Italia como modelo

Mentir no importa, es gratis. En Espa?a, en la Comunitat Valenciana, no pasa nada. Que el president de la Generalitat Valenciana Francisco Camps haya dicho que pag¨® unos trajes que no pag¨®, sino que le fueron regalados por empresarios con los que contrataba la Generalitat, que lo haya dicho en les Corts y que lo haya dicho ante el juez, que haya mentido, no tendr¨¢ la m¨¢s m¨ªnima repercusi¨®n.

No la tendr¨¢ porque para los mismos jueces de TSJCV eso no es delito, porque el presidente de dicho tribunal es amigo del presidente Camps, pero no se ha inhibido del caso. No pasar¨¢ nada como lo demuestra el feudo de Fabra en Castell¨®n, que lleva lustros siendo juzgado y, misteriosamente, los jueces que lo han de hacer no paran de retrasar las causas y/o de pedir su traslado a otros juzgados. No pasar¨¢ nada como no pasa en Italia, donde el primer ministro Berlusconi cambia las leyes para su beneficio personal y hace y deshace desacreditando la imagen de su pa¨ªs y ganando una y otra vez las elecciones.

No pasar¨¢ nada porque los ciudadanos pueden ser tan poco ¨¦ticos como sus dirigentes, porque en el fondo algunos se sonr¨ªen cuando el primer ministro italiano paga a j¨®venes para pasar la noche; porque otros agradecen que Fabra vaya repartiendo favores o puestos en la diputaci¨®n a gente agradecida; porque en el fondo muchos piensan que, ellos en su lugar, har¨ªan lo mismo y los que no lo hacen son tontos. Vayamos fij¨¢ndonos en Italia, que eso es lo que nos espera.- Jos¨¦ Luis Haro.

Por si ten¨ªamos alguna duda, el se?or De la R¨²a y el se?or Camps se han encargado de disiparla. Archivar la causa del caso G¨¹rtel supone otorgar patente de corso a todos aquellos con amiguitos del alma en las altas instancias de la justicia. Todos sab¨ªamos que ni uno s¨®lo de los imputados acabar¨ªa entre rejas, aunque alberg¨¢bamos la esperanza de que al menos alguno de ellos hubiera tenido la verg¨¹enza de dimitir del cargo, pero no ha sido as¨ª. Personalmente yo s¨ª siento verg¨¹enza por los valencianos respetables, por los pol¨ªticos honrados y por la justicia justa; a partir de ahora me reir¨¦ de todos ellos, sobre todo de la justicia. Es sencillamente una cuesti¨®n de fe, antes cre¨ªa en ella, ahora ya no podr¨¦. El circo de Paquito Camps y del PP de la Comunidad ha sido desternillante: ver ayer a Camps bajarse del coche oficial 200 metros antes de donde lo ha venido haciendo en los seis ¨²ltimos meses, dando la mano y las gracias a los periodistas all¨ª presentes fue el s¨²mmum de la desfachatez y del cinismo.