El paro eleva las demandas de microcr¨¦ditos para crear empresas
Los peque?os pr¨¦stamos sin aval ya no recaen s¨®lo en los excluidos sociales
El grifo financiero no ha llegado a los microcr¨¦ditos. Si la crisis ha comportado que los cr¨¦ditos tradicionales emanen con cuentagotas de las entidades bancarias, el flujo no ha languidecido para estos pr¨¦stamos -que oscilan entre 9.000 y 25.000 euros-, que se han consolidado como una herramienta para quienes poseen una idea de negocio viable pero carecen de recursos y avales para acceder al cr¨¦dito convencional.
La recesi¨®n s¨ª se ha reflejado en el perfil de sus beneficiarios. Si en a?os de econom¨ªa boyante eran mayoritariamente emprendedores por "vocaci¨®n", ahora se ha sumado un volumen creciente de emprendedores "por necesidad". Es decir, personas que tras perder su empleo han visto en la creaci¨®n de un negocio propio una v¨ªa para salir del paro. As¨ª lo apunta Albert L¨®pez, director general de Micro Bank, de La Caixa, que este a?o ha registrado un aumento de la demanda de esta l¨ªnea financiera. El beneficiaro tipo de los microcr¨¦ditos que da esta entidad es un hombre de entre 30 y 41 a?os en situaci¨®n de precariedad laboral o en el paro.
En el primer semestre de 2009, a trav¨¦s de Micro Bank se financiaron en Catalu?a 2.501 iniciativas de emprendedores que no aportaban otro aval que una idea de negocio viable, por total de 31.636 millones de euros. En todo 2008 se dieron 26.500 millones para 2.029 proyectos.
En cifras mucho menos voluminosas, entidades como Caixa Sabadell y Caixa Tarragona tambi¨¦n han dado m¨¢s microcr¨¦ditos. No ha ocurrido as¨ª en Caixa Catalunya, que introdujo esta modalidad en Espa?a en 2001. Si en 2008 la entidad financi¨® 300 iniciativas, en lo que ha transcurrido de 2009 la cifra no llega al centenar. "Hemos registrado una menor demanda, seguramente porque la crisis y la ca¨ªda del consumo han generado miedo, y potenciales solicitantes de estos microcr¨¦ditos no han dado el paso", explica ?ngel Font, jefe del ¨¢rea de inclusi¨®n social de la Obra Social de Caixa Catalunya. Y a?ade que en el segundo semestre de este a?o y principios de 2010 la demanda se reactivar¨¢ ante las expectativas de recuperaci¨®n de la econom¨ªa.
Font agrega que la caja seguir¨¢ potenciando el microcr¨¦dito porque "aunque de momento no es una l¨ªnea sostenible para la entidad, nos satisface su impacto social", afirma. As¨ª lo refleja un estudio en el que se eval¨²an los 1.475 microcr¨¦ditos concedidos desde 2001 por la entidad, que han generado m¨¢s de 3.500 puestos de trabajo. Seg¨²n el an¨¢lisis, el 88% de los solicitantes siguen en activo, la mayor¨ªa en el propio negocio, lo que significa que "han dejado de ser personas asistidas, beneficiarios de ayudas p¨²blicas, para pasar a ser generadores de renta a trav¨¦s de su actividad comercial". Esta opci¨®n, adem¨¢s, es m¨¢s demandada por personas con un nivel de estudios alto o medio.
Confirma estos datos Anna Molero, directora general de Barcelona Activa, dependiente del Ayuntamiento. En esta agencia este a?o han aumentado el 16% las solicitudes de asesoramiento. La entidad, que realiza el acompa?amiento de estos empresarios, ha detectado que esta l¨ªnea de financiaci¨®n va perdiendo su car¨¢cter originario como instrumento destinado a personas en riesgo de exclusi¨®n social. "Bi¨®logos o ingenieros, personas con un elevado perfil profesional que no est¨¢n en situaci¨®n de exclusi¨®n social pero no gozan de una situaci¨®n econ¨®mica estable, acuden cada vez m¨¢s a esta figura financiera para emprender negocios del sector de las nuevas tecnolog¨ªas o del medio ambiente, entre otros", apunta Molero.
Junto a este nuevo perfil, se consolida tambi¨¦n el del inmigrante que, gracias a programas espec¨ªficos, crea peque?os negocios -comercios y restaurantes sobre todo- en Catalu?a o en su pa¨ªs de origen. Cerca de la mitad de los solicitantes de un microcr¨¦dito son inmigrantes.
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