La corrupci¨®n municipal hunde la pol¨ªtica portuguesa

Isaltino Morais trat¨® de guardar la compostura ante los periodistas a la salida de los juzgados de Sintra. Soy un chivo expiatorio de los pol¨ªticos, dijo. Esboz¨® una sonrisa poco cre¨ªble y asegur¨® que manten¨ªa su candidatura a la reelecci¨®n como alcalde de Oeiras, municipio portugu¨¦s de 162.000 habitantes, en el distrito de Lisboa. Los comicios municipales ser¨¢n el 11 de octubre, poco despu¨¦s de las legislativas del 27 de septiembre. Un tribunal de tres jueces acababa de condenar a la m¨¢xima autoridad municipal de Oeiras (cargo que ostenta desde 1986) a siete a?os de prisi¨®n, inhabilitaci¨®n para ejercer cargos p¨²blicos y una indemnizaci¨®n a Hacienda de medio mill¨®n de euros.

La sentencia, ins¨®lita por su dureza trat¨¢ndose de un pol¨ªtico, acerca el final de un proceso de cuatro a?os, salpicado de presiones, contra un dirigente que fue un valor preciado del conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD), principal fuerza de la oposici¨®n portuguesa, que en su d¨ªa fue considerado alcalde-modelo y que fue ministro en el Gobierno de Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, actual presidente de la Comisi¨®n Europea. Morais, de 59 a?os, es, por cierto, ex magistrado.

"Es una verg¨¹enza para la democracia", dice el conservador Marques-Mendes

La sentencia incluye cuatro de los siete delitos de los que el alcalde estaba acusado: evasi¨®n, abuso de poder, corrupci¨®n y lavado de dinero. En sus conclusiones, el tribunal estima que Morais tuvo "una conducta que mina los fundamentos del Estado democr¨¢tico". Como el abogado defensor present¨® recurso inmediatamente, la condena no ser¨¢ firme hasta que se pronuncie el tribunal de apelaciones. El caso, pues, no est¨¢ cerrado. Mientras la justicia no diga su ¨²ltima palabra, el se?or alcalde sigue en su puesto. Y con ganas de repetir.

Varios de los candidatos a la alcald¨ªa de Oeiras han expresado su intenci¨®n de no usar en campa?a el esc¨¢ndalo, pero han pedido a Morais que reflexione y retire su candidatura.

Isaltino Morais fue procesado en 2005 por ser titular de cuentas bancarias no declaradas en Suiza y en el KBC Bank Brussel, en B¨¦lgica. Seg¨²n la acusaci¨®n, el alcalde recib¨ªa dinero en sobres que se entregaban en su despacho del Ayuntamiento, para licitar t¨ªtulos de propiedad, construcciones y permutas de terrenos.

El caso se a?ade a una lista cada d¨ªa m¨¢s larga de regidores condenados, y que siguen en sus alcald¨ªas gracias a una legislaci¨®n permisiva con la presentaci¨®n de recursos y a la lentitud de la justicia. Esto, en precampa?a electoral, es un problema. Aparecen de nuevo en la prensa nombres como el de F¨¢tima Felgueiras, alcaldesa socialista de Felgueiras, protagonista de uno de los casos m¨¢s medi¨¢ticos. Envuelta en un asunto de corrupci¨®n y financiaci¨®n ilegal, escap¨® a una orden de prisi¨®n preventiva y se refugi¨® en Brasil. A su regreso fue detenida y condenada, pero recurri¨® y compiti¨® de nuevo por el puesto, esta vez como independiente, en las elecciones de 2005. Gan¨® y mantiene el cargo a la espera de una sentencia definitiva.

Valentim Loureiro, alcalde de Gondomar y antiguo militante del PSD, fue condenado el a?o pasado a tres a?os de c¨¢rcel en un proceso por corrupci¨®n. Su inhabilitaci¨®n est¨¢ suspendida. Pero hay m¨¢s: Ab¨ªlio Curto, antiguo alcalde socialista de Guarda; Ant¨®nio Cerqueira, ex alcalde de Vila Verda, en la c¨¢rcel desde marzo de 2004; Avelino Ferreira Torres, de Marco de Canaveses; Luis Monterroso, de Nazar¨¦; Ant¨®nio Lobo, de Ponta do Sol.

La sentencia contra Morais es la noticia pol¨ªtica de la semana y, quiz¨¢s, del verano. La lucha electoral se prev¨¦ encarnizada. Los socialistas, acosados desde derecha e izquierda, lo tendr¨¢n dif¨ªcil para conservar la mayor¨ªa.

"Es una verg¨¹enza para la democracia que pol¨ªticos acusados o condenados por delitos graves puedan ser candidatos a elecciones". La reacci¨®n de Luis Marques-Mendes ha sido la m¨¢s contundente de las escuchadas hasta ahora. Por la claridad y porque se trata un destacado dirigente que ocup¨® la presidencia del PSD.

"La pol¨ªtica sin ¨¦tica es una verg¨¹enza", insiste Marques-Mendes, que intent¨®, sin ¨¦xito, cambiar las cosas. En las municipales de 2005, siendo presidente del PSD, rechaz¨® las candidaturas en las listas del partido de Isaltino Morais y de Valentim Loureiro. Ambos ten¨ªan causas pendientes con la Justicia.

Marques-Mendes fue tambi¨¦n el autor de un proyecto de ley presentado en la Asamblea hace m¨¢s de tres a?os, que declara inelegibles a los candidatos con acusaciones o condenas judiciales especialmente graves. El proyecto fue aprobado en su generalidad por todos los grupos parlamentarios, pero a la hora de la verdad qued¨® aparcado. "No hubo coraje para avanzar", ha dicho el dirigente del PSD.