temporal, donde el coste del despido es m¨ªnimo, creci¨® de manera acelerada en los ¨²ltimos a?os, mucho m¨¢s r¨¢pido que el empleo permanente.
?Defienden los sindicatos a un peque?o grupo a costa de perpetuar la injusticia intergeneracional?
Cada vez que el FMI, la OCDE o la Comisi¨®n Europea han analizado la econom¨ªa espa?ola durante la ultima d¨¦cada han repetido el mismo mensaje: la dualidad del mercado laboral espa?ol es muy perniciosa, fomentada por el mayor nivel de protecci¨®n de los contratos permanentes de los pa¨ªses de la OCDE, que s¨®lo se mantiene gracias al baj¨ªsimo nivel de protecci¨®n de los contratos temporales y genera un nivel de temporalidad sin igual en el mundo desarrollado. En esta columna hemos repetido este mensaje varias veces, y el manifiesto de los 100, con la petici¨®n de un contrato laboral ¨²nico que acabe con la dualidad del mercado laboral espa?ol, es la receta de pol¨ªtica econ¨®mica que se deriva de las mejores practicas econ¨®micas internacionales.
La oposici¨®n de los sindicatos, que puede derivar en un acuerdo social que, adem¨¢s de no resolver el principal problema del mercado laboral, probablemente empeorar¨¢ las finanzas de la Seguridad Social, hay que ponerla, por tanto, en contexto. ?Por qu¨¦ se oponen los sindicatos espa?oles a la opini¨®n de la gran mayor¨ªa de los profesionales econ¨®micos mundiales? En toda reforma estructural es necesario analizar a qui¨¦n favorece el statu quo. En el caso espa?ol es sencillo: a los trabajadores cualificados que disfrutan de contratos permanentes con alt¨ªsima protecci¨®n. Estos suelen ser trabajadores de media y avanzada edad con experiencia profesional. ?A qui¨¦n perjudica el statu quo? A los j¨®venes y a los trabajadores menos cualificados y con poca experiencia laboral, que son los que sufren de la fragilidad de los contratos temporales. Traducido al espa?ol de la calle: dado que los niveles de protecci¨®n y de temporalidad espa?oles son los m¨¢s altos de la OCDE, la estructura del mercado laboral espa?ol genera una injusticia intergeneracional sin comparaci¨®n en el mundo desarrollado. Esta tremenda injusticia intergeneracional es lo que defienden los sindicatos espa?oles
Por tanto, al grupo de 700 personas que han rechazado en p¨²blico la idea de avanzar hacia el contrato ¨²nico hay que hacerles una pregunta: si los expertos econ¨®micos mundiales est¨¢n todos de acuerdo en que hay que acabar, o al menos reducir significativamente, con la dualidad del mercado laboral espa?ol, si esta dualidad genera una injusticia intergeneracional que est¨¢ amenazando el futuro de una generaci¨®n entera de j¨®venes espa?oles -la generaci¨®n ni-ni, como se le denomina en los medios period¨ªsticos, que ve sus perspectivas de empleo y de formaci¨®n seriamente disminuidas-, ?qu¨¦ saben los 700 que no sabemos todos los dem¨¢s?
Culpar al "modelo productivo" de la dualidad laboral es equivalente a afirmar que la especializaci¨®n productiva de un pa¨ªs la dise?a un planificador central, lo cual es altamente discutible. Las decisiones individuales de producci¨®n responden al sistema de incentivos de cada econom¨ªa, y un componente fundamental del sistema de incentivos es la legislaci¨®n laboral. Si alguien explicara a los j¨®venes de 18 a 30 a?os las conclusiones de la profesi¨®n econ¨®mica apuntadas arriba, y ¨¦stos decidieran crear un sindicato para defender sus intereses, ?cu¨¢les ser¨ªan sus propuestas? Posiblemente, la creaci¨®n de un contrato ¨²nico que reduzca la protecci¨®n de los contratos permanentes y mejore la estabilidad laboral de los contratos temporales. ?Ser¨¢, por tanto, que los sindicatos espa?oles, y los 700 firmantes, defienden los intereses de tan s¨®lo un grupo reducido de trabajadores a costa de perpetuar esta grave injusticia intergeneracional?
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