"Nunca vamos a colaborar con este Gobierno"
A pesar de la represi¨®n, de los muertos, de los detenidos, Mehdi Karrub¨ª (Aligudarz, Lorest¨¢n, 1937) mantiene su desaf¨ªo al Gobierno de Mahmud Ahmadineyad. "Vamos a seguir protestando", afirma durante una entrevista con EL PA?S en su domicilio al norte de Teher¨¢n. Humillado en las elecciones presidenciales de junio, que califica de fraudulentas, Karrub¨ª qued¨® en ¨²ltimo lugar. Desde el principio ha apoyado las reclamaciones de Mir Hosein Musav¨ª, el abanderado de los reformistas aunque menos audaz en sus propuestas pol¨ªticas, que qued¨® segundo. No esconde su amargura por la falta de unidad con que acudieron a los comicios, pero mira hacia delante. "Ni Musav¨ª ni yo nos hemos retirado", dice convencido de que su firmeza contribuir¨¢ a que las pr¨®ximas elecciones sean m¨¢s limpias.
"Ni Musav¨ª ni yo nos hemos retirado. Nos preocupan las matanzas"
"Los problemas con Estados Unidos no favorecen a ninguna de las partes"
Pregunta. ?Esta crisis es s¨®lo un desacuerdo entre las ¨¦lites revolucionarias o hay algo m¨¢s?
Respuesta. Se puede interpretar de dos formas. Nosotros nos consideramos parte del sistema. Los que est¨¢n fuera del sistema, los grupos de oposici¨®n m¨¢s arraigados, tal vez tengan otra interpretaci¨®n. Nuestras diferencias se circunscriben a las elecciones. En nuestra opini¨®n, de los cuatro candidatos que se presentaron, el ¨²nico que ten¨ªa el poder, los gobernadores provinciales y el presupuesto nacional era el se?or Ahmadineyad, y creemos que aprovech¨® esas condiciones para ganar. Por otra parte, el ¨®rgano de supervisi¨®n [el Consejo de Guardianes] se inclin¨® en su favor en lugar de controlar el proceso. Nuestro desacuerdo se limita a las elecciones. No cuestionamos el sistema.
P. En la calle, el sentido de la injusticia de la gente va ya m¨¢s all¨¢ del denunciado fraude electoral. ?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s?
R. No lo niego, pero al principio todos los esl¨®ganes eran sobre las elecciones porque el resultado fue contrario a lo esperado. Resulta natural que sea as¨ª. En un proceso en el que participa mucha gente, a veces se corean esl¨®ganes con los que ni el se?or Musav¨ª ni yo estamos de acuerdo. Proceden de otros grupos pol¨ªticos o de gente particular. Con sinceridad, si las autoridades hubieran actuado de otra forma con el proceso electoral, nunca se habr¨ªan producido estos problemas, porque la mayor¨ªa absoluta de quienes protestan s¨®lo lo hace por ese motivo. Los iran¨ªes quieren una soluci¨®n y la estabilidad lo antes posible. La realidad es que la mayor¨ªa no acepta los m¨¦todos, el lenguaje y la forma de gobernar del se?or Ahmadineyad. Si se soluciona el problema principal, el resto tambi¨¦n.
P. El 15 de julio se reunieron en la plaza de Azad¨ª tres millones de personas. Desde aquella manifestaci¨®n, a la que usted y Musav¨ª acudieron juntos, da la sensaci¨®n de que la oposici¨®n se ha quedado sin liderazgo. ?Qu¨¦ restricciones afronta usted para moverse, comunicarse y reunirse con sus colaboradores y simpatizantes?
R. No puedo corroborar esa cifra, pero mi experiencia me permite decir que no se esperaba tanta gente en una manifestaci¨®n para pedir algo al sistema. Nosotros no nos hemos retirado. Estamos preocupados por las matanzas y los disturbios. Por eso no convocamos a la gente a manifestarse. Nos preocupa la posibilidad de que se produzca un conflicto con las fuerzas militares, con la milicia, o incluso entre distintos sectores de la sociedad, nuestros partidarios y los del otro grupo. A la vez, seguimos expresando nuestros puntos de vista. Emitimos comunicados. No consideramos leg¨ªtimo este Gobierno. No hemos participado en el nombramiento, ni vamos a hacerlo en la investidura.
P. Ha mencionado la represi¨®n. ?Tiene una cifra real de muertos y detenidos?
R. Hay diferentes versiones. Algunas hablan de 2.000 y hasta 3.000 detenidos. Otras, de 1.000. No hay informaci¨®n fiable. En cuanto a los que han perdido la vida, tampoco sabemos. Dentro de poco tendremos m¨¢s datos.
P. Uno de los detenidos m¨¢s prominentes, el ex vicepresidente Abtah¨ª, apoy¨® su candidatura a la presidencia. ?Qu¨¦ ha sentido al verle en televisi¨®n, con el uniforme carcelario, retract¨¢ndose de sus cr¨ªticas al resultado electoral?
R. Llevan 50 d¨ªas detenidos. Desconozco en qu¨¦ condiciones han vivido para decir esas cosas. No creo en ese tipo de confesiones y as¨ª lo he expresado en mi peri¨®dico. No he sentido nada especial al verlas.
P. ?Qu¨¦ van a hacer usted y Musav¨ª a partir de ahora?
R. Vamos a seguir protestando. Nunca vamos a colaborar con este Gobierno. No queremos hacerle da?o, pero criticaremos sus actos. De ninguna forma vamos a ayudarle.
P. Usted fue confidente del fallecido ayatol¨¢ Jomeini y luego tambi¨¦n de su sucesor, el ayatol¨¢ Jamenei. ?Ha hablado con ¨¦l despu¨¦s de las elecciones?
R. No hemos tenido un encuentro personal, pero le he escrito varias cartas.
P. ?Le ha respondido?
R. No. Tambi¨¦n he escrito a Rafsanyan¨ª y a varias de las fuentes de emulaci¨®n. Algunos me han respondido y otros no. Pero todo lo que he hecho ha sido buscando una salida a la crisis. Desde el principio exigimos que se anulen las elecciones.
P. En 2005, cuando perdi¨® por escaso margen frente a Ahmadineyad, escribi¨® una carta al l¨ªder en la que se quejaba del comportamiento de su hijo Mojtaba. ?Ha tenido ¨¦l algo que ver en lo que ha ocurrido en esta ocasi¨®n?
R. En esta ocasi¨®n el papel determinante lo ha tenido el Ejecutivo y el Ministerio del Interior, m¨¢s una parte del Ministerio de los Servicios Secretos y una parte de Consejo de Guardianes. Se aliaron muchos factores para que ocurriera lo que ocurri¨®. Durante los ¨²ltimos cuatro a?os, se han dedicado a prepararlo todo.
P. Occidente, y muy en particular EE UU, se encuentra ante un dilema. Si intenta un acercamiento a Ir¨¢n, legitima a Ahmadineyad. Si no lo hace, se queda sin canales de comunicaci¨®n con un pa¨ªs clave en la zona. ?Qu¨¦ es m¨¢s beneficioso para los iran¨ªes?
R. Lo m¨¢s beneficioso son las negociaciones. Que contin¨²en nuestros problemas con Estados Unidos no favorece a ninguna de las partes. Este pa¨ªs no me pertenece a m¨ª, ni al l¨ªder, ni al se?or Ahmadineyad. Debemos buscar los intereses nacionales. Y nosotros seguiremos con nuestras protestas, nuestra presi¨®n y nuestras actividades partidistas, para obligarle a actuar como es debido en las pr¨®ximas elecciones. Como dice un refr¨¢n iran¨ª, hoy no va a terminar el mundo.
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